“El Comarcal no está a la altura de ningún hospital español”

•Afirma que “es difícil” confiar en la pronta reanudación de las obras del Hospital Universitario, dada la gestión realizada por el PP •“Las instalaciones de Urgencias me parecen indignas”

Durante tres días, el portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso de los Diputados, Jesús María Fernández Díaz, se ha empapado de la realidad que se vive en Melilla en materia sanitaria. Tras su primera visita a la ciudad, a la que llegó el lunes, el socialista tiene claro que la mejora de la Sanidad debe ser una prioridad “urgente”. Según señaló en esta entrevista concedida a El Faro, la saturación que sufren los sanitarios, la falta de equipamiento o el estado de las instalaciones requieren de una mayor dotación presupuestaria, además de insistir en la necesidad de retomar las obras para la construcción del Hospital Universitario.

–¿Qué ha estado haciendo durante estos tres días?

–Pues he mantenido encuentros con representantes de sindicatos de enfermería, de auxiliares de enfermería y sanitarios. También con las asociaciones de pacientes que hay en la ciudad. He tenido la oportunidad de visitar las obras paradas del Hospital Universitario, el Comarcal y también de ver algunos de los centros de salud.

–¿Cuáles son los aspectos de la Sanidad que más le preocupan tras su estancia en Melilla?

–La situación de la Sanidad en Melilla no se corresponde con la de una ciudad española. Me preocupa la saturación que atraviesan los centros de salud, ya que el numero de pacientes por médico o enfermero supera en un 40% la media española. Las instalaciones de Urgencias me parecen indignas. Hay un déficit injustificable en la dotación del equipamiento del Comarcal, tanto en atención de salud mental como, por ejemplo, en la falta de una resolución magnética. Nunca se tendrían que haber paralizado las obras del Hospital Universitario.

–La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, manifestó su intención de retomar las obras del Hospital Universitario. ¿Confía en que esto ocurra pronto?

–Es difícil de confiar viendo la gestión que ha llevado el Ministerio de Sanidad. El PP ha presupuestado mal las inversiones tanto en Melilla como en Ceuta, por debajo de las necesidades reales. El año pasado, además, dejó de presupuestar el poco presupuesto de inversiones destinado a Melilla. La ministra presentó su plan de trabajo para los presupuestos de 2017 y dijo que se iban a retomar las obras. Estamos en octubre y todavía no se han reiniciado. Nosotros vamos a ser muy exigentes desde el PSOE para que las obras se reinicien cuanto antes. Se tiene que elaborar un nuevo plan director que defina cuántas camas se necesitan, cuántos paritorios, quirófanos, la distribución de los espacios... Se tiene que actualizar, pero escuchando a los profesionales

–En la última semana se han producido dos agresiones al personal del centro de salud de Cabrerizas. ¿Cómo cree que se debe reaccionar ante las conductas violencias hacia los sanitarios o trabajadores de los centros?

–Hay que actuar en el momento que ocurre la agresión para garantizar la seguridad de los profesionales. He tenido conocimiento de lo que se denomina el ‘sistema de pánico’, que es el que alerta cuando hay una amenaza de agresión. Este ha estado en los últimos años inutilizados y ahora se ha puesto en marcha. Nos comentaba un profesional ayer que da igual que toques el timbre si luego no viene nadie.

Desde mi punto de vista, hay que trabajar en la prevención de las agresiones y mejorar los espacios de trabajo. Muchas de estas conductas vienen por momentos de tensión, después de que un paciente o un familiar haya esperado demasiado tiempo a que se le atienda. También influyen las condiciones de hacinamiento que se producen en los centros de salud, o la proximidad de la sala de exploración a la sala de espera. Por otro lado, hay que implantar medidas en que pueden ir desde una mejora del personal de seguridad, para que cuando vean que entra una persona sospechosa eviten que entre al centro.

–Sindicatos médicos apuntaron a la posibilidad de que en los centros más conflictivos haya agentes de la Policía Nacional. ¿Estaría de acuerdo?

–Los expertos en seguridad son los que tienen que decir cuáles son las medidas más adecuadas para prevenir estas agresiones. El asunto es que se pueden tomar medidas sin necesidad de militarizar los centros de salud para evitar esas agresiones. Se puede recurrir a medios electrónicos, a cámaras, etcétera, para intervenir cuando una persona se empieza a poner nerviosa. Hay otras soluciones antes antes de poner a agentes de la Policía Nacional en cada consulta.

–Usted ha dicho que el Hospital Comarcal le recuerda a hospitales de países de Europa del Este o Latinoamérica. ¿Por qué?

–-Llevo mucho tiempo trabajando en política sanitaria y me he dedicado durante muchos años a asesorar a gobiernos de distintos países sobre cómo organizar sus servicios sanitarios. Me ha llamado mucho la atención la zona en la que se hacen las negurizaciones a pacientes que requieren algún tipo de apoyo respiratorio, por ejemplo, o el área de espera de los pacientes en Urgencias. También las filas de personas que se forman para que se les extraiga una muestra de sangre… Son situaciones que no están a la altura de ningún hospital español. Nunca se tendrían que haber paralizado las obras del Hospital Universitario y tampoco se han hecho las inversiones necesarias para el buen funcionamiento del Comarcal.

–Usted aboga por la creación de un convenio con un hospital de referencia para que los melillenses reciban los tratamientos que no están en la ciudad.

–Es evidente que en Melilla, con la población que tiene, nunca se va a justificar que se presten determinados servicios de alto riesgo. Por poner un ejemplo, una cirugía cardiaca u otros tipos de cirugía oncológica, porque son muy complicadas. Si hay que derivar pacientes, vamos a hacerlo en condiciones, mediante un convenio con un hospital de referencia. Esto traería muchas ventajas. Primero, el paciente va a ir derivado sabiendo en qué día se le va a atender, en qué hueco, contando con una cama hospitalaria o con la intervención quirúrgica ya programada. También sería muy ventajoso para los profesionales. Uno de los problemas que tiene Melilla es que tiene que hacer atractivo el ejercicio de la profesión médica en la ciudad. Estos convenios pueden dar la oportunidad a los profesionales de acceder a cursos de formación continuada o de formar parte de equipos de investigación con otros hospitales. Sería una manera de trabajar en el miedo que tienen médicos y enfermeros, para que lo pierdan una vez que sepan que Melilla puede ser una ciudad atractiva para trabajar.

–¿Por qué diría que tienen miedo los sanitarios de la península a venir a trabajar a Melilla?

–Este es un entorno diferente. Es una ciudad española en África. La sociología es diferente, las dificultades también para poder acceder a traslados en la península, las condiciones para adquirir una vivienda… También me figuro que influye la sensación de estar rodeados de una frontera con una valla. Es evidente que para una persona que no está acostumbrada a venir aquí le puede suponer un cierto miedo, pero creo que este se pierde al llegar aquí y al hablar con la gente.

–Tras su visita a Melilla, ¿planteará los problemas de la Sanidad de la ciudad en el Congreso de los Diputados?

–Sí, vamos a continuar haciéndolo. Vamos a seguir poniendo en la mesa del Congreso y del Senado las cuestiones relativas a la Sanidad en Melilla para que sigan siendo objeto de debate, poner las pilas a la ministra y a los directores de Ingesa. La mejora de la Sanidad de Melilla no puede esperar.