Dentro de las metas que se propuso el Banco de Alimentos de Melilla como la lucha contra la pobreza, también está la sensibilización y concienciación de la ciudadanía para evitar el despilfarro de la comida.
Con el programa ‘La comida no se tira’, la entidad está llevando charlas a las ludotecas y centros educativos, así como también las han recibido los voluntarios de la institución que pertenecen a Feafes, Aspanies y miembros del Centro de Reforma por la Fundación Diagrama.
Así lo explicó Pedro Paredes, presidente del Banco de Alimentos de Melilla, quien explicó que en España se despilfarran 8 millones de toneladas de alimento al año, una cifra sorprendente que debería llamar la atención porque “es el séptimo país que más desperdicia de la Unión Europea”.
“Hemos avanzado con nuestros voluntarios porque entendemos que una de las cosas importantes es la formación del voluntariado y lo hicimos con ellos primero, luego estamos con la ludoteca y ahora tenemos programada la Universidad de Granada”, dijo el responsable del Banco de Alimentos.
Con el programa ‘La comida no se tira’ tienen programada otras charlas en el colegio Pedro de Estopiñán, Anselmo Pardo y Enrique Nieto. Quienes asisten a las charlas conocen la situación de lo que está ocurriendo, pues el equipo del Banco de Alimentos preparó una información que aporta datos no solo del país sino a escala internacional.
El programa de sensibilización del Banco de Alimentos tiene dos ramas, la primera es la sensibilización en los colegios donde el personal voluntario se traslada para dictar las charlas en los centros educativos mientras que la otra rama es que el alumnado de los colegios visiten la nave de la entidad en la ciudad.
“En el Banco de Alimentos reciben la misma charla y además clasifican y preparan lotes para las asociaciones benéficas con las que trabajamos (...) Queremos sensibilizar contra el despilfarro pero también contra la lucha contra la pobreza y las familias necesitadas”, comentó Paredes.
Aprendizaje
En las charlas también sugieren normas de comportamiento para hacer en casa y así evitar el despilfarro de alimentos. “Son pautas muy sencillas”, indicó. En el Banco de Alimentos dictan las charlas a niños desde 5º o 6º de primaria en adelante porque tienen cierta capacidad de decisión y pueden ir con sus padres y planificar la compra en el supermercado.
Además explicó que estos jóvenes, a su edad, distinguen entre consumo preferente y fecha de caducidad, también comprenden que lo que más se tira es la fruta y el pan por lo que pueden sugerir en casa que “cuando una fruta se esté quedando pocha hacer una crema. Hemos cogido esta edad porque creemos, junto con los demás Bancos de Alimentos que son más efectivos y pueden tomar decisiones en un pautas de comportamiento”.