Con la boca pequeña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado elecciones generales para el próximo 28 de abril. La legislatura está prácticamente terminada porque las Cortes deberán disolverse como muy tarde el 5 de marzo y en los escasos ocho meses y pico de Gobierno socialista, los melillenses no hemos visto avances en la investigación del crimen de Emin y Pisly.

El mes pasado el senador del Grupo Mixto Jon Iñarritu presentó una pregunta escrita al Gobierno, pidiendo información sobre las gestiones hechas por el Ejecutivo socialista ante las autoridades de Marruecos en aras de aclarar el asesinato de los dos jóvenes melillenses muertos a manos de la Marina Real marroquí en 2013.

En Madrid le han contestado en un documento fechado el 13 de este mes al que ha tenido acceso El Faro que “desde que se tuvo conocimiento de la noticia”, España realizó “varias gestiones verbales y escritas ante las autoridades de Marruecos”.

Asimismo “recientemente” se dieron instrucciones desde el Ministerio de Exteriores, la Unión Europea y Cooperación a la embajada de España en Rabat para que realicen “nuevas gestiones con el objeto de responder a las peticiones de las familias (de Emin y Pisly) sobre el informe de los hechos, la recuperación de los enseres de los fallecidos y el cotejo del barco que tripulaban ambos jóvenes”, añade la respuesta del Gobierno a Iñarritu.

Tiene narices que tenga que ser un senador vasco el que se interese por preguntarle al Gobierno de España por una injusticia que más de cinco años después nos sigue preocupando a muchos melillenses. Que nadie se equivoque: todavía nos duelen.

En su pregunta registrada el 2 de enero, Jon Iñarritu se interesaba además por un supuesto informe que se dijo que se iba a hacer sobre el caso. El Gobierno del PSOE le responde que hay dos informes “fácticos” sobre el caso, que contienen las respuestas de Marruecos. Uno es de diciembre de 2013 y el otro, de julio de 2014.

También preguntó el senador si el ministro de Exteriores iba a recibir a los padres de Emin y Pisly y el Ejecutivo le ha contestado que en diciembre pasado miembros del equipo de Josep Borrell se reunieron en Madrid con los padres de los dos jóvenes.

Después de conocer las gestiones que ha hecho España ante Marruecos sólo nos queda cruzar los dedos para que nuestros hijos no corran la suerte de Emin y Pisly.

Han pasado más de cinco años y no hemos avanzado nada. Ahora hemos escuchado muy buenas palabras, hemos visto buenas intenciones, muchas visitas a Marruecos del ministro del Interior, del presidente del Gobierno y hasta del Rey de España, pero el caso no se resuelve.

Sería injusto endosarle al PSOE la responsabilidad de la mala gestión del caso. En ocho meses hubo más empatía con las familias de los dos jóvenes que en cuatro años con José Manuel García-Margallo y Alfonso Dastis.

Pero no queremos palmaditas en la espalda. Eso ayuda, qué duda cabe, pero nos deja donde estábamos: en un punto muerto.

Un país como España no puede pasar por alto que la Marina Real de su principal socio comercial mate a tiros a dos españoles... hayan hecho lo que hayan hecho.

En este país no hay pena de muerte y en Marruecos la hay, pero luego de pasar por los tribunales. Lo que le ocurrió a Emin y Pisly es una barbaridad que España ha reclamado a Rabat con la boca pequeña para no molestar.