El Consejo de Europa alertó ayer a través de un informe de las deficiencias que sufren los centros de acogida de migrantes de Melilla y Ceuta respecto a los del resto de España. El documento, realizado tras una visita del secretario general del organismo sobre migraciones y refugiados, Tomas Bocek, el pasado marzo a nuestro país, asegura que las condiciones, tanto para adultos como para menores, contrastan notablemente con las que reciben en otras regiones, y destaca la masificación de los centros como el principal problema al que deberían prestar atención las autoridades españolas.
También recuerda Bocek que el Estado debe encontrar la manera de equilibrar el derecho a proteger el territorio y las fronteras con la obligación básica de acceso al derecho de asilo. De las páginas del documento se desprende que la asistencia a los inmigrantes que quieren solicitar asilo no son las más adecuadas cuando intentan llegar a nuestra frontera.π
En el lado positivo, el informe alaba los esfuerzos realizados para enseñar la lengua y escolarizar a los jóvenes que llegan a nuestro país, aunque indica que se podría hacer más para impulsar su integración en el mercado laboral.
Asímismo, Bocek muestra su preocupación por la situación de los menores extranjeros no acompañados y pide que se tomen medidas específicas para atajar la situación.
El Gobierno central haría bien en leerse el informe y hacer análisis de conciencia respecto a lo que en él se dice. No es aceptable que en Melilla y Ceuta, las dos ciudades que por su situación geográfica son más vulnerables a la inmigración, no cuenten con los mismos medios que se están aportando en otras Comunidades Autónomas.
Es urgente que se enmiende la falta de atención a nuestros centros y se doten del presupuesto suficiente para equipararlos con los del resto de España.