La basura no es sólo cuestión de salud pública, sino también de desarrollo económico. Así de claro lo ven varios comerciantes del barrio del Industrial que contactaron ayer con El Faro para comentar sus preocupaciones sobre la gestión de residuos en el día a día: “La basura pone en riesgo nuestros negocios. Los contenedores están saturados de desperdicios que se caen por los alrededores, generan malos olores y ahuyentan a la clientela”, explica Mohamedi Meziane, dueño de la cafetería Mare Nostrum. Este local hace esquina con el Paseo Marítimo y, además de tener vistas a la playa, tiene una hilera de contenedores muy cercanos a la zona dedicada a la terraza.
“Los cartones se acumulan fuera del contenedor azul y los papeles muchas veces vuelan y llegan a la terraza y alrededor del depósito verde hay muchos cristales rotos con los que alguien se puede cortar, pero el principal problema son los malos olores que se generan con la mezcla de líquidos y el calor, circunstancias que atraen a mosquitos. El olor es muy fuerte y llega a incomodar a los clientes de la terraza, pero también a vecinos y paseantes”, detalla Meziane.
Este melillense, que lleva años en el sector de la hostelería, presentó el pasado 12 de marzo una carta a la Consejería de Medio Ambiente en la que solicitaba la retirada de estos tres contenedores de vidrio y papel de la zona de su terraza por cuestiones higiénicas y sanitarias, pero también estéticas y prácticas. En el escrito, Meziani recordó que la presencia de estos contenedores estaba afectando negativamente al desarrollo de su negocio y, por ello, demandaba que fueran trasladados a una ubicación en la que no afectaran a ningún negocio y, menos, si era del sector hostelero.
No obstante, éste no es el único hostelero del barrio que se queja de la acumulación de residuos en los alrededores de los contenedores sobrecargados. Mohamed Al-Lal Hamed, dueño de la Pizzería Dina, también próxima al Paseo Marítimo, se suma a la queja y lamenta que en más de una ocasión ha visto cómo clientes potenciales pasaban de largo de su terraza por los malos olores que emitían los cuatro contenedores grises que tiene en frente. Se quejó y consiguió que los desplazaran dos metros, pero siguen ocupando parte de su puerta. “Quiero que los quiten de ahí y los pongan donde no molesten a nadie”, comenta.
Vecinos de ambos establecimientos se sumaron a las quejas. “Vivo en un primero exterior y siempre que me asomo a la ventana veo la calle llena de basura”, dice uno de ellos. “Cuando bajo a sacar al perro, tengo que tirar de él para que no se acerque. Me da miedo que se pueda infectar con algo, hay muchos insectos ahí”, añade otro.
Estos testimonios explican a este diario que ven con buenos ojos que amplien el servicio de limpieza, aunque reconocen que no se trata de sobrecargar a la plantilla actual, sino de aumentarla para distribuir mejor la dedicación y recursos por zonas. Sin embargo, consideran que desde la Consejería de Medio Ambiente no se está haciendo nada y que hace caso omiso a la carta que presentó Meziane hace ya cuatro meses, cuando todavía no había empezado la temporada alta para restaurantes y cafeterías.
Por su parte, José Antonio Díaz, el jefe de servicio de limpieza de Melilla UTE, la empresa que actualmente es la responsable, aseguró en declaraciones a El Faro que un equipo de 53 personas barre a diario de lunes a sábado, en turnos de mañana, tarde y noche, todas las calles de la ciudad, tanto con el sistema de barrido manual como el mecánico. Además, también se distribuyen los equipos por zonas para el bardero.
En referencia a la gestión de los contenedores, Díaz señaló que se recogen los 365 días del año, por la noche y a primera hora de la mañana. “El servicio de recogida de basura de contenedores también pasa por la tarde para retirar los de los establecimientos de hostelería”, comentó e indicó que de momento no había recibido ninguna queja al respecto.
Los afectados por esta situación reconocen que parte de esta situación deriva del incivismo de algunos ciudadanos, que no respetan el medio ambiente ni el entorno y no se preocupan por tirar la basura donde deben. “Hay vecinos que tiran la basura fuera del horario señalado y por fuera de los contenedores. Así es normal que huela mal y aparezcan mosquitos y otros bichos”, critica Meziane. Al-Lal coincide con él y opina que algunas personas no son conscientes del daño que hacen al no respetar las mínimas normas de convivencia.
