Los inmigrantes de esta nacionalidad representan ya el 81% del total de personas que viven en el centro l Un 40% de los sirios que llega a Melilla rechaza solicitar asilo.
El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) continúa saturado, una situación invariable desde haces meses a causa de la ingente presión migratoria que soporta Melilla. En la actualidad hay alrededor de 1.600 personas viviendo en estas instalaciones, cuya capacidad máxima es para 480. Lo curioso es que casi un tercio de los residentes del centro son niños que se encuentran acompañados por sus familiares, según informaron en el día de ayer fuentes internas del CETI a El Faro. En concreto, hay unos 500 menores de edad en estas instalaciones, la inmensa mayoría de nacionalidad siria.
En este sentido, hay que resaltar que los niños que se encuentran en el centro están en compañía de sus familiares. De lo contrario, serían considerados menores extranjeros no acompañados (menas) y pasarían a vivir en el centro de La Purísima, bajo la tutela de la Ciudad Autónoma.
Del medio millar de niños que hay en el CETI, casi todos son sirios, aunque también hay unos pocos de otras nacionalidades. En concreto, hay tres menores de Costa de Marfil, tres de Nigeria, uno de Níger y tres procedentes de Palestina, además de un “número indeterminado” procedente de Argelia, según las fuentes de este periódico.
Esta amplia proporción de menores de edad de Siria es fiel reflejo de cómo está dividido el CETI en cuando a nacionalidades. Obviamente, los sirios son el grupo mayoritario, con un total de 1.100 personas de las 1.600 que viven en el centro. En este sentido, hay que aclarar que actualmente hay 200 inmigrantes sin identificar en estas instalaciones y que, por apariencia, también son de origen sirio, por lo que la cifra de personas de esta nacionalidad podría ascender hasta las 1.300, es decir, el 81% de residentes del CETI.
Oficina de asilo
Desde la apertura de la oficina de asilo en Beni Enzar, las entradas de inmigrantes de esta nacionalidad han aumentado notablemente, aunque las fuentes del CETI señalaron que actualmente un 40% de los inmigrantes de esta nacionalidad se niega solicitar este tipo de protección internacional para poder entrar en la ciudad y opta por acceder a Melilla por cauces irregulares, generalmente haciéndose pasar por marroquíes mediante el uso de pasaportes que pertenecen a otra persona.
En el caso de los sirios que rechazan pedir asilo, su principal temor es no poder salir de España. Hay que resaltar que la intención de la mayor parte de inmigrantes de esta nacionalidad no es quedarse en nuestro país, sino continuar su viaje hasta otras naciones de la Unión Europea (UE).
Otros colectivos
Por nacionalidades, el segundo grupo más numeroso del CETI es el formado por los inmigrantes de Guinea Conakry, de los que hay un total de 60 personas. Además, hay unos 50 nacionales de Costa de Marfil, 30 de Argelia y 13 procedentes de Mali. Llama la atención la presencia de diez inmigrantes de Palestina.
Las fuentes de este periódico explicaron que en las últimas semanas se han registrado entradas y salidas de manera continua en el CETI. El ritmo de traslados a la península es bastante alto y se lleva a cabo de manera ágil, pero también se está produciendo la llegada de nuevos inmigrantes a un ritmo bastante elevado, hasta tal punto de que el flujo de salidas no es lo suficientemente alto como para desahogar las instalaciones.
La mayor parte de los inmigrantes que salen rumbo a la península pasa a estar bajo los cuidados de asociaciones humanitarias que favorecen su inserción social. Los que tienen como destino los Centros de Internamiento para Extranjeros (CIEs) “son una minoría” y normalmente son repatriados a sus países. Asimismo, desde el CETI indicaron que ya está en marcha la construcción de un nuevo módulo para acoger a más inmigrantes, proyecto del que ya informó este periódico a finales de marzo. Por ello, se han instalado en el exterior del centro una serie de tiendas de campañas, en las que duermen algunos inmigrantes mientras se termina de instalar el nuevo módulo de acogida.