Una avería en un componente eléctrico de la planta desaladora ha trastocado la rutina diaria de muchos melillenses. La diputada cepemista Dunia Almansouri cifró en 10.000 las personas afectadas.
Frente a los 35.000 metros cúbicos que se consumen diariamente en nuestra ciudad, los pozos sólo pueden suministrar 18.000, con lo que es necesario reducir el consumo. Por este motivo, el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, realizó ayer un llamamiento a la población para que se haga un uso responsable del agua.
Esta avería, como siempre que se produce un corte en el suministro, ha vuelto a dejar patente la importancia del agua en nuestro día a día y hasta qué punto llega nuestra dependencia.
Todos estos aspectos llevan a plantear la necesidad de contar con todas las piezas de repuesto necesarias. Sin duda es cierto, como ha explicado el consejero, que el elemento averiado no es habitual que tenga que ser cambiado porque rara vez se estropea. Sin embargo, es necesario contar con un plan para sustituir de manera urgente cualquier pieza cuyo mal funcionamiento pueda interrumpir el suministro. Ésa es una responsabilidad que debería estar clara para el Ministerio de Medio Ambiente, responsable de esta infraestructura, que gestiona a través de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. No se trata de contar con un duplicado de todas las piezas y los componentes de la planta desaladora, pero el Ejecutivo central sí tendría que haber diseñado un plan para poder llevar a cabo reposiciones de emergencia garantizándose, por ejemplo, el suministro urgente de los fabricantes.
Hay que recordar que en Melilla residen cerca de 85.000 personas y que las peculiaridades geográficas de nuestra ciudad la convierten a efectos prácticos en una isla, sobre todo teniendo en cuenta la relación política y de cooperación en infraestructuras básicas que mantenemos con nuestros vecinos del otro lado de la frontera. Es decir, ninguna.
Esta avería ha dejado al descubierto un punto débil. En primer lugar es necesario poner solución cuanto antes a la avería ya que las interrupciones en el suministro están afectando a un gran número de personas y no hay que permitir que la situación se agrave aún más.
Y a continuación, la Confederación Hidrográfica debe revisar qué ha ocurrido en esta ocasión con el fin de conseguir que en un futuro la respuesta ante un tipo de incidencias como la actual tenga una respuesta inmediata.