El portavoz gubernamental asegura que lo único que se retrasará es la construcción de la cúpula en la desembocadura y que en breve se adecuará este tramo del cauce.
El Gobierno de Melilla aclaró en la jornada de ayer que las obras que estaba previsto realizar este año en la desembocadura del Río de Oro no se han cancelado y que en los próximos meses se llevarán a cabo tareas en este tramo del cauce para evitar el estancamiento de aguas. El portavoz del Ejecutivo local, Daniel Conesa, recordó que el presidente autonómico, Juan José Imbroda, anunció días atrás que el cubrimiento se pospondría hasta que la situación económica de España mejorara. Además, Conesa recalcó que el proyecto para el cauce comprende más actuaciones que la instalación de una bóveda de hormigón en la desembocadura, que supondría la fase final de las obras.
Por tanto, la iniciativa no ha sido retrasada, con la salvedad del cubrimiento de este tramo. “Es una obra más compleja de lo que parece y que va más allá de la actuación a la que hizo referencia el presidente”, agregó el portavoz gubernamental. Asimismo, subrayó que la partida destinada a esta obra en los Presupuesto Generales de la Ciudad Autónoma (PGCAM), que fueron aprobados la semana pasada, no se ha visto alterada. Hay que recordar que se trata de un proyecto plurianual cuyo coste total asciende a 7,39 millones de euros, aproximadamente, y para el cual se ha reservado una dotación de 400.000 euros de las cuentas locales del presente ejercicio para iniciar la obra en los próximos meses.
El portavoz gubernamental no especificó las tareas que se llevarán a cabo durante el desarrollo inicial de esta obra, aunque reseñó que uno de los grandes objetivos que se ha propuesto el Ejecutivo de Melilla es evitar el estancamiento de aguas. “Habitualmente se forman bolsas de aguas negras que provocan malos olores y la presencia de insectos y otros animales nocivos para los melillenses, así que tomaremos medidas para adecentar la zona”, aseveró Conesa.
“Se trata de un proyecto complicado y su fase más compleja es la final, la creación de una bóveda en la desembocadura, que es precisamente la que se verá retrasada”, añadió el portavoz. Así pues, el proyecto continúa en pie aunque su ejecución total será demorada hasta que la crisis económica remita, según afirmó Imbroda.
Según el proyecto inicial, la obra se licitará antes de concluir el presente año y tendrá una duración aproximada de 22 meses. Aunque su coste total es de 7,39 millones de euros, desde la Consejería de Medio Ambiente estiman que después de la adjudicación esa cifra podría verse rebajada hasta los 6 millones de euros.
Los ecologistas celebran el “abandono temporal” de la obra.
La plataforma ciudadana ‘Salvemos el Río de Oro’ celebró el “abandono temporal” de la obra de cubrimiento. En nota de prensa, sus integrantes afirmaron que gracias a la influencia del grupo, la ciudadanía ve este proyecto con otros ojos.
“La plataforma ha ayudado a destapar los intereses ocultos de los proyectos basados en el hormigón. Los melillenses ya no ven en proyectos como éste una oportunidad o inversión, sino un malgasto que no genera empleo ni riqueza, y sólo sirve para repartir beneficios entre unos cuantos sin beneficiar a la sociedad, que es la que al fin y al cabo paga a través de sus impuestos”, señalaron.
Aunque se abandone temporalmente el proyecto, la plataforma continuará trabajando para que se realicen tareas con el objetivo de regenerar la totalidad del cauce del río de Oro y todos sus afluentes. “Podemos recuperarlo para los melillenses sin mucho gasto”, concluyeron.