Cómoda victoria de la UD Melilla ante un flojo CD Alcalá.

Al Melilla le faltó intensidad en la segunda parte para conseguir un resultado más abultado.

La UD Melilla aprovechó la jornada de ayer para sumar tres puntos muy importantes que le valen para seguir escalando posiciones y acortar distancias con los puestos de 'play off'. Los azulinos desbancan a la AD Ceuta de la quinta plaza y se colocan a tan sólo 2 puntos del Cádiz CF, cuarto clasificado y a 3 del San Roque, tercero en la tabla, si bien hay que tener en cuenta que los ceutíes cuentan con un partido menos que afrontarán el próximo martes 8 de febrero ante el Lorca y que fue suspendido por el mal estado del césped del Alfonso Murube como consecuencia de las lluvias caídas el pasado domingo en la Ciudad Hermana.
A García Tébar le preocupaba que sus jugadores saltaran al municipal melillense sin el grado adecuado de motivación y activación ante el peor equipo visitante del Grupo IV, penúltimo en la clasificación, por lo que durante la semana incidió de manera especial en la manera de afrontar el partido sin ningún tipo de confianzas y de relajación, abogando por la concentración y el estar muy enchufados durante los 90 minutos de juego. Cosa que ocurrió a medias.
El partido tuvo poca historia. La escuadra azulina que dominó por completo la primera mitad del choque, resolvió, curiosamente, en dos jugadas de contraataque. El conjunto melillense saltó al césped con las ideas muy claras ante un rival que, contra todo pronóstico, buscó en los primeros compases el área local. Así, cuando apenas se habían cumplido los dos minutos de juego, y en un rápido contragolpe, Víctor Bravo recibió un extraordinario pase interior de Carlos Ruiz que controló a la perfección para cruzar, con exquisita calidad, al fondo de las mallas visitantes. Aún no había dado tiempo a muchos aficionados a acomodarse en sus asientos y el 1-0 ya campeaba en el marcador.
Las cosas se pondrían aún mejor cuando antes de cumplirse el minuto 8 de partido Víctor Bravo, de nuevo, estableció el 2-0 desde el punto de penalti. En esta ocasión fue Sergio Rodríguez, uno de los mejores jugadores del partido junto al aragonés, quien robó un balón en la banda derecha, subió la misma a gran velocidad con el cuero pegado a su pierna izquierda, se zafó de dos contrarios y el tercero, ya desbordado, no pudo evitar cortar la trayectoria del balón con la mano. Penalti claro que señalaron al instante tanto el colegiado como el asistente de dicha banda. El goleador de la mañana se plantó ante la pelota y de tiro fuerte y colocado junto al palo derecho batió a Relaño que, aunque adivinó la trayectoria, nada pudo hacer por detenerlo.
Los aficionados se las prometían muy felices. Rápidamente vino a la memoria el partidazo de los azulinos ante el Jumilla CF al que barrieron del campo con un juego rápido y espectacular amén del 4-0 final. Pero esto no sucedió y los espectadores salieron del campo satisfechos por el resultado pero decepcionados con el pobre juego desplegado en el segundo tiempo.
Aún así, los siguientes minutos fueron de un fútbol fluido por parte de los locales cuya superioridad era tan manifiesta en el electrónico como en el rectángulo de juego. De hecho, pasado el primer cuarto de hora, Carlos Ruiz, muy activo en el primer acto, realizó un buen cambio de orientación y Andrés Ramos que trazó la diagonal desde la izquierda controló, dribló a un defensor y su pase hacia atrás lo despejó la zaga alcalareña.
Poco después, en el 21, Chimo Enguix sacó una falta lateral al segundo palo y Mahanán cabeceó fuera por poco.
Hubo que esperar poco más de media hora para ver el primer tiro a puerta de los de José Antonio Asián. Fue Nacho quien desde lejos intentó sorprender a Dorronsoro pero su disparo cruzado salió muy desviado a la izquierda del meta azulino.
El Melilla se veía cómodo sobre el terreno de juego ante un Alcalá que sólo mostraba voluntad y poco más hasta que Sánchez Laso, que cuajó una buena actuación, declaró el final del primer tiempo.
La decoración varió a la vuelta de vestuarios. El Alcalá aprovechó el bajón de juego del conjunto melillense y las fuerzas se equilibraron aunque, a fuer de ser sinceros, los azulinos nunca vieron peligrar el marcador.
Los de Tébar desperdiciaron una oportunidad para agradar a la grada que poco a poco cayó en la desidia al igual que el juego de los unionistas que cada vez fue menos asociativo y efectivo. Tan sólo cabe reseñar, en el 56, una nueva subida por banda derecha de Sergio que asistió a Ramos pero el disparo del goleador azulino salió rozando la escuadra derecha de un adelantado Relaño.
Por parte sevillana, Ángel Luis lo intentó desde la frontal pero Dorronsoro atajó sin problemas. En el 61, Velázquez ejecutó, a pie cambiado, un libre indirecto y Gonzalo en el segundo palo cabeceó fuera por poco.
Asián buscó más mordiente dando entrada a Mustafa que se convirtió en el jugador más incisivo de su equipo gozando de alguna que otra ocasión pero sin consecuencias de cara al marcador que no volvió a moverse hasta el final del encuentro. El técnico visitante reclamó una pena máxima, en el 76, por considerar que Chema fue derribado en el área pero poco después, con la expulsión de Nandi por doble amarilla el choque quedó finiquitado aunque pasado el tiempo reglamentario, ya en la prolongación, Mustafa desaprovechó una clara ocasión para acortar diferencias.