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La Comisión Islámica de Melilla incluirá a dos mujeres dentro de su Junta Directiva

Con proyectos nuevos y dando “un paso adelante” por la ciudad, Hasan Laaboudi, asume la presidencia de la Comisión Islámica de Melilla (CIM). Fue elegido, el pasado domingo, en unos comicios en los que votaron más de 230 personas.

Tiene en mente impulsar la multiculturalidad en la ciudad y también plantea incorporar a mujeres dentro de la nueva junta directiva de la CIM. De las 13 personas que conforman la Junta Directiva estarán dos mujeres, asegura Laaboudi, e indica que han contactado con más pero, por el momento, prefieren seguir trabajando lejos de la esfera pública.

Laaboudi también es médico neumólogo del hospital Comarcal y aborda las limitaciones de aforo a causa de la pandemia en las mezquitas de la ciudad.

Un día después de su elección, El Faro ha hablado con él para conocer sus proyectos.

–¿Qué le hace volver, después de muchos años, a la escena pública?

–En la escena pública estuve en su momento en política pero hubo motivos para una dimisión y abandonar la política. Ahora mismo no es una vuelta a la política, es una vuelta a comprometerme con mi ciudad, me dicen que me necesitan las asociaciones que hay en la comisión para llegar a un consenso y poder, digamos, desatascar la situación que había. Ha sido un paso al frente por mi ciudad y por mi comunidad.

–¿Qué se ha encontrado en la CIM y cuáles son los proyectos que tiene para el futuro?

–Hemos encontrado una situación en las mezquitas de abandono, de falta de recursos y se ha pasado una situación de covid muy delicada, con un aforo limitado y con unas normas muy estrictas que se han cumplido con cierta dificultad. No ha habido apoyo para hacer, digamos, obras y acondicionar los locales para el rezo habitual.

En estos momentos la gestora saliente ha gestionado unas ayudas para acometer dichas obras y ahora mismo me encuentro en una etapa que se está relanzando. No es mérito mío, eso ya se está haciendo y las mezquitas van a estar en mejores condiciones y mejor atendidas.

–¿Con qué proyecto llega?

–Mi objetivo principal es que la actividad que se realice en la comunidad musulmana sea una comunidad abierta a la ciudad y una mano tendida a las demás religiones que hay en Melilla por la convivencia que muchas veces es tan delicada. Ese es un reto y me he propuesto llevarlo a cabo junto con un equipo de directivos que me van a ayudar en ello. Evidentemente no lo voy a hacer solo. Es con el compromiso de otros ciudadanos.

–Dice que próximamente se recibirán una serie de ayudas para la mejora de las mezquitas pero ¿buscarán otras vías, quizás internas, para seguir con las mejoras?

–Evidentemente. Estamos empezando. Se ha empezado con estas elecciones a elaborar un censo de afiliados. Se ha podido hacer la votación con ese censo pero es evidente que ahí tiene que estar comprometida toda la comunidad musulmana y hacerse cargo de los problemas que se viven en el día a día y que habrá que solventar de alguna manera, en colaboración con Ciudad Autónoma, a través de cuotas que se van a establecer y con colaboración de todos para que esto funcione.

–Melilla es una ciudad multicultural y usted hablaba de la integración ¿cómo quieren hacerlo?

–Melilla es especial. Dentro de lo que es la ciudad, una religión tan importante como es la musulmana es importante que participe en todas las actividades de la ciudad. Desde aquí una mano tendida a las demás religiones para la realización de cualquier acto interconfesional y que fuera reflejo de la convivencia en esta ciudad. Lo consideramos fundamental.

Incluso en la Junta Directiva hemos contactado con mujeres para que tengan representación oficial y que puedan llevar sus actividades e ir resolviendo alguna problemática que haya surgido.

–Incluirán a mujeres en la junta directiva ¿hay alguna otra medida que tomarán desde la CIM para que haya más participación de las mujeres?

–Es abierto, es lo que ellas consigan. Nosotros sabemos que hay mujeres dentro de la comunidad islámica que hacen una labor altruista y muy constante y queremos rescatarlas, que se incorporen a la actividad con nosotros. Es muy importante que se visibilice esa actividad.

–¿Cuáles son esas labores altruistas que quieren visibilizar?

–Las mujeres se están encargando de enfermos que no tienen medios de tratamiento, están ayudando a familias necesitadas que tienen escasos medios de subsistencia, tienen acceso a determinados bancos de alimentos que les ayudan. En fin, es una labor diaria y muy sostenida que la están haciendo con mucho mérito.

Hemos contactado con ellas y algunas todavía no están por la labor de hacerlo públicamente, pero siguen con su trabajo altruista diario. Es necesario recalcar que el que no haya mujeres públicamente no quiere decir que no estén trabajando, al contrario, yo le puedo decir que cuando una mujer se pone a trabajar en estas labores suelen ser mucho más efectivas que muchos hombres. Soy consciente de ello.

–¿Por cuántas personas está conformada la junta directiva de la CIM y a cuántas mujeres quieren incorporar?

–En principio de 13 personas, dos mujeres. Hemos contactado más, a cinco personas para meter en la junta directiva y no ha podido ser posible. Es decir, de 13 personas hemos conseguido que estén dos y el resto que van a colaborar estando allí. Cuesta mucho trabajo que la gente, desde el principio, ayude de forma abierta.

