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Colas al reanudarse la vacunación en Polavieja

Eran las 9 de la mañana y ya habían comenzado a llegar al Centro de Salud Polavieja los primeros melillenses en querer vacunarse contra el covid después de la suspensión de estos días. En unos minutos se había formado una cola de unas veinte personas esperando su turno.

La reapertura de la frontera y el anuncio de sus medidas, provocó que la gente que todavía no se había vacunado acudiera en masa a los centros de salud para conseguir el certificado covid y poder cruzar a Marruecos.

Esta alta demanda acabó con las existencias de las vacunas que había en la ciudad y desde Salud Pública tuvieron que solicitar una nueva tanda. Ahora, tras más de una semana de espera, han llegado las 3.500 dosis de Pfizer.

Aunque hay muchas ganas de vacunarse, la jornada se fue desarrollando de forma tranquila y sin altercados, según informaron agentes de seguridad del centro médico. Los ciudadanos que esperaban a las puertas de Polavieja fueron accediendo a su interior de forma ordenada.

A pesar de que estaban allí para vacunarse, cada melillense tenía un motivo distinto. La gran parte de ellos querían poder atravesar la frontera de Beni Enzar sin ningún problema.

Algunos ya tenían puesta la primera dosis, pero bien por dejadez o porque habían cogido el virus, no habían continuado con la pauta de vacunación.

En el caso de Yonaida, aunque tenía ganas de ir a Marruecos por la Fiesta del Cordero, iba a ponerse la vacuna por si acaso decidía ir, pero que, aunque la tuviera, no sabría todavía si iba a ir pronto o ya más adelante. Su familia, al igual que ella, habían cogido el coronavirus y solo se habían puesto la primera vacuna.

Los que no se la habían puesto antes, afirman que ha sido más por despiste que otra cosa y porque, siendo sinceros, antes tampoco les había hecho realmente falta.

Ainoa, una estudiante universitaria, asegura que fue dejando pasar el tiempo hasta que, antes de que se diera cuenta, ya se le había pasado el plazo. Ahora que se han vuelto a poner en marcha los puntos de vacunación, quiere aprovechar y terminar lo que empezó.

Otros estaban allí porque tenían que finalizar la pauta para conseguir el certificado covid, como les correspondía. Uno de ellos es Manuel, a quien tan solo le queda por ponerse la tercera dosis. Él afirmó no tener ningún interés en salir a Marruecos, pero sí quería tenerlo como salvoconducto para cualquier viaje que realizase en el futuro.

Hassan tiene puesta dos vacunas, pero al volver de Marruecos hacia Melilla, tuvo que hacerse una PCR para cruzar de nuevo. “Como están caducadas y han pasado ya nueve meses, tengo que ponerme la tercera para poder entrar y salir”, apuntó.

También estaban los que no se la habían puesto antes por miedo, pero ahora deben tenerla sí o sí para poder salir de Melilla. Inés, por ejemplo, es una ciudadana que afirma hacerlo por obligación, ya que gran parte de su familia está en Marruecos y sino no puede ir a verlos. Además, asegura que la primera dosis también se la puso “obligada” para tener que trabajar y que, si no fuese así, no estaría allí porque “de alguna forma habrá que morir”.

A pesar de todo, Janna ve el lado positivo y asegura que la apertura de la frontera ha animado a mucha gente a vacunarse, aunque solo sea por ese motivo. “El covid sigue ahí”, señaló. “Mucha gente que tiene miedo a vacunarse, ahora lo hace porque tiene muchas ganas de ver a su familia”.

A partir de hoy podían volver a vacunarse los adultos nacidos en 2004 o antes para la primera, segunda y tercera dosis; a partir de 12 años la primera y segunda dosis; y los niños también en primera o segunda dosis. Los melillenses que quieran acudir en el Centro de Salud de Polavieja podrán hacerlo de lunes a viernes de 9.00 a 14.00 horas, sin cita previa y totalmente gratuito, como siempre.

Laboratorio covid

En el laboratorio covid de la ciudad también se había habilitado como punto de vacunación de 10.00 a 13.00 horas. Muchos melillenses se habían desplazado hasta el lugar y sobre las 11.00 se había generado una cola de unas cuarenta personas, mucho más que en el centro de salud Polavieja.

Los que querían vacunarse, iban llegando y formando una cola, sin número, e iban entrando en orden de llegada. Al igual que pasaba en Polavieja, la mayoría de los que estaban allí querían completar la pauta de vacunación, que la habían dejado a medias, para poder cruzar la frontera y viajar a Marruecos.

Tampoco se han registrado incidentes allí y, a pesar de que había más gente, la jornada pareció desarrollarse de forma tranquila. La gente fue accediendo al interior del laboratorio de forma ordenada y sin producirse altercados.

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