Condenado a 6 años de cárcel por llevar a un maliense en un doble fondo

El inmigrante pagó 200 dirhams (20€) por el ‘viaje’ a Melilla. El copiloto, absuelto porque no sabía que el subsahariano iba oculto. La Audiencia Provincial ha condenado a seis años y un día de prisión a un nadorense, H.B., por cruzar la frontera de Melilla con un subsahariano oculto en un doble fondo, es decir, por un delito de tráfico de inmigrantes. El compatriota que le acompañaba el 3 de mayo de 2013 en el vehículo ha sido absuelto por el tribunal al considerar que no ha quedado demostrado que éste supiera que en el coche había una persona oculta. El inmigrante, procedente de Mali, dijo en el juicio que pagó 200 dirhams, es decir, 20 euros por ocultarse en un vehículo y cruzar la frontera de Melilla, aunque en el juicio no quedó probado que fuera el conductor el que recibió esa suma de dinero. El tribunal aplica como agravante de la pena por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros el alto riesgo para la vida del inmigrante que presentaba el habitáculo en el que viajaba.
El tribunal considera probado que H.B. a primera hora de la mañana del 3 de mayo del año pasado entró a Melilla por el paso fronterizo de Beni Enzar con un vehículo que no era suyo. En el control de la Benemérita en la frontera los agentes le pidieron que abriera el maletero y observaron que el conductor “se encontraba bastante nervioso y con prisas por abandonar” las instalaciones aduaneras, lo que levantó las sospechas de los guardias civiles. En una inspección minuciosa del vehículo hallaron en el espacio del maletero un habitáculo  cubierto con una chapa atornillada. Tras retirarla rescataron del interior a un joven inmigrante, originario de Mali de 30 años, que tuvo que ser ayudado por los agentes para salir del coche. Presentaba ansiedad, entumecimiento y síntomas de asfixia.

Aclaración de los agravantes
El dictamen de la Audiencia puntualiza que si bien no ha quedado probado que el acusado recibiera los 200 dirhams que el inmigrante dijo haber pagado, ello no quiere decir que por parte de H.B. no existiera un ánimo de lucro a la hora de acceder a entrar en Melilla con un subsahariano oculto. La sentencia explica que si bien el maliense dijo haber pagado a una persona de raza árabe “no pudo reconocer a ninguno de los acusados como las personas que estaban presentes cuando fue introducido en el vehículo porque, según dijo, era de noche y no había luz”.
“En cualquier caso, el hecho de que no pagara dinero al acusado no resulta extraño ni excluye esta circunstancia del ánimo de lucro, pues resulta normal y lógico que el pago se efectúe a una persona que asuma el papel principal y que ésta reparta el dinero a los otros intervinientes en la operación de tráfico o inmigración ilegal”, continúa la sentencia.
Por otra parte, el riesgo para la vida del inmigrante que tenía el reducido espacio en el que viajaba, produjo en el joven maliense síntomas de fatiga y asfixia “dadas las reducidas dimensiones del habitáculo, la escasa ventilación y en el que debió soportar las emanaciones de humo por la proximidad del tubo de escape del motor y los golpes derivados de la circulación del vehículo durante el trayecto”. Según la declaración del maliense, estuvo en el doble fondo durante más de tres horas hasta que fue rescatado por la Guardia Civil, “con el riesgo añadido de no poder salir por sus propios medios, dado que el habitáculo estaba tapado con una chapa atornillada”, destaca la sentencia de la Audiencia.
Respecto del segundo acusado, que ha sido absuelto, el tribunal considera que en el juicio quedó probado que el ciudadano marroquí se subió al coche en la cola de la frontera, sin saber que había un inmigrante oculto. De hecho, la Guardia Civil no percibió síntomas de nerviosismo en el copiloto, como sí presentaba el conductor en el momento de la inspección.