CCOO asegura que el 2019 ha sido un año variante en cuanto al balance en temas de construcción. Por un lado, indicó que hubo un repunte de la actividad con numerosas obras a inicios de año. Vincula estos proyectos con las elecciones que estaban a la vuelta de la esquina. Pero el resto del año ha sido más bajo en cuanto a nuevos proyectos. Indicó que se ha estancado el sector.
El sindicato explicó que habrá que ver las actuaciones que se prevén desde la Ciudad para este 2020, porque no se ven, de momento, grandes inversiones por parte del Estado en materia de obras. De hecho, se indicó hace unos días de la previsión de construcción de viviendas, pero no se cree que se pueda comenzar con estas obras hasta finales del año que viene o más adelante. El instituto del Jardín Valenciano finalizará este mes y la única obra de envergadura es la construcción del colegio en los terrenos de Gabriel de Morales, para el que aún no hay fecha, pero se espera su inicio en el primer trimestre del año.
Pero uno de los problemas que tiene la construcción en la ciudad es la falta de profesionales, que se suple con la contratación de trabajadores transfronterizos, pero continúa la burocracia y esto está desanimando a muchas empresas de la ciudad.
CCOO subrayó que la renovación de la documentación de estos trabajadores marroquíes se tiene que hacer cada año y como los trámites tardan varios meses en salir adelante, no se termina de recibir la autorización para trabajar cuando ya tienen que estar arreglando de nuevo la documentación para seguir empleados.
El sindicato insistió en que hay mucha burocracia para contratar a estos profesionales y eso solo lleva a una situación: el aumento de trabajadores ilegales en la ciudad. Aseveró que se ha notado el incremento de estos empleados sin documentación ni estar dados de alta en la Seguridad Social no solo en la construcción, sino también en otros sectores porque no se agilizan los trámites para que estos puedan trabajar.
CCOO se pregunta por qué ahora con la frontera inteligente no se aprovecha para cambiar la normativa. Propone que los trabajadores mantengan su permiso de trabajo mientras la empresa que lo tiene contratado siga dándole de alta en la Seguridad Social.
Si esto se deja de producir, se podría impedir la entrada de esta persona con las cámaras de la frontera inteligente porque le saldría a los agentes que no tiene permiso de trabajo para entrar en la ciudad. De esta forma, no tendría que estar renovando papeles cada año y con meses de antelación.
CCOO destacó que ya se solicitó a la Ciudad y a la Delegación del Gobierno buscar una fórmula que permita a los transfronterizos poder trabajar de forma legal, sin que haya que estar renovando el permiso de trabajo cada año.
Además, para el sindicato, este sistema va en contra del Estatuto de los Trabajadores. Explicó que en este documento se recoge que, cuando una persona trabaja durante dos años seguidos para una empresa, pasa a tener un contrato indefinido. Esto no ocurre con los trabajadores de Marruecos que vienen la ciudad. Es como si no tuvieran derechos laborales y no se cumple con ellos la normativa española, insistió CCOO.
También lamentó que no tengan derecho a una indemnización por despido o a cobrar el desempleo cuando pagan el máximo de impuestos. Indicó que, si estas personas tuvieran una seguridad de trabajo durante años, habría mayor inversión de lo que cobran en nuestra ciudad.
El sector de la construcción no ha cambiado mucho en los últimos meses, aseguró a El Faro, el secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT Melilla, Abderramán El Fahsi. Subrayó que ha habido más controles por parte de la Inspección de Trabajo, pero pocos avances en la mejora de las condiciones de los trabajadores. Además, lamentó que los empleados transfronterizos sigan en las mismas condiciones que el pasado año y, por ello, subrayó que se va a judicializar esta situación.
El Fahsi explicó que ha habido menos accidentes en la construcción este año y que las inspecciones han conseguido mostrar la cara de muchos casos de fraude de ley. Por ello, agradeció la labor de la Inspección de Trabajo en estos meses.
Sin embargo, no hay grandes proyectos en la ciudad y eso significa que el trabajo está estancado. El secretari general de FICA UGT Melilla aseveró que grandes obras ahora solo queda el hospital universitario que está ejecutando Tragsa y que sin unos presupuestos generales nuevos no van a llegar grandes inversiones. Por ello, plantea que la situación política del país también está influyendo en el sector de la construcción de la ciudad.
El Fahsi insistió en que si no hay una estabilidad política no hay avances en temas como éste que depende de las inyecciones económicas del Estado o la Ciudad.
Espera que ahora el Gobierno local proponga nuevos proyectos que den dinamismo al sector y que también se forme un Ejecutivo central que atraiga más inversiones a Melilla.
Por otro lado, lamentó la situación de los trabajadores transfronterizos. Espera que las autoridades reciban a UGT en este nuevo año para abordar este tema y dar un cambio a la normativa de estos empleados.
Recordó que los trabajadores transfronterizos están “atados” a los empresarios porque si dejan de trabajar para una empresa, pierden el permiso de trabajo. Éste no está a su nombre, sino vinculado a una empresa determinada. Eso también limita dónde pueden trabajar y no pueden irse de un lugar a otro porque haya mejoras para ellos.
Además, cada año tienen que renovar el permiso de trabajo con toda la burocracia, el tiempo y el dinero que hay que invertir en ello, por lo que pueden perder un trabajo si los documentos no llegan a tiempo para su contratación por parte de una empresa.
Por todo ello, se ha contratado desde UGT los servicios de un abogado que está analizadon cómo llevar este tema a los juzgados. El sindicato quiere judicializar el tema porque asevera que se está incumpliendo el Estatuto de los Trabajadores y otras normativas con estos empleados que llevan años en empresas locales.
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