La Procesión del Encuentro puso ayer un brillante broche de oro a una Semana Santa que, salvo amenazas finalmente solventadas por causa de la falta de portadores, no ha notado el éxodo masivo de melillenses en el mucho público que ha acudido a ver sus pasos procesionales. Un total de dieciocho repartidos en doce procesiones distintas, que ayer, en la confluencia de las del Rocío y el Resucitado, encontró su mejor colofón en beneficio de nuestras tradiciones.
No obstante, como reconocía el presidente de la Agrupación de Cofradías, Gregorio Castillo, es preciso solventar una falta de portadores que se hace especialmente patente en algunas hermandades, como ha sucedido este año con las del Nazareno y la del Flagelado.
La nueva asociación de portadores de trono no está siendo lo suficientemente activa ni se está dando a conocer a la Agrupación como sería deseable, en aras a solventar el principal problema o amenaza de nuestra Semana Santa. No obstante, queda otro año por delante para poner remedio y, como dice Castillo, buscar la forma d