El rechazo al beso en la boca que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, dio a Jennifer Hermoso durante las celebraciones por el triunfo logrado por la Selección femenina de fútbol en el Mundial celebrado en Australia y Nueva Zelanda ha provocado en pocos días el rechazo mayoritario de los partidos en España y en Melilla.
En la ciudad autónoma, el Partido Popular (PP), por medio de la viceconsejera de Igualdad y Mujer del Gobierno local, Fadwa Abdelhadj, anunció el respaldo del Ejecutivo a la jugadora y se mostró de acuerdo con Hermoso en implementar los protocolos necesarios para que no vuelva a suceder algo así.
Desde la formación han reiterado este sábado su apoyo a la jugadora, pero han declinado hacer cualquier otro tipo de declaración al respecto.
Igualmente, desde la Secretaría de Deporte de la Ejecutiva socialista en Melilla, Diego Muñoz expresó, a través de la red social X –antiguo Twitter-, que “Rubiales parece no darse cuenta de que España ya no acepta actitudes machistas ni permite que se denigre a las mujeres”. En este sentido, se mostró convencido de que “ni la sociedad ni el Gobierno Socialista va a permitir ningún ataque contra la igualdad”.
Vox, por su parte, se ha remitido a las palabras expresadas en esta red social por su presidente nacional, Santiago Abascal, quien, cuando se pensaba que el presidente de la RFEF dimitiría de su cargo, aplaudió dicha decisión y manifestó lo siguiente: “Rubiales dimite por groserías impresentables, porque pedir perdón no es suficiente”.
Ahora, eso sí, la FIFA lo ha suspendido de su cargo durante 90 días.
De cualquier forma, Abascal aprovechó para lanzar un dardo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a colación de la ley del sólo sí es sí: “Sanchez ha puesto a centenares de violadores en la calle. No dimitirá. Cuando alguno de esos violadores excarcelados ataque a una mujer, a lo mejor pide perdón. Ojalá le recordemos de forma contundente que eso no es suficiente”.
Además, Un dirigente del Podemos en Ceuta, Ramón Rodríguez, criticó duramente en El Faro no ya sólo el beso en sí, sino la “huida machista hacia adelante” de Rubiales, así como a todos los que lo apoyaron en la Federación.
El rechazo hacia lo que hizo Rubiales se ha extendido más allá de nuestras fronteras.
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