El CETI, en el Senado

El senador valenciano Carles Mulet, de Compromís, ha solicitado la comparecencia en el Senado del director del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla (CETI), Carlos Montero. La solicitud no deja de llamar la atención, sobre todo cuando viene de parte de un político que hasta ahora era conocido por sus reivindicaciones en favor de León, una provincia a la que ha defendido en las dos cámaras con más ahínco que éxito.

Quienes hemos seguido la trayectoria de Montero desde que se hizo cargo del CETI sabemos que dar explicaciones no es un problema para él. Su dirección se ha caracterizado por la transparencia, pese a que le tocó lidiar con los saltos a la valla de 2013 a 2016; con la crisis de la llegada de familias sirias al CETI, con la huelga de los vigilantes de Seguridad y, por si fuera poco, ahora le ha tocado el coronavirus.

Sin embargo, creo que quien debería estar en esa Comisión en el Senado no es el director del CETI sino la secretaria de Estado de Migraciones, del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la socialista Hana Jalloul (Zaragoza, 1978), que llegó prometiendo un cambio en las políticas migratorias y una reforma de la Ley de Extranjería y su Reglamento y ha terminado tolerando el hacinamiento en el CETI que, en la era del ministro Grande Marlaska no ha bajado del millar de ocupantes. Con ellos dos, la COVID-19 se ha propagado a velocidad de crucero por un centro que acoge a migrantes atrapados en Melilla debido a que se han dejado cumplir los plazos de traslado a la península.

¿Entonces, por qué pedir explicaciones al eslabón más débil de la cadena? Entendemos que el senador Mulet se cree que Montero puede dedicar una semana entera a prepararle estadísticas que luego terminan siempre publicadas en los periódicos. ¿Por qué no pone a trabajar en eso a la Secretaría de Estado o el Ministerio del Interior? ¿Influye que Compromís tenga un pacto en la Generalitat Valencia con PSOE?

Si el Senado tiene tan poco peso en este país y a la larga se ha convertido en un cementerio de elefantes es por este tipo de cosas. Hasta que la Cámara no se reivindique como lo que es, los ciudadanos seguiremos sin entender para qué sirve pagar sueldazos a senadores que ni pinchan ni cortan y que en lugar de solucionar problemas, los crean.

Que conste que soy la primera interesada en que se hagan públicos los datos del CETI, pero también soy la primera en entender que el director de un centro colapsado no puede dedicarse a hacer estadísticas. Hay mucho trabajo en el Centro de Estancia Temporal, como para dedicar las horas a rellenar informes. ¿Por qué no se viene el señor Mulet a Melilla a ver cómo funciona el CETI con los socialistas en el Gobierno?

Echamos de menos los paseíllos de diputados y senadores de izquierda por el CETI, la valla y la frontera. La COVID les ha venido como anillo al dedo. Con el PP en la Moncloa, no salían de aquí y ahora, quién te ha visto y quién te ve. Eso nos demuestra que les interesa el tema sólo cuando la derecha está en el poder. Cuando están ellos, esconden la basura debajo de la alfombra, para que no se vea, aunque apeste.

El CETI de Melilla lleva años pidiendo una solución. Siempre está por encima de su capacidad y algunos miembros de ONGs sospechan que eso es así porque la inmigración es hoy por hoy nuestra principal industria. Si quitáramos el CETI, ¿cuántos puestos de trabajo directos e indirectos se perderían?

Esto me lo comentó en una ocasión un conocido defensor de los derechos de los migrantes. Esa era la explicación que encontraba cuando bajaba la ocupación del CETI y volvía a llenarse en cuestión de días con la admisión a trámite de los perseguidos políticos en el Rif marroquí o con marroquíes del colectivo LGTBI, que tienen más de una razón para recibir asilo político en nuestro país, aunque se les ignore en determinadas circunstancias y según en qué momento soliciten la protección internacional.

Nunca se habla de lo mucho que se trabaja en el CETI por la integración de los migrantes, quizás porque las cosas bien hechas han dejado de ser noticia. Apenas leemos reportajes sobre las clases de idiomas, alfabetización y refuerzo escolar para niños; de los talleres de costura o de cocina y de las actividades culturales que se organizan.

Los migrantes listos aprovechan la oportunidad de permanecer varados en Melilla para estudiar, aprender el idioma y sacar provecho de su paso por una ciudad en la que ninguno quiere quedarse. Pero no todos son conscientes de que la salida a la península es el primer paso en un proceso mucho más difícil: el de la integración en una sociedad que no los quiere. No porque sea insolidaria o racista sino porque no hay trabajo y lo poco que hay está muy mal pagado.

Salir de Melilla significa pugnar por el mismo empleo y las mismas ayudas sociales que un español y eso obliga a muchos migrantes a aceptar condiciones de trabajo que no quieren ni muchas veces pueden asumir, pero no hay otra. Estamos hablando de comer o mendigar. Y ahí es cuando el trabajador español, que ha luchado durante años por sus derechos laborales, siente que compite en desventaja. Empiezan las pugnas y este resquebrajamiento de la solidaridad y la empatía es aprovechado por partidos de extrema derecha para fomentar el nacionalismo y reclamar una prioridad que entienden que les da el haber nacido en España. Es complicado. Salir de aquí no siempre merece ser celebrado.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 mes hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

3 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

3 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

3 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

3 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

3 meses hace