Opinión

¿Cuándo abre la frontera de Melilla?

LA senadora Sofía Acedo ha anunciado que preguntará al Gobierno de España qué planes tiene para la reapertura de las fronteras de Melilla y Ceuta o, en su defecto, que explique qué opciones se barajan.

No estoy muy segura de que el binomio PSOE-Podemos tenga una respuesta a esa pregunta. Todos sabemos que aquí Marruecos lleva la voz cantante, pero si llegara a ser verdad lo que ha dicho la ministra Arancha González Laya, sobre la supuesta existencia de conversaciones con Rabat, entiendo que algo debería saberse al respecto.

De hecho, la prensa nacional ha filtrado la propuesta de Marruecos de abrir la frontera sólo para que sus nacionales y sus mercancías entren en Melilla sin posibilidad de que puedan salir de esta ciudad mercancías o personas. Si aceptamos eso, no habrá nada que reclamar en el futuro. La partida estaría perdida de por vida.

Nos consta que políticos y activistas por los derechos humanos en Nador han enviado cartas a Rabat y aseguran que han tenido reuniones en la capital marroquí en las que han pedido la reapertura de la frontera para que los nadorenses puedan entrar en Melilla a registrar a sus hijos y a hacer trámites pendientes. Y quien dice eso, dice también, que puedan entrar a hacer uso del hospital; compras en los supermercados o a vender dulces y almendras por la calle.

La pregunta de Acedo es oportuna habida cuenta de que los socialistas de Melilla huyen del tema como quien huye de la peste. No sé si callan porque no saben qué decir, algo que no me extraña, o si lo hacen porque en el fondo de su ser siguen conservando eso que se llama vergüenza.

Ni una sola rueda de prensa se ha hecho en Melilla para informar públicamente de en qué punto están las negociaciones para la reapertura de la frontera de Melilla con Nador. Sabemos que es un problema complejo, pero no vemos amagos de transparencia por ninguna parte. Ellos (y ellas, por seguir su onda inclusiva) creen que eso es un problema que no nos preocupa a los ciudadanos y, por tanto, no merece ser abordado desde ningún punto de vista.

Pero la pregunta de Sofía Acedo inevitablemente nos obliga a recordar que Pablo Casado fue el único dirigente español que se prestó a hablar con políticos marroquíes antes de la invasión a Ceuta. No estamos seguros, en absoluto, de que con un presidente del PP en la Moncloa la situación de la frontera sería distinta. Pero como digo siempre, la oposición está para oponerse. Acedo tiene todo el derecho del mundo a meter el dedo en la llaga. Es su trabajo y no vamos a criticarle que acierte en ese sentido.

Menos ahora que sabemos que un juez de Zaragoza ha pedido al Ministerio de Defensa y al de Exteriores que expliquen quién autorizó la entrada en España del líder saharaui Brahim Ghali sin pasar por el control de pasaportes y con supuesta inmunidad diplomática.

La investigación no está siendo sencilla. El magistrado Rafael Lasala, del juzgado de Instrucción 7 de Zaragoza, ha preguntado a la Guardia Civil del aeropuerto militar y desde la Benemérita han señalado al responsable de la Base Aérea de Zaragoza, el general José Luis Ortiz-Cañavate. Éste ha rellenado un cuestionario enviado por el juez, en el que aseguró que recibió una orden del Estado Mayor del Ejército del Aire para que los ocupantes del avión argelino en el que llegó Ghali a España el 18 de abril no pasaran el control de pasaportes.

Como lo oyen: altas esferas del Estado metieron mano en la llegada de Ghali a España y en su entrada irregular a territorio español lo que, como todos sabemos, ha desencadenado la mayor crisis diplomática que España ha tenido con Marruecos desde el conflicto de la Isla Perejil.

Se equivocaron quienes pensaron que el escándalo por la entrada en España de Delcy Rodríguez a España fue un hecho aislado. El ministro José Luis Ábalos intercedió por una de las voces cantantes de la narcodictadura venezolana con prohibición de entrada en Europa y no ha pasado nada.

Como ven, ha habido más entradas irregulares en nuestro territorio. Si en España la ley es igual para todos, ¿por qué puede entrar Ghali en este país sin pasar por el control de pasaportes y no puede hacerlo cualquier otro migrante? Me temo que al Gobierno de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz le faltarán argumentos para explicar la arbitrariedad con que aplican las leyes. Esta gente sigue entendiendo España como su cortijo. El Estado viola las leyes del Estado.

Por otro lado, desde Nador nos han llegado reacciones a nuestro artículo ‘¿Se imaginan 33.000 empleos vacantes en Nador?’, en el que comparábamos el matrimonio de conveniencia que mantienen mexicanos y americanos en la frontera de Tijuana (México) con San Diego (California). No me sorprendió que me dijeran que es imposible mantener una relación así entre Melilla y Nador, pero me llamó la atención que responsabilicen de ello a la Policía Nacional.

Como lo oyen. Creen que la crisis desatada en la frontera nace de la discriminación a la que los marroquíes son sometidos en el paso de Beni Enzar y aclaran que hay que intentar volver a la normalidad sin entender por normalidad el trasiego de mujeres cargadas con fardos en Barrio Chino.

En eso estamos de acuerdo. El negocio de los bultos tenía fecha de caducidad. Lo que no queremos para nosotros, no lo queremos para nadie. Estamos de acuerdo en el fin de ese espectáculo, pero me parece injusto que se culpe a policías nacionales de cumplir órdenes salidas de la Delegación del Gobierno.

Nuestros agentes no piden mordidas a los migrantes para pasar. ¿Pueden poner ellos la mano en el fuego por sus policías y aduaneros?

Hemos encallado en un conflicto lleno de reproches a ambos lados de la frontera. Si queremos que Beni Enzar reabra, hay que replantearse las condiciones en las que eso debe ocurrir. Y también tenemos que replantearnos cómo tratamos a los marroquíes. El incremento de la criminalidad en Melilla durante el confinamiento nos demostró que aquí vamos sobrados de delincuentes. Lo de culpar al vecino, ya no cuela.

A los marroquíes hay que tratarlos como visitantes que se dejan su dinero en nuestros comercios. La culpa del abuso de nuestras instalaciones sanitarias no es de la gente de a pie que viene desde Beni Enzar con una emergencia. Es de España que es incapaz de reclamar a Marruecos el dinero de esa prestación médica.

Hay mucho de lo que hablar y hay que buscar la manera de conseguir alcanzar un acuerdo que sea al menos aceptable para las dos partes. Pero si la frontera va a abrir sólo para que entren ellos y sus productos, por mí, que no abra.

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