Casi el 60% de los mayores de la Residencia sufre deterioro cognitivo

La detección precoz de esta dolencia es clave para frenar su avance con fármacos.

Casi el 60% de los residentes del Centro Polivalente de Mayores del Imserso sufre deterioro cognitivo. Así lo afirmó ayer el médico especialista en geriatría de este centro, Pedro Herrador, que explicó que el hecho de que cada vez se vivan más años es uno de los principales causantes de que se produzcan más casos de este tipo de dolencias. No obstate, Herrador señaló que aunque aún no existe una cura para esta dolencia, sí que hay fármacos que retrasan su avance, por lo que es muy importante una detección precoz. El médico, que intervino en una mesa redonda sobre ‘Envejecimiento y salud mental’ organizado por la UGR, explicó que entre los síntomas que facilitan la detección de este deterioro están los olvidos o el hecho de que se vistan “de forma extraña”. Herrador destacó que la detección precoz es muy importante, ya que cuanto antes se comience a efectuar el tratamiento, más leve puede ser el avance de la enfermedad. En este sentido explicó que la labor de familiares y amigos es clave para este diagnóstico. En el caso de los mayores de la Residencia, el médico indicó que en la mayoría de los casos llega ya con un diagnóstico previo. De hecho, la directora del centro, Maribel Pintos, apuntó que la aplicación de la Ley de Dependencia ha hecho que el perfil de los usuarios de este espacio haya cambiado en los últimos años, ya que se les derivan personas que tienen este tipo de dolencias. Por su parte, la responsable del área asistencial de la Residencia, Celia Alonso, explicó que una vez que tienen el diagnóstico, tienen que hacer un plan de acción individualizado para cada paciente. En este sentido, Alonso indicó que depende de grado de deterioro cognitivo estas personas necesitan una atención u otra. Así, señaló que hay personas que sólo olvidan algunas cosas puntuales y otras que están postradas en una cama. Herrador indicó también que la mayoría de los casos se da a partir de los 80 años, aunque existen diagnósticos en personas que no llegan a los 60. En esta franja de edad, apuntó el doctor, es más complicado el tratamiento, ya que la enfermedad avanza más rápido. Y además para el paciente y la familia es más difícil de asumir. Y es que en este tipo de dolencias, además de los pacientes que las sufren, están los familiares encargados de sus cuidados que se enfrentan a una realidad desconocida y que en muchas ocasiones resulta difícil de asumir. En este sentido, en la mesa redonda de ayer se indicó que el paso más complicado es precisamente que los familiares sean conscientes de qué le está pasando a los enfermos. Los olvidos provocan en algunos momentos situaciones de tensión, pero los cuidadores tienen que tener siempre presente que la memoria de estas personas está deteriorada y estar preparados para que este deterioro aumente con el paso del tiempo. En las ponencias de ayer, además de los profesionales sanitarios y la decana de la Facultad de Enfermería, Bibinha Benbunan, también se pudo escuchar el testimonio de un familiar de un mayor, que explicó cuál ha sido su experiencia en el cuidado de esta persona.

Proyección previa a las ponencias

Antes de la mesa redonda, que se inició en el salón de actos del Palacio de Congresos y Exposiciones de la Ciudad a las 11:00 horas, se proyecto, dentro de la misma actividad, la película de animación ‘Arrugas’. El film, en el que se tratan precisamente los cambios que se van produciendo en las personas conforme se va acercando la vejez, fue el punto de partida del debate, en el que también participaron alumnos de Enfermería que estuvieron en este curso formativo. La decana de Enfermería explicó que la actividad se enmarca dentro de las que organiza la Facultad, pero que en esta ocasión quisieron abrirla a más público, no sólo a los alumnos, porque les pareció que era un tema interesante