Los voluntarios no descansan, pues se les necesita en la OPE, reparto de alimentos y mucho más
En unos días comienza la Operación Paso del Estrecho para los voluntarios de Cruz Roja. Ahora están inmersos con la recepción de productos del Banco de Alimentos y tendrán que repartirlos entre las ONG’s colaboradoras. Más adelante prepararán la campaña de recogida de material escolar y volverán con los desayunos solidarios y mientras tanto, sigue asesorando a mujeres víctimas de malos tratos, asisten a personas mayores que necesitan una mano para ir a hacer trámites y forman a los jóvenes que no tienen título de la ESO. Esta institución se queda sin vacaciones de verano y sus voluntarios estarán disponibles, como durante todo el año, para ir donde los ciudadanos necesiten ayuda.
Todos los años Cruz Roja colabora con la OPE. Los voluntarios se incorporarán en unos días al puerto de la ciudad para echar una mano a los pasajeros que salgan de los buques en dirección a Marruecos y al contrario, los que retornan a sus lugares de residencia.
La labor de la gente de Cruz Roja es asesorar y ayudar con las tarjetas de embarque y con el papelo de los pasajeros, así como resolver sus dudas sobre cómo llegar a determinados sitios. En alguna ocasión se requiere de sus servicios porque hay alguna persona con un golpe de calor o que ha sufrido alguna caída, de hecho, todos los voluntarios tienen formación en primeros auxilios, pero en el puerto hay personal sanitario que ya cubre este tipo de servicios.
La carrera nocturna es otro de los eventos en los que participa Cruz Roja. El dinero que se recaude en esta actividad servirá para financiar varios proyectos de la entidad en Melilla. La inscripción cuesta cinco euros y a los 1.000 primeros se les dará un boleto del sorteo de Cruz Roja del 23 de julio. Desde la entidad están muy satisfechos con la iniciativa porque se han sumado ya casi 1.100 deportistas y eso implica lograr más fondos para los programas solidarios de la institución.
Los servicios de siempre
Cruz Roja lleva a cabo un gran número de programas en la ciudad y ninguno de ellos se paraliza aunque sea verano. Uno de ellos es el reparto de alimentos. Esta semana están llegando de la Comunidad Económica Europea y en unos días podrán distribuirlos entre las organizaciones para que lleguen a los beneficiarios lo antes posible.
Los desayunos solidarios es otro de los programas consolidados de Cruz Roja. Sin embargo, durante el verano se suspende porque los niños no tienen colegio. No obstante, las familias que están inscritas en este proyecto continúan recibiendo ayuda de alimentos y otro tipo de asesoramiento.
Cuidar a solos y sin techo
Otra forma de ayuda a los melillenses de esta entidad es el programa de atención a personas de la tercera edad. Unos doce voluntarios están al servicio de los mayores de Melilla, ancianos que no tienen familiares cercanos o que pasan muchas horas solos en sus hogares. Ellos van a sus casas, charlan con ellos, les acompañan al médico o al banco y también les echan una mano con los trámites de la Administración.
No sólo hacen visitas a personas de la tercera edad que viven solas, sino que también ayudan a los ancianos que están en la Residencia de Mayores de Melilla en hacer todo tipo de gestiones.
Esta institución también cuenta con una ambulancia que recorre las calles de la ciudad para atender a las personas que no tienen hogar. En invierno, intentan hacer el máximo de salidas durante la semana para entregar mantas, alimentos y café caliente a estos ciudadanos.
En verano, este proyecto continúa porque las olas de calor que sufre la ciudad pueden causar mareo y pérdida de conocimiento a las personas que viven en la calle. Los voluntarios de Cruz Roja buscan a estos ciudadanos, hablan con ellos, les preguntan si necesitan algo y además, les ofrecen agua, leche y galletas.
Formación de jóvenes
Aunque ya hayan llegado las vacaciones para todos los escolares de la ciudad, hay un grupo de alumnos que aún sigue estudiando. Son los jóvenes que están matriculados en la Formación Profesional Básica que ofrece Cruz Roja. Los alumnos de estos cursos tienen más de 16 años, pero no cuentan con el título de la ESO, indispensable para poder trabajar. Por ello, se inscriben en la FP Básica y mientras que imparten las asignaturas de Lengua, Matemáticas y Ciencias, aprenden un oficio. En el caso de esta institución, ofrece dos cursos de ‘Auxiliar de oficina y administración’ y uno de ‘Auxiliar de comercio y almacén’.
En total, hay 45 jóvenes formándose actualmente en Cruz Roja, aunque el próximo curso, es decir, la FP Básica 2, deberán continuarla en un instituto de la ciudad. Este curso ayuda a recuperar al sistema educativo a chicos que habían abandonado sus estudios de la ESO y una vez terminados los dos cursos de FP Básica podrán continuar con la FP de grado medio.