Los incidentes del pasado jueves en La Cañada no tenían relación con la publicación de los nombres de los beneficiarios de los Planes de Empleo. Así lo manifestaron ayer a El Faro varios residentes del barrio encabezados por el presidente de la Asociación de Vecinos, Abd El Krim Moham. Al parecer, según su versión de los hechos, la quema de contenedores y el lanzamiento de piedras y cócteles molotov fue la ‘respuesta’ de varios vecinos a una intervención de la Policía Nacional en el barrio al considerar que los agentes habían actuado de una forma “muy violenta” durante una de las habituales rondas de identificación en la zona.
Sea ése el motivo de los disturbios o el apuntado por la Delegación del Gobierno, que señalaba que podrían estar originados por las listas de los Planes de Empleo, lo cierto es que La Cañada necesita de una atención especial por parte de los representantes políticos, tanto de la Delegación del Gobierno como del Gobierno de la Ciudad Autónoma. Sólo así será posible acordar medidas antes de que la situación se haga incontrolable.
Al margen del verdadero desencadenante de los últimos incidentes, el origen de estos sucesos siempre está en la situación de marginación social y económica en la que viven muchos de sus vecinos. Por ello resulta importante que los responsables políticos que tienen la posibilidad de adoptar soluciones conozcan la situación de primera mano. En este sentido, la propuesta del presidente de la Asociación de Vecinos al delegado del Gobierno para visitar el barrio es una invitación a tener en cuenta. Además de la proyección mediática y política que un evento de este tipo puede tener, el conocer personalmente los problemas del barrio y escuchar a sus vecinos es una opción que no debe ser despreciada sin más por los responsables que tienen en sus manos aportar soluciones a La Cañada, un barrio con problemas que llevan demasiado tiempo esperando que, al menos, le escuchen.