La plaza Menéndez Pelayo acogió el evento en defensa de lo público y que reclama una democracia participativa, transparencia y justicia social y ambiental · El PSOE de Melilla fue el único partido que asistió.
La Marea Ciudadana en Melilla sólo consiguió reunir a alrededor de un centenar de personas en la plaza Menéndez Pelayo. A las 12:30 horas los responsables de las diferentes entidades que organizaron el evento acudían a la cita que a punto estuvo de pasar por agua.
Una hora antes la lluvia puso en peligro la convocatoria, pero pasado el mediodía el sol volvió a brillar para dar una tregua a esta movilización convocada en el ámbito nacional. Gema Carolina Aguilar Maraver, integrante de Amlega y Guelaya–Ecologistas en Acción, fue la encargada de dar lectura al manifiesto, seguida de las palabras del escritor melillense, José Luis Navarro.
La concentración transcurrió con total normalidad y sin incidentes y alrededor de una hora después de la hora fijada de la convocatoria, los organizadores dieron por finalizada la movilización. Eso sí, anunciaron que próximamente podrían convocarse nuevas protestas.
El escritor melillense José Luis Navarro, en su intervención, hizo referencia a la noticia aparecida recientemente de “una mujer que ha entrado en un hospital y en él se ha cortado las venas. No buscaba suicidarse sino hacer que se ocupen de sus pequeños a los que no puede dar de comer. Hasta este punto hemos llegado o nos han metido”.
Las referencias al anterior Gobierno socialista, que “permitió que se abriera una vía de agua en este crucero donde vamos todos y que Rajoy prometió taponar”. Sin embargo, el cambio de Ejecutivo no ha hecho “reflotar el barco”. El escritor melillense también recriminó al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, el incumplimiento de sus promesas electorales y que, a base de recortes, “la España de a pie se hunde cada vez más”.
“Ya no es que nos desahucie sino que nos ahoga. En tanto, con el mayor de los cinismos, nos dice que no nos apuremos, que la cosa va bien. Le irá bien a él, que está en el puente de mando con su tripulación acomodada en botes salvavidas que esconden sobres y sobresueldos”, continuó Navarro.
El grito del pueblo
Mientras “el pueblo se enfanga en el chapapote de la miseria más negra”, lamentó el escritor melillense, quien criticó las ayudas a las entidades financieras. “Aquí abajo nos quitan la extra, nos recortan, nos mandan al paro y nos fríen a impuestos. Pero arriba, a los corruptos pillados se les da un jugoso finiquito para que no destapen nuevas corrupciones”, afirmó.
Navarro aseveró que después de los recortes, la sanidad y la educación pública “en venta”, el alto índice de desempleo, la juventud emigrando, “esta España nuestra muere de desesperanza e inanición”. “Al pueblo no le queda otro recurso que el grito. Pero no un grito plañidero ni festivo, sino un tronar de cabreo, una marea ciudadana que inunde calles y llegue a los que no escuchan ni atienden nuestras quejas”, exclamó.
Para finalizar, el escritor melillense dedicó a los asistentes unos versos de Benedetti y exclamó “A las barricadas, amigos, que somos marea”. Con estas palabras, los asistentes rompieron en aplausos.
El manifiesto de la Marea Ciudadana
La presión de los mercados financieros, la deuda legítima creada por el propio sistema financiero especulativo y las brutales políticas de ajuste dirigidas contra la mayoría de la sociedad, junto con la corrupción y la pérdida parcial de la legitimidad de las instituciones están causando en nuestro país la mayor crisis de la democracia de las últimas décadas. El creciente desempleo, el ataque a la sanidad y a la educación pública, a los derechos laborales y sociales, medio ambiente, nos han hecho confluir en las calles, en las mareas ciudadanas, blanca, verde, roja, negra, violeta... defendiendo nuestros derechos. Una sociedad justa y viable sólo será posible si la ciudadanía se una para defender los derechos sociales por encima de los mercados y la política honesta y la justicia social por encima de los intereses de las élites financieras. La reforma del artículo 135 de la Constitución Española, sin consulta alguna a la ciudadanía, supedita todos los recursos del Estado al pago de esta deuda ilegítima a costa de recortar todos los servicios públicos y de subastar, a precio de saldo, el patrimonio del Estado. Esta reforma supuso un ‘golpe de Estado financiero’, primando el pago de los instereses frente a las obligaciones propias de un Estado Social y de Derecho. En 1981, tras el intento de golpe de Estado, la ciudadanía se manifestó masivamente en defensa de la Libertad y la Democracia. Ahora, 32 años después, llamamos a toda la ciudadanía, a todas las mareas, organizaciones y colectivos a confluir en una jornada de movilización el 23 de febrero. Por la Democracia, la Libertad y los Derechos Sociales. No al golpe de Estado financiero. No a la corrupción. Hay alternativas. Hay soluciones. Por la justicia social y ambiental. Por la transparencia y la democracia participativa. En defensa de unos Servicios Públicos y Universales. Por una auditoría ciudadana de la deuda. Contra la deuda ilegítima.
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