"El cupo es perfectamente asumible". Con estas palabras, el presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano, lamentó ayer que España haya cumplido solo con un 6% de la cuota asignada por la Unión Europea para la acogida de refugiados, según las declaraciones que hizo ante los medios en el marco del seminario 'Europa frente a los nuevos retos', dentros de los Cursos Internacionales de Verano Ciudad de Melilla que se están celebrando esta semana en el Palacio de Exposiciones y Congresos (PEC).
El también catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad de Almería señaló que Europa debe ser mucho más solidaria en relación con los movimientos migratorios y cumplir con los compromisos que se adquieran.
“Son familias, personas con las que tenemos que ser solidarios”, apuntó rotundo.
Estructura variada
Cano, uno de los coordinadores del curso, centró su ponencia en la organización institucional de la Unión Europea. Preguntándose por su estructura, concretó que tiene un poco de todo: es tanto unitaria como confederal. “No se parece a nada y tiene cosas de todas”, explicó.
Cano indicó que la situación actual de la Unión Europea es “esperanzadora”, por lo que hay que ser relativamente “optimistas” porque se han superado varios obstáculos que preocupaban, como la convulsión por el Brexit, las dudas que planteaba la elección de Trump en Estados Unidos, el fracaso de los populismos de extrema derecha que amenazaban en países como Francia y Holanda y, a la espera de las elecciones en Alemania, dijo que hay que estar “tranquilos” porque los candidatos son europeístas.
En palabras del catedrático de Derecho Constitucional, Alemania, Francia, Italia y España deberán entonces capitanear una reestructuración de la Unión Europea y ajustar las políticas y, “si es necesario”, caminar a diferentes velocidades según los países.
Las principales líneas de trabajo de la Unión Europea deberán ser la armonización fiscal, la defensa, la economía y la gestión de los movimientos migratorios, según Cano.
Otra de las ponencias corrió a cargo del decano del Colegio de Abogados de Bruselas, Patrik A. Dillen, que habló del fenómeno de blanqueo de capitales de la UE. Hizo un repaso por las normativas europeas que desde el año 1991 se han creado para luchar contra este problema, siendo la última de 2015.
Resaltó el proyecto de directiva para la transparencia que, en sus palabras, va mucho más allá que la última directiva. No obstante, se preguntó si es compatible con el derecho a una buena defensa que tienen los ciudadanos.
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