–Sin embargo, si más adelante se quieren incorporar en la junta directiva ¿podría ocurrir?

–Evidentemente. En la junta directiva hay unas labores para realizar en colectivo, es un trabajo de equipo y cualquiera que esté dispuesto a trabajar lo invitaremos y lo potenciaremos.

La pandemia

–En los últimos dos años debido a la pandemia no se han podido realizar los rezos colectivos en la explanada para la Pascua Chica y el Aid el Kebir. Usted también es médico, ¿confía en que si la situación mejora se puedan realizar en 2022?

–Como médico lo tengo claro, las medidas sanitarias hay que aplicarlas. Si en el momento en que vaya a ocurrir, hay condiciones para realizar el rezo y no hay una especial incidencia de la pandemia se podrá realizar, pero hay que tener mucho cuidado, que esto no va a terminar aquí y posiblemente lo tengamos que postergar más tiempo, según cómo esté la pandemia.

–¿Y dentro de las mezquitas, las medidas sanitarias?

–El aforo está limitado, lo que se ha regulado con medidas. Hay que higienizar, hay que poner una alfombra cada uno individual. Es una cuestión un poquito más laboriosa, muy difícil de llevar. Lo más difícil y que está costando trabajo es en el rezo de los viernes que cuesta trabajo cumplirlo pero se intenta siempre, pero falta personal y falta ayuda.

–¿Cuánta ayuda necesitan?

–¿Ayuda para cumplir las normas los viernes? Mejorar el nivel de conciencia general de la ciudad.

–Como nuevo presidente de la CIM ¿qué mensaje le daría a la comunidad musulmana?

–Lo que he hecho es dar un paso al frente por nuestra comunidad y conseguir unos objetivos, junto con un grupo de personas que estamos para solventar una situación de necesidad extrema que ha habido en nuestra comunidad. Intentaremos abordar todos esos problemas, pero lo principal es que se haga con ayuda de todos los ciudadanos, solos no vamos a poder hacer nada.

Cinco imanes atrapados en Melilla en una situación “precaria”

–Durante la pandemia y desde hace más de año y medio la frontera ha estado cerrada ¿los imanes han podido venir a las mezquitas de Melilla?

–La situación de los imanes es una muy precaria. Son imanes que se han quedado encerrados aquí en la pandemia, algunos, al menos que yo conozca, cinco, tanto ellos como sus familias sin atención sanitaria reglada.

La Delegación del Gobierno conoce el caso y hasta el momento no ha podido dar solución a esta situación. Pero es un problema que hay que resolver de forma urgente.

Se han quedado en Melilla sin documentación y sin atención sanitaria reglada. Pero una familia con niños tiene que tener ciertas soluciones y ciertas ayudas ya que es una actividad pública.

–¿Qué han hecho desde la CIM?

–Se ha intentado y se ha contactado con las autoridades locales y gubernamentales y no se ha dado solución al problema. Nosotros deseamos que se pudiera resolver el problema por el bien de la ciudad en general y de la comunidad musulmana en particular.

–¿Estos imanes han seguido yendo a las mezquitas?

–Su labor es en las mezquitas y además en una situación precaria, en covid, viviendo de la ayuda, de la caridad de los vecinos. Es una situación muy delicada. Nosotros no entendemos cómo ha podido continuar esto así durante todo este tiempo. Es un problema fundamental.

De hecho, en este proyecto que empezamos, consideramos que debe haber un proceso de regulación de documentación de todas estas personas que están aquí en la ciudad y que están conviviendo con nosotros y que están en una situación, digamos, irregular.

Una irregularidad no puede seguir así, durante tanto tiempo sin que se le dé solución. Se va a abrir una oficina de atención al ciudadano para regular y resolver este tipo de problemas.

–¿Cuántos imanes venían a Melilla para hacer los rezos?

–Cinco se han quedado varados aquí en la ciudad, pero hay más de 15 de las mezquitas. Algunos ya estaban aquí desde hace mucho tiempo y tenían su situación solventada.

Cada uno de los imanes tiene su labor en su mezquita y ninguna se ha quedado sin su asistencia religiosa porque la labor en la comunidad es diaria: cinco rezos al día, los sepelios que hay que hacer, que hay que realizar el rezo de los muertos... es decir, son actividades religiosas que hay que hacer en el día a día, sin falta.

–Durante la pandemia y por restricciones de movilidad ¿hay algún imán que ha tenido que venir desde la península?

–Puntualmente han tenido que venir para realizar algunos rezos, porque al principio no había, pero no se ha podido mantener en la ciudad cuando vienen de la península.

–Por otra parte, hace poco se anunció que el día del Aid el Fitr de 2022 será festivo en el calendario laboral ¿Cómo valoran este anuncio?

–Muy positivo. Tenemos dos festividades anuales. La fiesta del fin del Ramadán, como usted comprenderá después de un mes de ayuno es una fiesta muy señalada por todos los musulmanes. El día de descanso después del mes es una fiesta que celebrábamos de alguna manera. Que eso sea de forma oficial, la verdad que me enorgullece que en mi ciudad se pueda celebrar así. Todos los musulmanes estamos contentos porque eso se vaya a producir.

 

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