Coincidiendo con el noveno aniversario de su asesinato por ETA, el próximo 17 de septiembre realizará un acto en el que pondrá oficialmente su nombre a una glorieta de la localidad. Coincidiendo con el noveno aniversario del asesinato cometido por ETA del Guardia Civil melillense Antonio Molina, el Ayuntamiento de Collado Villalba rendirá el próximo 17 de diciembre un homenaje al melillense con la inauguración de la glorieta que llevará su nombre, ubicada junto al Cuartel de la localidad.
De esta forma se quiere rendir tributo y memoria al que fuera vecino del municipio. Gracias a su labor, y a la de su compañero, Juan Aguilar Osuna, el 17 de diciembre de 2002, se desactivó un comando de la banda terrorista que iba directo a la capital de España para cometer atentados de incalculables y dramáticas consecuencias.
El homenaje se llevará a efecto por acuerdo plenario del Ayuntamiento de Collado Villalba, en el que se acordó además dar el nombre de Antonio Molina a la glorieta ubicada en la confluencia de las calles Carretera de la Granja, Anastasio Nieto y Mataelpino, justo frente al Cuartel de la Guardia Civil en el que el melillense. prestó sus servicios.
La concejal de Seguridad Ciudadana, Inés Berrio, señaló que “con este acto se quiere rendir un sentido homenaje de todos los ciudadanos a una persona que dio su vida por nosotros en el cumplimiento de sus funciones”. “Es un reconocimiento y recordatorio de Collado Villalba a Antonio Molina y a todas las víctimas del terrorismo”, subrayó la edil en declaraciones a medios de la provincia.
En Melilla, la Asamblea de la Ciudad le concedió a título póstumo la Medalla de Oro de Melilla y el título de ‘Hijo Predilecto’.
También en su honor se bautizó una de las nuevas avenidas de Melilla, en concreto la que se sitúa a espaldas del Paseo Marítimo y que colinda con la Plaza Multifunción de San Lorenzo.
Cuando falleció, Antonio Molina Martín tenía sólo 27 años. Primogénito de una familia de cinco hermanos, ingresó en la Guardia Civil en octubre de 1992. Tras su período de Academia, acabó destinado en el cuartel de Collado Villalba cinco años antes de su muerte. El 17 de diciembre de 2002, en torno a las cuatro de la tarde, Antonio Molina Martín y su compañero Juan Aguilar Osuna comprobaron la sospechosa actitud de dos ocupantes de un turismo de color azul, al que le dieron el alto. En su interior iban dos miembros de un comando etarra, que abrieron fuego contra el melillense y su compañero. Posteriormente se comprobó que el vehículo estaba cargado de explosivos que iban destinados a ser colocados en varios aparcamientos de varios centros comerciales de Madrid durante las Navidades.