La clínica dental del CETI cumple un año en pleno funcionamiento

La mayoría de los ciudadanos melillenses conocen el Centro de Estancia Temporal para inmigrantes desde fuera, es inconfundible el edificio que hay a pocos metros de la valla. Por dentro, es como un barrio en sí y al fondo, a mano derecha, se encuentra la clínica dental, tal y como indica un letrero de azulejos. La Fundación Odontológica lleva desde 2016 en Melilla, supliendo cuidados bucodentales a los residentes del CETI por temporadas cuando venía un equipo de la península para ejercer dicha labor.

Sin embargo, desde hace alrededor de un año, la clínica está abierta de forma regular y atiende a los pacientes cuatro días a la semana. Esto ha sido posible gracias a Nicias Afoumpam Poni, un joven odontólogo de Camerún que ha sido enviado por la Fundación Odontología Social. Tras terminar sus estudios en el máster ‘Odontología Social y Comunitaria’ de la Universidad de Sevilla y dirigido por Antonio Castaño Seiquer, cerebro de esta clínica, Nicias decidió establecerse en Melilla para poner en marcha de forma regular la clínica dental.

Aún siendo festivo, él junto a siete compañeros más, atienden a los residentes del centro que necesiten atención. En total son cinco odontólogos y tres estudiantes que en unos meses acaban el máster y ofrecen una mano como auxiliares. Nicias explica que también está haciendo un doctorado y que por su compromiso con la Fundación, decidió quedarse en la clínica de Melilla y cree que seguirá por más tiempo coordinándola. Detalla que suelen ver a unos 100 pacientes al mes a pesar de la pandemia.

Daniel Fernández también es un odontólogo que tras terminar el máster, que les ofrecía la opción de ir a la clínica del CETI, ha seguido vinculado al proyecto. Asegura que se quedó impregnado de la realidad del lugar y es por ello que viene a la ciudad asiduamente para echar una mano a los nuevos compañeros que van llegando y transmitirles su experiencia. Uno de los detalles que más le impresionó al llegar al centro para inmigrantes fue ver la valla, Marruecos y el campo de golf al lado. Añadió que tampoco se imaginaba que el CETI fuera “como una ciudad”.

Por su lado, Jessica Paredes es una de las jóvenes que está terminando el máster y ha venido desde México. Explicó que cuando terminó la carrera en su país, tuvo la oportunidad de continuar sus estudios en España. “A mí me encanta conocer culturas y la odontología me fascina, así que si la puedo combinar viajando, yo feliz”, dijo. Ya que el máster ofrecía venir a Melilla, aprovechó para venir y ha visto cómo las caries afectan de forma distinta según el origen de la persona.

“Lo que más aprendes es humanidad”, afirmó Daniel, porque se ve un mundo totalmente diferente a la realidad a que están acostumbrados a ver desde fuera. “Es como un choque completamente, que te deja desubicado”, dijo. Para Nicias también ha sido un gran impacto trabajar en la clínica. Explica que él vino a España en avión, un hecho que considera un lujo después de haber conocido compatriotas suyos que han venido a pie o en patera después de haber cruzado el desierto.

Son numerosas las dificultades por las que pasan los refugiados del CETI. Daniel relató el caso de una mujer, con una niña pequeña, víctima de violencia de género a la que su marido le rompió los dientes y para poder atenderla tuvieron que hacerlo primero con el marido, si no, no dejaba que la atendiesen. Jessica también narró que le reconstruyeron las paletas a un joven y vieron que a partir de ese momento se relacionaba más con el resto de sus compañeros, cuando antes se aislaba más por la vergüenza de su sonrisa.

Nicias señaló que gracias a que ahora está abierta con regularidad la clínica, pueden hacer un mejor seguimiento a sus pacientes y ven la mejoría, aunque la temporalidad de muchos de ellos también lo dificulta.

Todos resaltan la importancia de la higiene bucodental. Jessica explicó que realizan tratamientos desde lo funcional hasta lo estético y subrayó que muchas enfermedades se diagnostican en primer lugar en la boca, como la diabetes o la hipertensión. El trabajo de ellos, apuntó, es disminuir la carga de todo lo que han vivido ayudándoles a tener una mejor salud.