Categorías: Sucesos y Seguridad

Comprar un DNI en Melilla cuesta entre 4.000 y 5.000 €

Los índices de criminalidad en Melilla se han incrementado a causa de la tipificación de nuevos delitos, como son los relacionados con el uso de documentación falsa. Así lo afirmó el pasado jueves el director general de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó en su visita a Melilla. Pero, ¿cómo  y para qué se cometen estos delitos? La mayor parte de los casos detectados corresponden al mercadeo ilegal de DNI y pasaportes con inmigrantes de origen magrebí para que puedan acceder, primero a la ciudad autónoma, y acto seguido a la península, según detallaron a este periódico fuentes de la Unión Federal de Policía (UFP). La compra o ‘alquiler’ de estos documentos le puede costar al inmigrante entre 4.000 y 5.500 euros, aproximadamente.
La mayor parte de los documentos falsificados, o que no corresponden a su portador, se detecta dentro de Melilla, no en los controles que hay en los pasos fronterizos previos a la entrada en la ciudad. Como ya publicó El Faro el pasado verano en un reportaje, es común que los inmigrantes argelinos compren pasaportes marroquíes de personas residentes en Nador para poder llegar a Melilla de manera irregular. Aunque la Policía Nacional sí detecta el engaño en algunas ocasiones, en la mayor parte el argelino logra colarse. Eso sí, su entrada se produce sin que las autoridades españoles estampen el correspondiente visado en el pasaporte que lleva, al pertenecer comúnmente a un nadorense y, por tanto, no necesitar sello alguno para entrar en la ciudad autónoma.

Controles en el puerto
No obstante, pocos son los que cruzan la frontera para quedarse en Melilla, pues su intención es desplazarse a otros países europeos. Ello les lleva a intentar salir de Melilla por vía marítima o aérea. La mayor parte escoge el barco para ir a la península, principalmente porque el precio es menor que el del avión y los controles “más fáciles de sortear que en un aeropuerto, aunque mucho más férreos que en la frontera”, según las fuentes policiales de este periódico.
Llegados a este punto, al inmigrante, ya sea marroquí o argelino, no le vale de nada el pasaporte utilizado para entrar en la ciudad, pues no lleva visado, imprescindible para viajar a otra parte del territorio nacional.
Comienza entonces el mercado de documentación en Melilla. La UFP asegura que hay “redes organizadas” que se encargan de esta tarea, tanto de buscar a los interesados en ‘vender’ su DNI o pasaporte, como de ponerlos en contacto con los inmigrantes. Es en los controles de embarque para subir al barco donde más irregularidades se detectan, principalmente porque el tránsito de personas es muchísimo menor que en el frontera y, por ende, las posibilidades de descubrir una ilegalidad de este tipo son mayores.
Lo más habitual es que tanto marroquíes como argelinos que no tienen documentación para viajar a la península, intenten comprar un DNI español. Siempre se busca un mínimo parecido físico entre el auténtico dueño y el inmigrante que va a utilizar la documentación, aunque la efectividad en los controles es muy alta. Las orejas, la altura de los ojos o, sencillamente, no responder con naturalidad cuando el agente pronuncia en voz alta el nombre que figura en el carnet, son elementos  fundamentales para detectar estos fraudes.

Un “negocio lucrativo”
La venta de DNI es un “negocio lucrativo” para aquel que practica esta ilegalidad. Desde el sindicato policial señalaron que cada documento tiene un precio que oscila entre los 4.000 y los 5.000 euros. Para conseguir un nuevo carnet, su dueño legítimo solamente tiene que ir a Jefatura y denunciar su pérdida para que le expidan otro. Eso sí, se han dado casos en los que una misma persona extraviaba su DNI hasta tres veces en medio año, algo que generalmente hace saltar todas las alarmas y suscita sospechas. “Este mercadeo es muy difícil de detectar. Hay que pillarlos con las manos en la masa, pero más de uno ha caído”, aseguraron desde la formación sindical.
Pese a todo, si alguien consigue burlar este filtro, aún le queda superar los controles de documentación en el puerto de destino. “Ahí se localiza a menos inmigrantes, pero más de un caso hemos detectado”, afirmaron desde la UFP.
También hay quien utiliza algún pasaporte de la Unión Europea (UE) para luego devolverlo en el lugar de destino. Por ejemplo, si un inmigrante tiene intención de desplazarse hasta Alemania, se le alquila un documento de este país, el cual deberá entregar una vez haya llegado. “Son muchos lo que llegan con pasaportes franceses, holandeses o alemanes. Cuando se les pregunta algo, únicamente dicen que no hablan español”, agregaron. Hay que recordar que en lo que llevamos de año, la Policía ha intervenido 668 documentos falsos en Melilla, Ceuta y Algeciras.

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