Jesús Delgado Aboy abandonó Vox en 2020. En su momento, dijo que su decisión se debió a motivos personales. Dos años y medio más tarde, crea un nuevo partido político. El Faro charla con él sobre sus expectativas y su visión de Melilla.
–Para empezar, ahora que ha pasado el tiempo, ¿puede contar algo que no se sepa sobre su salida de Vox?
–Prácticamente lo he contado todo, pero la pura realidad de la situación es que, cuando yo adopté la decisión de meterme en la política y se me planteó la posibilidad de entrar en ella de manos de Vox, lo primero que hice fue tener una entrevista con ellos en Madrid y les dije que mi objetivo era Melilla: trabajar por Melilla y sacarla de la situación en que estaba.
En aquel momento no me pusieron pegas de ninguna clase. Me dijeron que yo tenía carta blanca y que solamente con que presidiera Vox aquí y fuéramos a los comicios, que lo demás, los objetivos, lo pusiera yo, teniendo en cuenta su ideología, evidentemente. Yo soy una persona de derechas y coincido en la ideología, pero no en los extremismos. Eso sí que es verdad.
Yo planteé una serie de disyuntivas particulares. Dije que Melilla era una ciudad muy especial. Que en Melilla el 54% son musulmanes. Que, por favor, de determinadas cosas que iban cantando aquí no deberían cantar ni la estrofa. En eso llegamos a un acuerdo, pero, cuando llegamos a los comicios y sacamos dos diputados y empezamos a trabajar por la ciudad, es cuando ya me di cuenta de que estos señores no estaban por la labor de trabajar por la ciudad bajo ningún concepto. Y yo, detrás de ese idealismo que nos venden, detrás de ese amor a la bandera (que se supone que lo tenemos todos y nadie tiene que venir a contárnoslo), se supone que había algo más, que eran los objetivos que yo planteé. Pues no era así. Tenían otros objetivos muy, muy distintos, con lo cual se planteó la guerra y acabó.
–¿Qué objetivos eran esos?
–Ellos quieren poder y más cosas. Poder económico y político. Eso es lo único que quieren. Nada Más. Doy fe y lo puedo demostrar.
–¿Guarda rencor a alguien por su salida?
–No guardo rencor, porque, cuando salí, fue como cuando te quitas un abrigo que te molesta y te estorba, porque pesa y te pica. Pues, cuando te quitas esa sensación, solté un lastre que yo nunca en la vida había pensado que iba a tener. Pero, bueno, en estas cosas, cuando te metes en unos derroteros que son distintos a tu vida cotidiana y a tu profesión, te puedes equivocar y yo, en ese momento, me equivoqué. Pero hay un refrán muy conocido que dice que rectificar es de sabios. Y eso es lo que hice.
–¿Por qué entonces crea un nuevo partido?
–Primero, porque no quiero que nadie me diga desde atrás, o desde arriba, si tengo que decir esto o lo otro, o si mi objetivo es este o es otro. No. Yo ya estoy harto de que me digan y me mangoneen. Entonces, como no quiero que esto sea así, he creado un propio partido en el cual nosotros somos los que vamos a dirigirlo y nosotros somos también los que vamos a plantear nuestros objetivos y nuestro trabajo. Todo con la finalidad, exclusivamente, de levantar Melilla socioeconómicamente.
–¿Puede confirmar el nombre del partido y el motivo de la elección?
–Por supuesto. El partido se va a llamar Creando Melilla. A mí no se me ocurrió. Se le ocurrió a un amigo que tiene una mente privilegiada y me dijo: “vamos a ver, si llevas dos años pensando en esto y en que quieres crear algo para que esta ciudad se levante, pues se tiene que llamar Creando Melilla, y el logo tiene que ser Créame”. Me pareció fantástico. Cuando me lo enseñó, me encantó. Hubo consenso y seguimos adelante.
–Ya está registrado el partido…
–Sí, a día 3 de mayo. Yo nunca habría salido a la palestra si el partido no estuviera registrado.
–¿Qué ideario tiene el partido? ¿En qué se diferencia de Vox?
–En todo, en todo. Ellos están en la derecha extrema y nosotros estamos en el centro-derecha. Yo soy de derechas de toda la vida. Me he creado con unos valores de derechas. Mi padre era coronel de artillería, una persona muy ecuánime y, siendo un militar de alto rango, era alguien muy sensato y muy demócrata, pero con unos ideales de derechas. Entonces, yo, desde pequeñito, he mamado todas esas maneras de pensar y esas formas de proceder, y estoy muy orgulloso de cómo me han criado en mi casa.
