Clase ‘doble’ de Lengua para que el Juan Caro ‘aprenda’ castellano

 El colegio asegura que aunque es un centro de ‘difícil desempeño’, sus alumnos consiguen en un 70% aprobar las asignaturas del curso.

El colegio Juan Caro es un centro de difícil desempeño. Ésta es la ‘etiqueta’ que la ha puesto el Ministerio. Pero, ¿cómo se traduce ese ‘difícil’ en las aulas? El problema que tiene el Juan Caro es que gran parte de sus alumnos no habla bien castellano. De ahí, que programen ‘clases dobles’ de Lengua cada día en algunos cursos. En este centro tienen más sentido que en ningún otro los programas de refuerzo. De hecho, desde el colegio aseveran que los proyectos de apoyo escolar están funcionando desde hace años y destacan que gracias a estos programas los alumnos consiguen superar los objetivos del curso.  
Es cierto que hay problemas para que los alumnos entiendan las lecciones porque no se manejan muy bien con el idioma, pero desde el colegio aseveran que los resultados finales de los estudiantes no son tan diferentes a los del resto. Calculan que más de un 70% del alumnado consigue aprobar las asignaturas, así que insisten en que a pesar de las dificultades sus alumnos salen adelante.

Más esfuerzo para el ‘profe’
Desde el Juan Caro afirman que la entrada de estos alumnos sirios a las clases implica que el profesor tiene que “esforzarse más” en llegar con su mensaje a estos menores. Señalan que les dan todos los refuerzos educativos que pueden, pero insisten en que no sirve de mucho cuando a las pocas semanas dejan el colegio.
Otro de los temas polémicos de este inicio de curso fue la norma por la que el Ministerio obliga a los centros a dar clases de 45 minutos en lugar de 55. A este centro no le afectó la polémica porque ya habían diseñado los horarios con 45 minutos por sesión. En el centro necesitan dar más de un ahora y media de Lengua al día de forma que antes de que llegara esta norma lo tenían complicado para organizar dos sesiones de Lengua en un mismo día. No obstante, al centro no le parece bien que la norma sea tan estricta con los minutos que debe tener cada asignatura. Aseguran que en su caso viene bien esas ‘clases dobles’ de Lengua (45 minutos más 45 minutos), pero afirman en que sería mejor que los colegios tuvieran independencia para aplicar los horarios según las características de sus propios alumnos.

Clases con y sin ratio elevada
En cuanto a la ratio, este centro tiene clases saturadas y clases con menos alumno. Su denominación de centro de difícil desempeño no ha impedido que en determinados cursos se superen los 30 estudiantes por clase. ¿El motivo? Pues que no hay suficientes colegios en Melilla para acoger a tantos escolares, señalan desde el Juan Caro. Analizando un poco la ratio de centro, comentan que ha entre 23 y 24 estudiantes por clase en cuarto de Primaria, un grupo con el que se puede trabajar para superar los problemas que encuentran los niños para aprender castellano. Pero también hay clases con 30 y 31 niños como las de tres años de Educación Infantil.
A los escolares que no saben hablar ni expresarse correctamente en castellano se suman los niños con necesidades especiales. También en el centro hay un grupo que recibe todos los apoyos que se le pueden dar. Desde el colegio reconocen que hace unos años había una ley que limitaba el número de estudiantes en una clase cuando había matriculados en el mismo aulas otros niños con necesidades especiales. Esta norma tenía como objetivo que los maestros pudieran atender mejor a todos sus alumnos. Sin embargo, esto no se puede cumplir en una ciudad donde no hay centros suficientes para acoger a los menores y éstos se tienen que repartir por todos los colegios aunque sus clases estén llenas. Y en referencia a las características de los estudiantes, el Juan Caro fue uno de los centros que recibió hace unas semanas a un grupo de menores sirios del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI).

Más alumnos
Desde el colegio indicaron que tras el inicio de curso se sumaron 22 alumnos del CETI de los que aún hay 12 en las aulas. Además, hace pocas semanas recibieron a otros 22 más aunque en un principio se había anunciado por parte de la Administración que serían 35. En el centro están resignados con este tema. Entienden que hay que acoger a los estudiantes y no se oponen a ello, pero atender a estos alumnos implica reorganizar determinadas clases y destinar unos recursos que en pocas semanas se dejan de utilizar porque estos menores se van del colegio para marcharse con sus familias a la península. Se preguntan si en el CETI no podrían crear un aula donde les enseñaran algo de castellano para que se pudieran reincorporar a las aulas de los colegios con algo más de conocimiento del idioma. De esta forma, sería más fácil acoplarlos a los programas de refuerzo educativo que ya están en marcha y al resto de asignaturas.

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