El titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla condenó ayer a un individuo a una pena de un año y nueve meses de prisión como autor de dos delitos contra la seguridad vial y otro de atentado a la autoridad. El hombre reconoció en la sala que había cometido los hechos imputados por la Fiscalía de Melilla en su escrito acusatorio. Condujo un vehículo, sin tener permiso para ello y estando bajo la influencia de bebidas alcohólicas, desobedeció a la Policía Nacional al hacer caso omiso a las indicaciones para que se diera el alto e inició una fuga en la que casi atropella a un agente, además de poner en serio peligro la vida de otras personas con su conducción temeraria.
Los hechos enjuiciados ayer tuvieron lugar sobre las cuatro de la madrugada del 5 de febrero 2012. El encausado, que no tenía antecedentes penales, ingirió bebidas alcohólicas y después se puso al volante de un vehículo, iniciando su marcha desde el Puerto Noray.
Sin poseer el permiso de conducir, decidió darse una vuelta, tal y como se describe en el escrito de la Fiscalía. Se dirigió al centro de la ciudad a gran velocidad, lo que llamó la atención de una patrulla de la Policía Nacional, que comenzó a seguirlo indicándole que parase mediante la activación de luces.
El encausado, que hizo caso omiso a los funcionarios, huyó a gran velocidad por la plaza Torres Quevedo y la calle General O’Donnell hasta que una patrulla de la Policía Local observó la situación. Uno de los agentes, entonces, se quedó en el centro de la calzada para dar el alto e intentar que el procesado se detuviera. Este aminoró la velocidad y cuando se encontraba a escasos metros del policía aceleró, por lo que el funcionario tuvo que arrojarse al suelo para no ser atropellado.
Así, el acusado continuó con su huida, siendo perseguido por coches de la Policía Local y del Cuerpo Nacional. Según se refleja en el escrito acusatorio, el hombre regresó al Paseo Marítimo donde había numerosas personas haciendo botellón, que tuvieron que apartarse para no ser arrollados. Finalmente, un vehículo policial se interpuso en el trayecto del encausado en la calle Jardines de Mar, por lo que este puso ser neutralizado a la altura del Puente Pérez Linda.
De acuerdo con lo expueso por la Fiscalía en su acusación, cuando el procesado se vio rodeado por los agentes se quedó en el interior del vehículo, sin atender a las indicaciones que hacían los agentes para que saliera del mismo. Por este motivo, los funcionarios efectuaron un disparo de intimidación, pero el procesado seguía sin obeceder.
Los agentes se vieron obligados a romper la luna del coche para sacar al acusado del mismo a la fuerza, a la vez que este se revolvía para dificultar su detención.
Tras ser reducido, los agentes de la Policía Local comprobaron que el individuo desprendía olor a alcohol y que apenas podía mantener el equilibrio a causa de la ingesta. Tras someterse a las pruebas de alcoholemia dio positivo con un resultado de 0,42 miligramos por litro en aire esporado, una tasa que no llega a ser delictiva, según se contempla en el Código Penal.
El procesado, que ayer reconoció su culpabilidad ante el juez, llegó a un acuerdo de conformidad con el Ministerio Público. En base a este trato, la acusación redujo las penas que inicialmente contemplaba en su escrito de calificación. Así, su petición se quedó en un año y nueve meses de prisión, además de dos años de privación del derecho a conducir. Por otro lado, reclamó una multa de 2.160 euros y una indemnización de 400 euros, que irá al agente lesionado al arrojarse al suelo para evitar ser atropellado.
El encausado aceptó estos términos. La Fiscalía, por su parte, no se negó a que se le suspendiera el ingreso en prisión por un plazo de cinco años, ya que no tenía otros antecedentes penales. El juez apercibió al procesado de que, si delinquiera de nuevo en este periodo, se le revolcaría la suspensión. Además, en el caso de que no abonase la multa, tendría que cumplir otros seis meses de prisión.
Después de que el individuo se mostrase de acuerdo con los términos de la condena solicitados por la acusación, el titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla dictó la sentencia.
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