–¿Con quién cuenta para este proyecto?
–De momento, el único que ha salido a la palestra he sido yo, porque, siendo sincero, yo no pensaba sacar esto hasta septiembre. La idea era tenerlo registrado y todo preparado, ir haciendo una dinámica de generar un poco de expectación sin que se hiciera público que habíamos formado un partido.
Sin embargo, como en esta ciudad es dificilísimo tener algo escondido a pesar de que todo esto, durante dos años, ha sido elaborado en Málaga y en Madrid, alguien ha conseguido meterse y, como la página del Ministerio es pública, si entras y escribes ‘Partidos registrados en Melilla’, sale Creando Melilla. Entonces lo han descubierto y lo han sacado. Como no tenemos absolutamente nada que esconder, en el momento en que ha salido, lo he hecho público.
La idea, antes de final de año, es hacer un congreso con la finalidad de que unamos esfuerzos y la gente que no nos conozca empiece a conocernos, y, si conseguimos consensuar objetivos y maneras de pensar comunes, seguro que iremos adelante.
–¿Qué hace a este partido distinto de todos los demás en la ciudad?
–Que el único objetivo que tiene es Melilla. Esa es la gran diferencia. Creando Melilla se ha creado para Melilla y va a ser a imagen y semejanza de Melilla. Por eso, es un partido transversal y que está abierto a cualquier persona. Como somos moderados, el de izquierda moderado tiene cabida, el de centro tiene cabida y el de derechas tiene cabida. Entonces, toda persona que esté dispuesta a trabajar y luchar por la ciudad tiene cabida en nuestro partido. Esa es la gran diferencia.
–Cuando dice que es un partido pensado para Melilla, ¿se refiere a que solamente va a participar en elecciones locales y autonómicas o también, a largo plazo, en generales e incluso europeas?
–Cuando se nos planteó hacer el partido para tener esos dos objetivos, yo pregunté qué diferencia había y me dijeron que ninguna. Entonces, como nos costó exactamente el mismo dinero, dijimos para las locales y las nacionales.
–¿Cuál es su expectativa, o su objetivo, para las elecciones del año que viene?
–Mi objetivo es intentar sacar el máximo número posible de escaños, estar en el Gobierno y empezar a trabajar ya desde allí.
–¿Cuántos escaños cree que van a obtener?
–A mí, me gustaría sacar 26, pero, como eso va a ser muy difícil, casi imposible, intentaremos obtener los máximos posibles. No lo sé. Dependerá de los ciudadanos, que confíen en nosotros o no confíen.
Yo estoy dispuesto a recibir; me van a dar por todos los lados, ya lo sé. Porque, cuando me presenté con Vox, ya empezaban a sacar auténticas barbaridades y me dieron por todos los sitios. Ahora estoy preparado para que me ataquen por todos los lados. Pero, claro, antes siempre tenía la premisa de “tienes que decir” o “a éste no le puedes decir nada”. Y, cuando, en un momento determinado, se metían contigo abiertamente y tú salías diciendo que eso eran barbaridades, desde arriba te decían “¿tú qué te crees? ¿qué somos el ejército de Pancho Villa? Tú no puedes decir lo que quieras”.
Ahora nadie me va a decir si este es el ejército de Pancho Villa. Voy a expresar las cosas como son exactamente y en su sitio. Este partido no va en contra de nadie ni voy a luchar abiertamente contra nadie si no es políticamente. Si alguien se quiere salir de esos derroteros, como anteriormente, y meterse en la vida personal o meterse con mi familia, pues tomaremos la vía de los juzgados, pero bien hecha. No como antes, que todas esas medidas se quedaron en agua de borrajas. Entonces vamos a hacer algo, pero que esté bien hecho, para que a cada uno le pongan lo que le corresponda.
–¿Con quién estaría dispuesto a pactar para entrar en el Gobierno?
–Con el que tenga los mismos objetivos que yo. Y, si no, parecidos en un 90%. En la medida en que su objetivo sea esta ciudad, yo no tengo ningún problema en colaborar en cualquier sentido.
–Con quien sea…
–Con quien sea que esté dispuesto a trabajar por esta ciudad. Pero, ojo, hay personas que han estado 19 años y no han sido capaces de demostrármelo. Que me demuestren ahora, en unos meses, si pueden hacerlo. Porque hay mucha gente que dice que está muy dispuesta, pero, cuando tú estás muy dispuesto y tienes 19 años el campo sin arar, el campo está yermo. Entonces, es muy difícil que, en el plazo de un mes, por mucho que te vendan la moto, se llene de frutales y de buena herboristería, por llamarlo de alguna manera.
