La ciudad caballa señala que los módulos han funcionado a pleno rendimiento por la falta de lluvias. En Melilla aún falta uno por instalar.
Ceuta se llevará en los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE) dos millones de euros más para su planta desalinizadora de los previstos inicialmente, según afirmó el consejero de Hacienda del Ejecutivo caballa, Emilio Carreira.
La cuestión es que tanto Melilla como Ceuta cuentan en el borrador de los PGE con una consignación económica total de ocho millones de euros para sus respectivas plantas desalinizadoras, a razón de cuatro millones por autonomía. Sin embargo, en Ceuta han pedido 2 millones de euros adicionales, pues según el Gobierno caballa los módulos de su planta han estado funcionando a pleno rendimiento durante todo el año por la falta de lluvias.
En el caso de Melilla, que en principio recibirá los 4 millones de euros presupuestados inicialmente, a la desalinizadora aún le queda un cuarto y último módulo por instalar, iniciativa que lleva reclamando el Ejecutivo local desde la pasada legislatura.
La falta de lluvias en Ceuta ha provocado que sus pantanos estén a un nivel de reservas del 60%. El Gobierno de dicha ciudad optó durante el pasado ejercicio por no abusar de estos recursos y por hacer uso de la desalinización de agua de mar, por lo que ahora piden más dinero para sufragar los gastos asociados al proceso de purificación.
En el caso de Melilla, la planta desalinizadora produce alrededor de 20.000 metros cúbicos de agua depurada al día mediante el proceso de osmosis inversa. Durante algunos momentos puntuales, sobre todo cuando hay temporales de viento y el agua del mar llega mucho más turbia, se hace necesario bajar la presión del suministro para que la desalinizadora no se obstruya, como ocurrió el pasado mes de mayo.
La planta está operando con tres de los cuatro módulos que necesita para suministrar agua a todo el territorio local. Los días de mayor consumo se mezcla la de los pozos de la ciudad con la de la desalinizadora, obteniendo un producto de menor calidad.
Pese a que la dependencia de Melilla de esta infraestructura es tan importante como para la ciudad caballa, por el momento parece que no se pedirán más fondos para esta cuestión. En la propia página web de la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma, recalcan la importancia de la plaza desalinizadora para paliar “la grave deficiencia de recursos hidráulicos” que padece Melilla.
Por otro lado, la construcción del cuarto y último módulo es tan apremiante para cubrir las necesidades de la ciudad que durante la pasada legislatura el Gobierno local se llegó a plantear la posibilidad de costearlo con sus propios recursos económicos.