Eduardo de Castro ha ofrecido este miércoles a mediodía su primera rueda de prensa como presidente de Melilla. Durante su comparecencia, que se ha extendido por casi cuarenta minutos, el máximo responsable de la Ciudad ha explicado las presuntas irregularidades que se ha encontrado durante sus primeros días en el cargo.
Son varias, según ha enumerado, y pondrá todas en manos de la Justicia para que sea ella quién determine qué ha pasado y "la que decida" las posibles consecuencias.
Tras agradecer a los periodistas su trabajo, De Castro ha empezado su intervención respondiendo a la polémica con los mandos de garaje planteada el lunes por el PP. Así, ha comenzado explicando que el servicio de seguridad de la Ciudad le trasladó que no estaba controlado el número de mandos disponibles, algo que comprometía la seguridad.
"Cualquiera que sepa un poco de seguridad sabe que la entrada a un edificio público tiene que estar controlada. Me dijeron si podía proceder a pedir los mandos", ha apuntado. Algo que hizo, y de ahí la queja pública de los populares por no poder entrar en las dependencias de la Asamblea.
Además, "había sospecha de que se habían producido irregularidades la semana pasada", es decir, en los días previos a la sesión de investidura, celebrada el sábado.
Además, “había sospecha de que se habían producido irregularidades la semana pasada”, es decir, en los días previos a la sesión de investidura, celebrada el sábado.
Las primeras actuaciones para dilucidar qué ha pasado han sacado a la luz del nuevo equipo "presuntos robos con fuerza, llaves de cajas fuertes que no aparecían" o discos duros que no están, como el de "controla las cámaras de seguridad en el despacho de Presidencia". Sobre esto último, De Castro ha asegurado que "desde el punto de vista penal es un robo con fuerza". "No es presunto, lo es", ha incidido ante los informadores.
No solo eso; también “han desaparecido objetos institucionales y de valor,” entre los que el presidente se ha refefrido a joyería, entre otros.
De Castro ha puesto en marcha la maquinaria judicial: ya dispone de un informe que recoge a qué hora del viernes se paró el disco duro que guardaba las imágenes grabadas en Presidencia, la oficina anterior y el despacho de Protocolo por cámaras que no controlaba la Policía Local (a las nueve y cuarto).
Ahora está a la espera de que el jefe del Cuerpo le remita otro tras la revisión de las imágenes registradas por las cámaras del circuito controlado, esas sí, por la Policía Local. Este informe ha sido solicitado por el presidente para identificar las personas que pudieran estar relacionadas con los hechos y hacer “lo que proceda”: hay que revisar 360 horas de imágenes.
Cuando disponga de él, De Castro enviará la información recopilada a la Policía Nacional o a la Fiscalía para la apertura de diligencias: “Será la Justicia la que decida, no este Gobierno”, repitió un contundente presidente, que avisó de que lo ocurrido “es muy grave”, por lo que “quien lo ha hecho lo pagará”.
Según Eduardo de Castro, también “han desaparecido objetos de valor, objetos institucionales, alguien se ha llevado cosas como placas, pins o cuestiones de joyería”, entre otros. Se va a revisar el inventario porque nada de lo desaparecido, incidió ayer De Castro, era propiedad ni del Partido Popular ni de su Gobierno. En cualquier caso, zanjó el recién estrenado presidente, “será la Justicia la que decida” si hay delitos.
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