Un pequeño acto en memoria de los bomberos que perdieron la vida en 1944 durante las labores de extinción de un incendio y en el día del patrón de los Bomberos, San Juan de Dios, fue colocada una ofrenda floral en el cementerio su memoria.
El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, participó en el acto, así como el vicario de la ciudad, Eduardo Resa, quien leyó un responso en memoria de los bomberos, la jefa del cuerpo de Bombero y otros miembros del cuerpo.
Este año, el acto fue distinto, la pandemia también estuvo presente ya que el número de bomberos que participaron en el acto fue menor al de años anteriores debido a las normas preventivas por la pandemia del coronavirus.
Homenaje
En el sencillo pero emotivo homenaje se depositaron las coronas de flores en las tumbas de los bomberos fallecidos en 1944, Miguel Lirola Simón y Pedro Pérez Torregrosa así como un tercero, el funcionario de aviación Antonio Albertu Tejeda, también fallecido en la extinción de ese mismo incendio en la ciudad.
Durante la ceremonia el vicario leyó un responso por las víctimas,y posteriormente se depositaron los ramos de flores. El Cuerpo de Bomberos surgió en Melilla en 1925, dependiendo entonces de la Junta de Arbitrios de la ciudad, el embrión del futuro Ayuntamiento, entonces compuesto por militares y civiles. Antes de ello, existía un Cuerpo de extinción perteneciente al Regimiento de Ingenieros.
El suceso que causó la muerte de estas tres personas fue el incendio de la ferretería Cabanillas, ubicada antaño en la calle Sidi Abdelkader, en el barrio Héroes de España.
El Cuerpo de Bomberos de Melilla se ha distinguido en numerosas ocasiones al prestar ayuda a los melillenses. Sus intervenciones más importantes las han efectuado durante las fuertes inundaciones que padeció la ciudad en los años 2008 y 2009, sin dejar de lado cada una de las intervenciones que realizan tras alguna llamada de auxilio. La voluntad de trabajo y ayuda siempre está presente en sus actuaciones.