Piden a la Delegación y al Gobierno local que hagan un frente común ante su cierre. Comisiones Obreras calificó ayer de “canallada” la decisión del cierre de la sucursal del Banco de España “para la ciudad y los trabajadores” y considera que con ello, la entidad “ha renunciado a su obligación de prestar un servicio público adecuado”.
Tal y como explica el sindicato en un comunicado de prensa, la decisión del cierre, que según informó la Dirección del Banco de España, estaba fundamentada en una supuesta mejora en la eficiencia de la operativa con las entidades de crédito, “deja como un servicio menor el ofrecido al ciudadano, siendo una decisión premeditada y perfectamente estudiada, pues se ha ido vaciando de contenido las funciones que se estaban desarrollando”.
Para el sindicato se trata, por tanto de un “error”, pues según afirman, “quién es garantía en el proceder de las entidades de crédito privado, se aleja del ciudadano”.
Además, subrayan que el “error” es todavía mayor en Melilla, “donde la representación institucional del Estado debe ser notoria por la situación geográfica y política en la que nos encontramos”, indican.
Respecto a la situación en la que quedan ahora los trabajadores, a quienes se les asegura su puesto de trabajo, aunque deberán desempeñarlo en otras sucursales de la entidad, el sindicato afirma que el escenario del cierre de la delegación del Banco de España en melilla “se agrava todavía más”.
En este sentido opinaron que los trabajos “deberán comenzar una nueva vida en una ciudad distinta o acogerse a un plan de jubilaciones que se acabará pagando con los impuestos del ciudadano”.
Por último reclaman tanto de la Ciudad Autónoma como de la Delegación del Gobierno, que “en lugar de lamentar la situación, deberían hacer un frente común y resaltar la importancia institucional que tiene en nuestra ciudad una entidad como el Banco de España, y situarse en la posición de una docena de trabajadores melillenses, que ven como tienen que comenzar una nueva vida”.
Para el sindicato se trata de una “cuestión de ciudad” y por tanto reclama la unión de las dos instituciones.