Tanto hosteleros y vecinos coinciden en hasta tres medidas para evitar o al menos mejorar este tipo de situaciones que empeoran en verano por las altas temperaturas. La primera, como ya señalaron anteriormente, pasa por ampliar el servicio de limpieza. La concienciación de los ciudadanos vendría a ser la segunda, aunque reconocen que esta opción requiere paciencia y esfuerzo, ya que se consigue a largo plazo con campañas de educación e iniciativas sociales. La tercera solución y, quizás la más directa, es sancionar a todas las personas que no respeten las normas básicas a la hora de gestionar los residuos. “Las multas educan”, dice uno de los vecinos que prefiere permanecer en el anonimato.
El diputado de Ciudadanos Luis Escobar se hizo eco ayer de las quejas de estos y otros vecinos por la “insalubridad” que padecen varios barrios de Melilla por “la falta de un buen servicio de recogida de basuras”. Escobar mostró fotografías de otras zonas de la ciudad, no sólo del Industrial, en la que la basura sobresale de los contenedores y otros residuos se escampan por la acera. “La Ciudad invierte millones de euros en limpieza, pero los resultados brillan por su ausencia”, comentó y añadió: “Ya no sólo plásticos y cartones se amontonan en la calle, ahora también lo hacen insectos, roedores y otros bichos, algo que empeora con el calor del verano y que crear muy malos olores”, explicó.
Este diputado de la formación naranja señaló que la Consejería de Medio Ambiente había firmado en abril un nuevo contrato con la empresa Valoriza, filial de Sacyr, para que desarrollara los servicios de limpieza durante los próximos cuatro años por un importe total de 53 millones de euros. Según sus cálculos, esta cifra representa 1.100.000 euros al mes de gasto, lo que equivale a 1.500 personas recibiendo el Salario Mínimo Interprofesional (735,90 euros mensuales). Así, este diputado criticó que en los casi dos meses de servicio que lleva esta empresa, se hayan gastado casi dos millones de euros “para que la ciudad esté así de sucia”.
No obstante, tanto la Dirección General de Valoriza Medio Ambiente como el consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, corrigieron esta afirmación y recordaron que Valoriza no comienza sus servicios hasta el 16 de julio, según se estableció en el contrato para relevar a la actual responsable de la limpieza de la ciudad, la empresa Melilla UTE, que consiguió tres meses de prórroga en el contrato hasta que el Tribunal Contractual resolvió el caso del nuevo pliego en favor de la Ciudad y Valoriza.
A pesar de ello, el diputado de Ciudadanos instó a la Consejería a controlar el cumplimiento del contrato, a planificar la limpieza marcando unos objetivos y a seguir de cerca la ejecución. Por último, Escobar reconoció que parte de la culpa la tienen los ciudadanos incívicos, por ello llamó a la responsabilidad ciudadana para cuidar entre todos del medio ambiente.
El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, explicó ayer a este diario que a mediados de este mes Valoriza Medio Ambiente tomará el relevo en el servicio de limpieza que ha desarrollado Melilla UTE en los últimos seis años. Quevedo afirmó que con el nuevo pliego se ha “mejorado la limpieza de la ciudad” y aseguró que “seguirá así”.
El responsable de Medio Ambiente criticó que Escobar se limitara a sacar fotografías aleatorias de contenedores y no se informara antes de cómo se gestiona el servicio de limpieza. Por ello, detalló las próximas mejoras que se pondrán en marcha a partir del lunes 16. Entre ellas, destacó que medio centenar de trabajadores pasarán a jornada completa, algo que definió como un “salto cualitativo de personal de limpieza”, y apuntó que la nueva empresa tiene seis meses, hasta mediados de enero de 2019 para incorporar nueva maquinaria a estrenar en el servicio de Melilla.
También indicó que se incorporarán 1.200 contenedores nuevos, entre los que se encuentran los esperados contenedores amarillos para reciclar los envases de plástico, y destacó que se traerá un nuevo camión de recogida bidireccional, ya que el actual sólo permite recoger basura desde un lateral. Más allá de estas novedades, Quevedo se centró nuevamente en las críticas del diputado naranja al actual servicio de limpieza. “Como comprenderá, los barrenderos no van a estar por la noche barriendo las calles porque haya gente que saque la basura de los contenedores. Hay que trabajar también en civismo”, apuntó.
El consejero recordó que para mantener el entorno limpio no sólo hay que limpiarlo, sino también evitar ensuciarlo. Aún así, remarcó que el servicio de barrenderos trabaja todo el año de lunes a sábado que próximamente ampliará también a los días que caigan en puente, y señaló que el de recogida de basuras se lleva a cabo los 365 días del año. “No todas las ciudades europeas recogen la basura todos los días. Nosotros podemos presumir de este servicio, pero hay que concienciarse y trabajar para ensuciar y generar menos residuos”, comentó. Por último, invitó a Escobar nuevamente a informarse cuando se nota su “desconocimiento total” en esta materia.
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