El portavoz del Grupo Popular en el Senado, Ignacio Cosidó, estuvo este pasado viernes en nuestra ciudad para anunciar dos cuestiones. La primera de ellas es el Plan Integral para Melilla y Ceuta que se presentará la semana que viene en el Senado y con el que se pretende dar soluciones a los problemas que comparten las dos ciudades autónomas. Además, dijo que se pondría en marcha la Comisión de Inmigración en el Senado con el objetivo de trazar una política de Estado para este asunto. Pero hizo especial hincapié en el tema de los menores extranjeros no acompañados (menas) porque es un asunto que preocupa mucho en las dos ciudades autónomas.
“En Melilla hay casi mil menores y en España son unos 11.000, se ha más que duplicado en el último año. Por lo tanto, creo que o se afronta el problema o será mayor en nuestro país”, subrayó quien también ocupó la Dirección General del Cuerpo de la Policía Nacional desde 2012 hasta 2018, cargo que le trajo en numerosas ocasiones a Melilla.
–¿Qué le hace pensar que Marruecos sí aceptará ahora acoger a sus menores?
–Pues me lo hace pensar, primero que tenemos un acuerdo, que es verdad que no se ha puesto en aplicación, pero es verdad también que estamos ante una crisis migratoria sin precedentes. Las cifras que estamos manejando actualmente son las mayores en toda la historia de este ya largo fenómeno de la inmigración.
En segundo lugar, porque yo tengo una experiencia muy positiva de la cooperación que ha tenido Marruecos en materia de inmigración. Esa relación política tan positiva que hemos tenido nos permite abordar un tema tan complejo, como es el de los menores, pensando, sin duda, en el interés de los niños y en el interés que España y Marruecos tienen en esa materia. Por lo tanto, creo que, si el Gobierno central lo plantea con un apoyo de la UE, estamos en disposición de encontrar una solución conjunta al problema de los menores extranjeros no acompañados, que en un porcentaje muy alto provienen de Marruecos.
–Una de las medidas que propone es llevar el tema de los menas a la UE para pedir más ayudas económicas e incluso que otros países acojan a estos niños. ¿Supondrá un efecto llamada?
–Bueno la primera opción que hemos barajado es la devolución a sus familias. Pero es verdad que hay casos en los que el reagrupamiento no es posible o incluso no sea conveniente por las condiciones del entorno familiar para el menor. En esos supuestos tenemos que buscar otras alternativas. Lo que planteamos es que, de la misma forma que España ha sido solidaria con otros países de la Unión Europea cuando ha habido una crisis migratoria como la de 2015, pues en estos momentos que España tiene un problema con los menores extranjeros muy importante que podamos pedir esa solidaridad a nuestros socios europeos.
–Cuando se propone que los menas aparezcan como inmigrantes económicos, ¿se hace pensando en que se aumentará el presupuesto para su atención o es de cara a poder legislar sobre este colectivo en concreto?
–Lo que planteamos es que medidas como favorecer el reagrupamiento familiar a través de la cooperación con Marruecos; que exista una financiación adecuada para que la atención a esos menores mientras estén en España sea la mejor; o que podamos apelar a la solidaridad de la UE son actuaciones necesarias, pero no suficientes. Hace falta repensar la legislación que aplicamos a esta cuestión para que podamos ofrecer soluciones efectivas a largo plazo.
En ese sentido, lo que hemos propuesto es hacer un estudio en el marco de la Comisión de Inmigración que se va a constituir en el Senado para que podamos hacer también una reforma de propuesta legislativa que permita dar respuesta a un problema tan complejo, en el que están en juego intereses vitales, como los de los menores extranjeros no acompañados.
–¿Entiende que no se vea con buenos ojos la propuesta de incorporar el término económico a este colectivo de menores migrantes?
–La voluntad de reforzar la cooperación con Marruecos en materia de reagrupamiento familiar para estos menores la ha manifestado también el Gobierno del PSOE. Por lo tanto, en general, en las cuestiones que tienen que ver con la inmigración y, especialmente cuando hablamos de menores, es importante que tengamos una política coherente, basada en el respeto absoluto a los derechos del menor y también lo más consensuada y de Estado posible.
Por ello, espero que esa comisión del Senado sirva también para abordar este tema en el que tenemos la impresión de que está mirando para otro lado y está delegando esta cuestión tan difícil en las comunidades autónomas y en las ciudades de Melilla y Ceuta. Entendemos que el Gobierno debe dar una repuesta e implicarse en la solución.
–La Ciudad hizo el anteproyecto de un centro de distribución de mercancía para Barrio Chino. Esa actuación se presentó al Gobierno de Mariano Rajoy, pero no se ha vuelto a hablar de este asunto. ¿Tienen noticia de qué ha ocurrido con él?