–¿Qué cree usted que le hace falta a Melilla para mejorar como ciudad?
–Todo. Todo sería la respuesta. Melilla es una ciudad muy cosmopolita, abierta, luminosa, preciosa. Es una ciudad que tiene un futuro increíble, porque tiene un gran potencial. La ciudad vive de cara al mar, tiene todos sus beneficios de cara al mar. Tenemos una gran capacidad de tener ese gran almacenaje de datos, que hoy en día estamos tan a la cabeza con todo lo telemático. Tenemos muy buenas comunicaciones con la península, cosa que se tiene que mejorar mucho, pero ya las tenemos. Hay otra ciudad, como Ceuta, que no tiene la capacidad de llegar a Madrid en una hora y cincuenta minutos como podemos hacer nosotros.
Tiene muchas cosas buenas, pero falta el asentamiento de empresas y de tejido empresarial que sea capaz de generar recursos económicos y, sobre todo, empleo. No tenemos capacidad de ocio para ningún tipo de edad. Quizá la gente muy joven puede tener algo, pero no hay un ocio para todas las personas. Alguien que haya cumplido los 40, después de irse con su mujer a cenar, ¿adónde va? No hay sitios. Falta ocio, muchísimo. Hace falta hospedaje. Si queremos traernos gente aquí y mejorar esas comunicaciones, es necesario que haya un mecanismo por el cual esa persona se pueda quedar aquí. Hacen falta plazas hoteleras. Hacen falta muchísimas cosas. Y, después, tenemos un índice alto de paro, tanto juvenil como no juvenil. Ahora ha ido cediendo, pero una ciudad pequeña como la nuestra tendría que tener cero.
Y lo más importante es que tenemos que hacer que la ciudad sea, por sí misma, capaz de generar recursos económicos. Si nos viene ayuda de fuera, bienvenida sea, pero que nosotros mismos seamos capaces de gestionarnos gracias a nuestros recursos. ¿Se puede? Claro, y mucho. ¿Por qué hay gente que no lo ha visto, o no ha tenido interés, o ha planteado problemas a la hora de que alguien venga aquí a invertir? No lo sé, porque tenemos unos beneficios fiscales que no los tiene nadie. Y eso es lo que, desde que soy presidente de Promesa, estoy vendiendo o, más que vender, dando a conocer para que la gente pueda, en un momento dado, decidir si tiene o no la posibilidad de venir a Melilla y si le resulta económica y laboralmente atractivo venir aquí.
–¿Usted apuesta por una mayor integración en la UE, mayor relación con Marruecos o ambas cosas?
–Yo quiero todo lo que sea bueno para Melilla. Marruecos y España son dos países soberanos. En esta vida, todo se arregla con el diálogo, salvo algunas cosas, como lo de Rusia, que es muy difícil porque depende del interlocutor que tengan. Pero es muy probable que, en un 90% de posibilidades, con el diálogo se llegue a un ten con ten. Marruecos y España estamos condenados a entendernos y debemos entendernos. Tiene que haber una realidad bidireccional en la cual yo me pueda aprovechar de lo que el país vecino tiene y el país vecino se pueda aprovechar de lo que nosotros tenemos. Y turísticamente puede ser espectacular, porque nosotros podemos dar una serie de cosas dadas nuestra diversidad y riqueza culturales al turismo y, a su vez, Marruecos, que está al otro lado, también da una visualización de un turismo para el verano totalmente distinta. Que se pueden compaginar. Que se pueden compatibilizar.
En cuanto a Europa, estoy totalmente de acuerdo en que hay gente que opina distinto a nosotros, pero es muy importante que tu opinión no choque con la mía. Si choca con la mía, tenemos que limar la tuya y la mía para que nuestras opiniones se complementen y consigamos nuestros objetivos, que son crecer y tener un sitio no sólo en España, sino en Europa.
–Por último, si desea mandar un mensaje a los melillenses…
–Aquí estamos. Vamos a luchar con todas nuestras fuerzas. Quien me conoce sabe que soy una persona cuyo planteamiento es mi ciudad. Llevo aquí 34 años y lo que quiero es que consigamos que esta ciudad, que vamos viendo cómo se enlentece y poco a poco se va mermando en todos los ámbitos, salga adelante y, sobre todo, que tenga un futuro económico, laboral y social. Por supuesto, si cualquier persona tiene alguna duda al respecto y quiere saber más de nosotros, estamos abiertos a que acceda a nuestra opinión y a nuestro partido.
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