Centenares de melillenses celebran su día grande “libres y unidos”

La amenazante lluvia no aguó la fiesta dejando patente 513 años de españolidad.

Cientos de melillenses se agolpaban ayer en la plaza de Pedro de Estopiñán para asistir a los actos del Día de Melilla en el Pueblo. No faltaron a su cita las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad y sí destacó la ausencia, con alivio, de la amenazante lluvia. Quizá huyó espantada ante el sonoro aplauso en el que estalló la ciudadanía melillense cuando el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, defendió a ultranza la españolidad de Melilla así como el desfile de las Fuerzas Armadas presentes en el acto, entre ellos, Regulares y Artillería que horas antes habían recibido la Medalla de Oro de la Ciudad.

Así, “libres y unidos”, como destacó Imbroda en su intervención, los melillenses acompañados por familiares y amigos apoyaron con su presencia y recordaron la llegada de Pedro de Estopiñán, un 17 de septiembre de 1497, que anexionó Melilla a la Corona de Castilla, hecho “por el que hoy debemos tener todos la cabeza muy alta porque celebramos el orgullo de ser melillenses y españoles”.

Hasta en dos ocasiones, el mandatario autonómico manifestó su rechazo ante “las voces que desde aquí dentro pretenden descalificar este día y este acto” dando razones y argumentos  para “imperialistas y anexionistas que pretenden cambiar la Historia” a esas voces “de afuera”. Así, reiteró que  “la unidad, la firmeza, la serenidad y la confianza” son las claves para combatir  a las corrientes que “retuercen la religión o la historia para intentar obtener réditos políticos que a la larga conducirán a situaciones graves para nuestro futuro”. Y es que, “somos la consecuencia feliz de un 17 de septiembre de 1497, y no nos avergonzamos ni renunciamos a ello”, dijo, momento en el que el auditorio rompió su silencio en aplausos.

La intervención del presidente de Melilla tuvo lugar tras la tradicional ofrenda floral a los pies de la estatua de Pedro de Estopiñán de las manos de Imbroda, el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, y el comandante general de Melilla, César Muro Benayas. Un momento solemne seguido del homenaje a los conquistadores de la plaza rota por una salva.

Imbroda también recordó los recientes sucesos en la frontera con Marruecos, en relación a las agresiones que mujeres del Cuerpo Nacional de Policía sufrieron, y a las que nuevamente mostró su apoyo. Asimismo reiteró que las relaciones con el país vecino deben ser “de amistad y cooperación, esencialmente con los ciudadanos de Nador y su provincia, con la que mantenemos intensas relaciones comerciales, sociales y culturales”.

Mirando al presente...

Sin embargo, el mandatario autonómico no pudo pasar por alto los múltiples proyectos que se están realizando en la ciudad en ese futuro al que debe mirar Melilla. Proyectos tan importantes, que ya se han resaltado en estas semanas, como el túnel de Alfonso XIII, la remodelación del Parque Hernández, el inminente inicio del aparcamiento de 770 plazas en los terrenos de Isla de Talleres, “el gran éxito” del convenio firmado con Acciona Trasmediterránea para unos billetes de barco baratos y una tarifa aérea de 30 euros con Málaga o la reciente apertura del Centro Infantil Infanta Leonor, son algunos de ellos.

No obstante, la línea de trabajo de la Ciudad también cuenta con una política social preocupada por sus ciudadanos. Entre los próximos proyectos que se pondrán en marcha mencionó la concesión de una serie de microcréditos para aquellas personas que quieran montar un negocio, desarrollar estudios, cambiar sus ajuares domésticos o reformar viviendas, por una parte, y, por otra, una convocatoria de ayudas para la rehabilitación de viviendas que subvencionarán hasta el 85 por ciento del coste total y que se podrán solicitar a partir del 1 de noviembre.

... y al futuro

El principal problema de la ciudad, agravado con la crisis económica de todo el país, son los altos índices de desempleo. Más de 10.000 melillenses que no tienen un puesto de trabajo que necesitan “propuestas decididas y comprometidas” y que “hemos de hacerlo ya porque no hay más tiempo que perder”.

Imbroda no perdió oportunidad para nombrar algunas de esas propuestas decididas como el proyecto de ampliación del puerto comercial, que creará empleo en la construcción y su explotación exterior; transportes marítimos y aéreos más baratos y de calidad; la ampliación de las titulaciones universitarias aprovechando inmuebles como el de Correos, que atraerá más posibilidades a los estudiantes melillenses y traerá muchos más foráneos y la asimilación de la ciudad al régimen económico-financiero que tienen las Regiones Ultraperiféricas de la Unión Europea.

En este sentido, el presidente melillense destacó que “es muy importante por dos razones; una, las inversiones públicas que se incrementarán, mejorando las infraestructuras y creando empleo y, en segundo lugar, como puente para una posible entrada en el cordón aduanero europeo, a utilizar cuando conviniera”.

Problemas endémicos

Además del encarecimiento de los transportes y el  alto índice de desempleo en la ciudad, Imbroda adelantó que desde el Gobierno local  están trabajando en la puesta en marcha de “un ambicioso Plan de Educación, tanto en medios humanos como materiales que consiga eliminar el fracaso escolar”. Un aspecto muy reiterado esta semana por los responsables educativos de Melilla y que únicamente para la consecución de estos objetivos es necesaria la colaboración con la Administración del Estado.

En este sentido, Imbroda  tendió la mano al Gobierno central para colaborar en todos estos aspectos. “Son objetivos alcanzables que acabarían con la elevada tasa de paro que padecemos y nos haría más independientes en nuestra economía. Así pues, demandamos y rogamos a las instituciones competentes su colaboración para alcanzarlos”, razonó.

Así, y finalizando su discurso, el mandatario melillense, teniendo en mente los próximos comicios locales, dijo tener claro que “la soberana decisión de los melillenses, reflejadas en una unidad que persiga los objetivos anteriores y de una unidad que se exprese libremente en su ser y sentir español, será fundamental para alcanzar ese futuro esplendoroso  que, estoy seguro, todos deseamos”.

Por último, los destacamentos presentes durante todo el acto conmemorativo del Día de Melilla desfilaron por las calles del Pueblo al son del himno autonómico interpretado por la Banda Musical del Padre Victoria y la Coral Polifónica. Tras dos ‘Vivas’ por Melilla y por España, que todos los asistentes gritaron al unísono, se dio por concluido el acto conducido por Antonio Ramírez.