El final de las fiestas navideñas viene marcado por la alegría del Día de Reyes, que llena de magia e ilusión los hogares del país y nuestra ciudad, pero también supone la vuelta a la vida real, a la rutina y a enfrentar los excesos que hemos tenido en estas semanas. Es entonces cuando se ponen en marcha muchos de los propósitos que se han jurado cumplir para este 2024 y que, como siempre, se comienzan con mucha fuerza pero se desinflan rápidamente por el camino.
Las rebajas es una de las tentaciones que puede hacer que la cuesta de enero sea todavía más empinada. Aunque muchos aprovechan el dinero que le han regalado los Reyes Magos para renovar el fondo de armario o comprar a buen precio lo que los Magos de Oriente no han podido traerles, se recomienda no dejarse llevar y comprar con cabeza.
Esta cuesta de enero llega más pronunciada que la de 2023. Además de los típicos excesos que se producen en Navidad y que son inevitables por mucho que intentemos ahorrar o no despilfarrar, este año también se suman a la cuesta la luz, el gas, la vivienda o el transporte, y que afectarán a nuestro bolsillo como ya hicieron el año pasado.
Desde el 1 de enero la luz es más cara; algo que también pasa con el gas, el teléfono o incluso los peajes. Este es uno de los clásicos de estas fechas porque el nuevo año se estrena con una revisión de los productos y servicios siempre en alza.
Frente a todo esto algo que sigue siendo una queja generalizada es que los salarios parecen estar congelados, a pesar del importante aumento del resto de productos y servicios que se ha vivido en este último año.
“La vida está carísima”, afirma María. Algo en lo que coinciden otros encuestados del Faro, que opinan que no le falta razón. Junto a las energías, la vivienda también se encareció durante el 2023 con la subida de la hipoteca y del alquiler. Pero la cesta de la compra no se quedó atrás con precios desorbitados en productos de primera necesidad que se han convertido en objeto de chiste (como el aceite de oliva).
Enero es un mes de gastos, es algo en lo que la mayoría coincide y está concienciado. Después de las compras navideñas y los excesos de las fiestas, enero se convierte en el lunes del año. “Muy mal. Los sueldos no se pueden estirar y la vida cada vez está peor, más cara”, subrayó esta melillense.
Para muchos la cuesta empieza incluso antes de enero. Fernando comenta que antes de que acabase diciembre, sus finanzas ya habían sufrido una bajada importante. Diciembre ha sido un mes difícil, de muchos gastos, y teme que la cuesta se prolongue hasta febrero también.
Además de los habituales por Navidad, también ha hecho obras en casa y ahora tiene que empezar a remontar. “Mi situación este año es diferente, un poco especial. Pero aun así, no veo el momento de que pase este mes y comience a recuperarme”, cuenta.
Pero a pesar de que unos empiezan antes y otros más tarde, o con más o menos gastos, todos afrontan la cuesta de enero “como se puede” porque no queda más remedio. Antonia espera que la situación mejore y los precios comiencen a desinflarse; está jubilada y depende de su pequeña pensión por lo que tiene cierto temor ante la incertidumbre que le genera todo esto.
Por el contrario, Emilio, recién jubilado, espera afrontar la cuesta de enero bien, a pesar de que, señala, los jubilados son uno de los sectores de la población que más difícil lo tienen para salir airosos de esta cuesta. Pero se muestra optimista este año y confía en que todo irá bien.
Raúl es otro de los melillenses optimistas, que se encuentra comprando y disfrutando de las rebajas. Para él las vacaciones todavía no han terminado y asegura que no quiere pensar en la cuesta de enero hasta que le toque volver al trabajo. De momento quiere seguir disfrutando, pero cree que la solventará bien, al igual que ha hecho otros años.
Y es que, como dice, muchas veces la cuesta parece más grande cuando se está lejos o te encuentras a muy poco de ella, como ocurre en el mar cuando viene una ola. Pero después, una vez que la surfeas, “te das cuenta que no era para tanto. La pasaremos, como todo en esta vida”, apunta.
El optimismo siempre es un punto a favor en esta compleja época financiera y cree que es un factor importante a la hora de afrontar este mes.
Algunos consejos
La cuesta de enero es como se conoce a un fenómeno económico que se da principalmente por un mal manejo de las finanzas personales y el aumento de precio en productos y servicios con la llegada del nuevo año y que se concibe como la primera crisis del año que gran parte de la ciudadanía atraviesa porque tiene lugar en el primer mes del año y tras un periodo de excesos y gastos como es Navidad.
Aunque esta cuesta de enero venga más empinada que la de otros años, los expertos recomiendan que lo más importante para poder recuperarnos financieramente de las fiestas navideñas y sus excesos es una buena organización y planificación. Y es que aunque supone un esfuerzo extra este mes, surfear esta cuesta y salir airosos en enero compensará a la larga y hará que este 2024 que nos queda por delante sea mucho mejor.
Se recomienda hacer un presupuesto para controlar los gastos y que la cosa no se desmadre ahora que empiezan las rebajas, una de las fechas más esperadas por gran parte de la población para comprar productos a buen precio y hacerse con un buen fondo de armario (o renovarlo por completo).
Con este presupuesto se podrán controlar los ingresos y moderar los excesos lo mejor posible, ya que nadie descarta los futuros gastos que pueden llegar durante este mes de forma imprevista. Tener un presupuesto de nuestros gastos y llevar un control de ello ayudará en la cuesta de enero y durante todo el año.
Para ello también es recomendable analizar nuestra situación financiera para ser consciente de lo que se puede gastar y lo que no. Esto ayudará a reducir gastos innecesarios en enero que podremos dejar para más adelante, como suscripciones que no usamos o esa magnífica cuota del gimnasio que muchos pagan pero no van. Estos pequeños gastos pueden ser clave para equilibrar nuestro presupuesto.
Por otro lado, a la hora de enfrentarnos a las rebajas hay que moderar las compras y valorar si realmente son de primera necesidad o pueden esperar. También se puede comparar precios y ofertas, y no empeñarnos con una tienda o una marca en concreto.
El incremento de los precios de las energías sigue estando a la orden del día. Por este motivo, los expertos también aconsejan tener un consumo moderado durante este mes. Esto es algo que la mayoría de familias ya hacen durante el año, pero inciden en que en esta época hay que prestarle más atención, después del pico que suele producir las fiestas porque hay más gente en casa y se pasa mucho más tiempo en ella y en familia de lo normal.
En ese sentido, también es importante que todo el núcleo familiar se implique con estos consejos y ayuden a que la economía del hogar no se desinfle este mes. Parejas, amigos, compañeros de piso o los más pequeños pueden fomentar esta educación financiera más responsable y ayudarse unos a otros a estar más motivados con nuestras finanzas.
Aunque a simple vista pueden parecer consejos básicos y que la muchas familias llevan a cabo en su día a día, las voces expertas recomiendan que en estas fechas siempre hay que prestar especial atención a estos mismos factores y tener cuidado para que el resto del año continúe con buen pie.
Para algunos las semanas de enero se hacen tediosamente largas por estos mismos motivos, pero cuando llega febrero muchos consiguen recuperarse.