Más de 400 parejas lectoras de Andalucía, Ceuta y Melilla han vivido juntas ratos de lectura, aprendizaje, superación y convivencia muy especiales gracias al proyecto de innovación educativa Lecxit. Pero, sin lugar a dudas, uno de los momentos que recordarán de forma más especial es el día de la despedida. Durante el curso académico, cada semana un alumno o alumna se ha reunido durante una hora con una persona voluntaria que le ha acompañado a través de la sesión Lecxit (acrónimo de lectura y éxito) en el desarrollo de su comprensión lectora.
Este primer año, el proyecto ha llegado a seis centros de primaria de Melilla, alcanzando directamente a casi un centenar de menores y repercutiendo positivamente en la mejora del nivel académico del alumnado de su clase. De esta manera, el programa contribuye en la transformación de la realidad social melillense, ya que desde la institución organizadora se defiende que un menor que lee será un menor más formado, con más conocimiento, que tendrá mejores calificaciones, accederá a mejor puesto de trabajo y a la vez será más crítico y más feliz. Tal como ha destacado el director general de la Fundación José Manuel Lara, Pablo Morillo Pérez: “Lecxit ha creado rincones de lectura para menores que no tienen las mismas posibilidades de acceso a los libros. Una vez a la semana han tenido la posibilidad de tener un espacio de lectura, estar sentados con un libro junto a una persona que está dedicando una hora de su tiempo para que mejoren su comprensión lectora y, por tanto, tengan un futuro mejor”.
Por tanto, el objetivo del proyecto es impulsar el éxito educativo a través de la comprensión lectora. El reto es garantizar, a través de mentorización y dinamización de actividades de lectura, que todo el alumnado finalice la etapa de primaria con un nivel de competencia lectora que les asegure su desarrollo educativo y social.
Emotivas sesiones de cierre
El presente curso escolar ha llegado a su fin y con ello el cierre de las sesiones Lecxit que han ejado numerosos instantes para el recuerdo, así lo afirma el técnico de Lecxit, Francisco Javier Ruiz Pinazo, cuando asegura que “ahora que cerramos este curso lo más bonito e impactante es poder compartir con los menores el momento final, ver sus caras, cómo se despiden de los voluntarios... y cómo nos piden que por favor el curso que viene sigamos con ellos. Eso es lo más bonito, junto al hecho de ver cómo han mejorado día a día”.
En estos encuentros también han participado familias, como pieza fundamental en la inmersión de los niños y niñas en la lectura y con el objetivo de que pudieran vivir, como lo han hecho sus hijos e hijas, una sesión, y además comprobar el avance de los menores y entender la importancia de que ellas continúen fomentando el hábito lector en casa. En estos encuentros se han dado herramientas a los padres para seguir promoviendo la lectura desde el hogar, para que apoyen el interés por los libros y, sobre todo, para que acompañen en la mejora de la comprensión lectora., que los menores han trabajado durante el curso en las sesiones Lecxit. Asimismo, además de recibir pautas para continuar con el hábito lector en el período estival, las familias han mostrado su satisfacción por el proyecto. Tal es el caso de Rosa Idalia García Valderramos, que asegura que su hija siempre iba contenta a las sesiones y muy ilusionada por estar con su voluntaria. Cuando le ofrecieron la participación de su hija en el proyecto no lo dudo, ya que considera “que la lectura es algo muy positivo para ella y una experiencia que ha disfrutado mucho. De hecho, he notado mejoría en sus notas y me he dado cuenta de lo mucho que le ha ayudado”.
Esta sensación de satisfacción es compartida por otras madres del proyecto, como Victoria Otero Casas que asegura que su hijo asistía muy contento a las sesiones y que “desde que entró en quinto de primaria dejó de leer. Sin embargo, desde que empezó Lecxit ha pasado de no tener nada de interés por la lectura a mostrar más inquietud e incluso contar algún cuento a la hermana o retomar lecturas que tenía aparcadas. Además, su tutor me ha dicho que había mejorado la lectura y puntuación desde que está en el proyecto”.
El voluntariado también se siente muy satisfecho por la labor que ha realizado, así lo confirma Sonia Rubiano Segovia, que ha sido voluntaria en tres centros de Melilla; en concreto en el CEIP Gabriel de Morales, CEIP Reyes Católicos y CEIP Hipódromo cuando destaca que “no puedo vivir sin leer, vivo para leer; cuando conocí esta iniciativa me parecía que yo tenía que estar aquí, para darle a otros niños esta oportunidad: el don de la lectura porque es una herramienta de vida”.
El hecho de que el alumnado participante en Lecxit ha mejorado la comprensión lectora es ratificada por el personal dinamizador y técnico del proyecto. En palabras de Francisco Javier Ruiz Pinazo: “Es asombrosa la evolución en este curso, comprobar cómo al principio prácticamente no eran capaces de leer dos frases y ahora son capaces, no solo de leer un texto, sino de comprenderlo y comentarlo, es lo que hace que este proyecto merezca sin duda la pena”. Más allá de la mejora en la comprensión lectora, recalca que “la experiencia para estos menores es asombrosa, han tenido una persona dedicándoles un tiempo, han recibido una escucha activa... Nos dicen mucho cómo van a echar de menos al voluntariado”.
Lecxit es proyecto educativo financiado por la Unión Europea y liderado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Políticas Sociales.
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