–La sensación que tenemos es que ha habido un cierto abandono de las ciudades de Melilla y Ceuta. Estaba este proyecto que comenta, otros para mejorar la seguridad de las fronteras y la ampliación del puerto. Y la sensación es que ahora mismo hay una cierta parálisis y que no sabemos muy bien si estos proyectos se van a continuar o se van a abandonar. Desde luego en el Senado lo que vamos a estar es muy atentos para conseguir que el Gobierno central mantenga proyectos tan vitales para Melilla como la ampliación del puerto o las mejoras de sus problemas.
–Los comerciantes también sufren el cierre unilateral de Marruecos de la aduana comercial desde el pasado agosto.
–Precisamente por eso hemos propuesto un Plan Integral para Melilla y Ceuta, que busque alternativas, que potencie nuevas áreas para su desarrollo económico. Defendiendo los intereses de Melilla y entendiendo que el comercio es una parte muy importante de su economía, tiene la necesidad de afrontar desde una perspectiva integral iniciativas que permitan tener un modelo de desarrollo económico más diversificado y también con más proyección de futuro frente a los nuevos retos que se nos plantean.
El cierre de la aduana es sin duda uno de los motivos que nos lleva a pensar que es más necesario que nunca este Plan Integral para el Desarrollo de Melilla y Ceuta.
–¿Desde el Senado se puede hacer algo para que la ampliación del puerto esté dentro de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de este año que se van a presentar?
–Por supuesto, hay el compromiso de que, en el caso de que no esté, elaboraremos las enmiendas para que ese proyecto se mantenga porque entendemos que es un pilar básico para el futuro de Melilla y de su economía.
–Ha subrayado la necesidad de completar los catálogos de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Pero los sindicatos y asociaciones afirman que ya están al 100% y lo necesario es rehacer esa planificación de personal.
–Melilla tiene una peculiaridad y es que tiene una frontera especialmente sensible e importante en temas de seguridad, no sólo para la ciudad, sino para el conjunto de España. Eso retrae muchos recursos que en otras ciudades están dedicados directamente para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Yo sí creo que tiene que haber una adecuación de los efectivos y de los medios materiales de los que disponen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para hacer frente a ese desafío de la inmigración, para responder a ese incremento de la presión migratoria que hemos vivido este último año. Al mismo tiempo, también para garantizar niveles de seguridad óptimos a la ciudad, donde sin generar ningún tipo de alarma, sí que se está produciendo un incremento del número de delitos, sobre todo de hurtos, según las estadísticas del Ministerio del Interior.
–¿Vería viable hacer una comisaría en la frontera para liberar a la Jefatura Superior de esta gestión o incluso hacer una comisaría conjunta con Marruecos, como la hay con Francia o Portugal?
–Tenemos un centro de coordinación con Marruecos en Algeciras que está funcionando bien. Pero, sin entrar en detalles que luego habría que negociar con el país vecino, siempre he sido partidario de que todos los instrumentos de coordinación y cooperación en materia de seguridad son positivos para España y Marruecos.
–¿También se podría analizar la posibilidad de establecer dos responsables en cada frontera para comunicarse de forma directa y cooperar?
–Insisto en que, sin conocer los detalles y las fórmulas que plantean los sindicatos de Policía o las asociaciones de guardias civiles, sí soy partidario de cualquier instrumento que pueda mejorar la coordinación y cooperación con Marruecos.
–Los melillenses llevan escuchando hablar del proyecto de frontera inteligente desde hace años. ¿Cómo era ese proyecto? ¿Qué cree que va a pasar con él ahora que hay un gobierno socialista?
–Había un proyecto ambicioso de frontera inteligente que permitiera, por un lado, tener un paso fronterizo ágil en el paso de las personas y mercancías y con unos niveles óptimos de seguridad. Ahí sin duda hay medios tecnológicos, incluyendo el control biométrico de las personas que cruzan la frontera que hoy por hoy resultan vitales. Hicimos un esfuerzo muy importante en la Policía Nacional para establecer esas fronteras inteligentes en muchos aeropuertos y puertos. Y a mí me parece que Melilla debe ser una prioridad ahora mismo en el ámbito de establecer esos nuevos sistemas que permitan un control más efectivo de la frontera.
–El Ministerio del Interior ya ha anunciado cambios en el perímetro fronterizo. ¿Sabe algo más de ese proyecto?
–Tenemos pendiente que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acuda a la comisión del Senado para explicar exactamente cuales son los proyectos que tiene para mejorar la frontera. Por el momento, el único anuncio que ha hecho es un compromiso, que hasta ahora no ha cumplido, de que quiere eliminar las concertinas. A nosotros nos parece muy bien cualquier proyecto que vaya en la dirección de mejorar la seguridad y no sólo de la frontera, sino de manera especial, de los guardias civiles y de los policías que están en la frontera. Pero nos opondremos a cualquier proyecto que lo que suponga sea poner más en riesgo a nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que hacen una labor que quiero reconocer públicamente de custodia y protección de nuestra frontera.
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