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La conciliación en vacaciones, en manos de familiares y otros padres

Las vacaciones de Semana Santa están al caer y serán, como todos los años, dos semanas libres para los alumnos y un problema para las familias melillenses. Otros años siempre podrían viajar con los pequeños a la península y dejarlos con abuelos y otros familiares si no tenían a nadie aquí en Melilla que les echara una mano. Pero este año, si finalmente sigue el confinamiento perimetral de la ciudad y todo indica que será así, los padres van a tener que buscar otra alternativa. No van a poder viajar y muchos tampoco quieren traer a los abuelos o familiares a Melilla para evitar contagios. Toca tirar de colaboración de vecinos e incluso de otras familias. Así lo aseguró a El Faro el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Melilla, Joan Casares, que dijo que en nuestra ciudad es fácil contar con esta ayuda porque la gente es amable y muchas familias ya están organizadas entre ellas para poder compaginar el trabajo con los horarios partidos de los colegios.

Casares indicó que en la actualidad se cuenta con las aulas matinales, que son las que siempre había en los centros para los alumnos que tienen que ir antes a los centros educativos porque los padres entran a trabajar antes de que comiencen las clases. Y apuntó, además, se han sumado las aulas de conciliación.

Se han quedado cortas porque no todas las familias que demandaron el aula de conciliación lo tienen. La demanda de las familias ha desbordado la capacidad para generar más clases de este tipo en las que poder conciliar los horarios de clase, que este año están partidos en dos, y los horarios de los padres para ir a trabajar.

De forma, que ya muchos padres se han organizado entre ellos para hacer compatible sus trabajos con los horarios de sus hijos, que además cambian en algunos centros cada mes, explicó Casares. Han formado sus propios grupos de familias burbuja para poder llevar esta situación lo mejor posible.

Dos semanas de vacaciones

El presidente de la Feampa explicó que los padres melillenses no van a salir esta Semana Santa. Indicó que habrá excepciones, pero las familias no prevé moverse, primero porque precisas de unas autorizaciones para salir y entrar en Melilla y también porque a las autonomías a las que se prevé ir contarían, asimismo, con confinamientos perimetrales.

Y en este sentido, Casares afirmó que las familias saben que moverse en las condiciones de contagio de Covid que hay actualmente es un riesgo. Los datos de Melilla son de los más altos del país.

Por ello, aseveró que la previsión de las familias es hacer vida en casa en esas dos semanas de vacaciones por Semana Santa. Los padres prevén salir a parques o realizar actividades con las medidas de seguridad para evitar contagios en estos días.

De esta forma, aseveró que descartan en la federación hacer salidas de la ciudad en ese periodo.

Y piden a los estudiantes universitarios que tengan cautela al volver a la ciudad.

También piden reflexionar a los docentes que tengan familia fuera que valoren si esta movilidad no conllevará más riesgo en esta situación que vivimos todos.

No se contempla tampoco pedir a familiares de la península que se trasladen a Melilla porque se quiere evitar que corran ese riesgo en el viaje o que se puedan contagiar en la ciudad.

Pero, ¿qué harán las familias que tengan que trabajar esos días hasta que lleguen los festivos? El presidente de Feampa argumentó que “las familias tenemos que ayudarnos”. Indicó que muchos ya tienen sus grupos burbuja y otros van a tener que hacerlo para echarse una mano y colaborar entre las familias que no tengan a otros miembros en Melilla de los que tirar para el cuidado de los hijos.

“Hay que salvar la situación. Son días difíciles y, aunque implique algo de riesgo, familias, vecinos y otros padres, colaborarán entre ellos”, afirmó.

“Melilla es una ciudad proactiva y social. La ayuda mutua de muchos padres está consiguiendo que situaciones muy complejas, como el desdoble de horarios, se pueda salir adelante. Los padres se ayudan entre ellos”, afirmó.

Por todo ello, Casares destacó que hay muchos héroes en el sistema educativo en estos momentos, como los docentes, el personal no docente de los centros y los alumnos, que salen adelante cada día, pero también los padres. Indicó que ellos se están adaptando a todo lo necesario.

Y al hilo de esto destacó que no se han planteado pedir la cancelación de vacaciones. En otras autonomías sí que se puso este tema sobre la mesa, pero la Feampa defiende que todo el personal de los centros educativos merecen esas dos semanas de descanso.

Aseveró que necesitan un respiro tras el estrés de tener que estar vigilantes con todas las medidas antiCovid y con los desdobles de clases. Además, deben volver a las aulas con las pilas cargadas para afrontar el último trimestre del año, añadió.

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