El Gobierno rectifica y señala que en las avalanchas que tuvieron lugar el viernes y el sábado accedieron a la ciudad 48 subsaharianos y no tres, como se afirmó en un principio.
La entrada de inmigrantes a través del perímetro fronterizo que separa Melilla de Marruecos ha sido mayor de la que se anunció en un principio. Inicialmente, el resultado de los dos intentos masivos que protagonizaron cientos de personas de origen subsahariano en las madrugadas del jueves al viernes y en la del viernes al sábado fue de tres inmigrantes que lograron pisar suelo español, según los datos proporcionados por la Delegación del Gobierno. No obstante, las mismas fuentes señalaron en la jornada de ayer que el número de entradas ascendió en realidad a cuarenta.
En declaraciones realizadas a El Faro, fuentes del Gabinete de Prensa de dicho organismo explicaron que en la madrugada del jueves al viernes la situación fue “muy confusa” para los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se desplazaron hasta la zona del Barrio Chino para evitar la entrada masiva de inmigrantes.
Aunque en principio se dijo que unas cincuenta personas habían intentado saltar la valla por este punto, la cifra podría superar las cien. En cuanto al número de entradas, que a las pocas horas de lo ocurrido se cifró en dos inmigrantes, fue de 46. Entre las personas que lograron acceder a la ciudad autónoma había 18 jóvenes que aseguraban ser menores de edad.
En este primer asalto, un total de 18 subsaharianos sufrieron heridas, todas de carácter leve, de las que fueron atendidos en los centros sanitarios de Melilla.
En cuanto al que tuvo lugar justo un día después, entraron en la ciudad autónoma dos inmigrantes, aunque en un principio se afirmó que sólo había pasado uno.
Por esta razón, durante todo el viernes se llevaron a cabo labores de búsqueda de inmigrantes por los aledaños del Barrio Chino. Según las mismas fuentes, el resto del fin de semana ha discurrido con tranquilidad en el perímetro fronterizo, aunque advirtieron de que la presión continúa, por lo que la Guardia Civil se encuentra en permanente alerta por si se produjera algún intento masivo similar a los ocurridos en los últimos días.
Situación en el CETI
En cuanto a la situación en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), actualmente hay unas 600 personas residiendo en sus instalaciones, unas 120 por encima de su capacidad máxima. No en vano, continúan llevándose a cabo traslados a la península de manera periódica para normalizar la situación lo antes posible.
Como ya indicó la semana pasada el delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, la llegada del buen tiempo está conllevando un incremento de la presión migratoria. Por este motivo, la Guardia Civil activó un sistema de actuación preventiva, con vuelos nocturnos de helicóptero incluidos, para intentar que los subsaharianos desistieran en sus intenciones de saltar la valla.
Aunque se mostró comprensivo con el estado de necesidad en el que se encuentran estas personas, señaló con firmeza que la obligación de Melilla “era defender sus límites territoriales” y no dudó en recordar que no se trata de un problema a nivel local, sino de una situación en la que también debe involucrarse la Unión Europea (UE), ya que la ciudad autónoma es su frontera sur.
Prodein apunta a “batidas” en el Gurugú para detener inmigrantes.
“La situación es kafkiana”. Así definió el máximo dirigente de la ONG melillense Prodein, José Palazón, lo que está sucediendo en la frontera de Melilla. En este sentido, ironizó que le parecía “extraño” que en un principio se anunciara la entrada de tres inmigrantes y que ahora la cifra roce los cuarenta.
Asimismo, apuntó que la posible causa de que se produjeran dos intentos de entrada a través de la valla la semana pasada es que la Policía de Marruecos está realizando batidas por el monte Gurugú, donde se encuentra gran parte de la bolsa de subsaharianos que esperan una oportunidad para pasar Melilla de manera irregular.
Así, el máximo dirigente de Prodein afirmó que durante la semana pasada se realizaron varias “redadas” en el país vecino y se detuvo a la mitad de los inmigrantes que había en las faldas del Gurugú para su traslado a la frontera que separa Argelia de Marruecos. Según los cálculos de la Delegación del Gobierno y de esta asociación humanitaria sobre el número de subsaharianos que hay en las cercanías del país vecino, estaríamos hablando de la detención de unas 300 personas.
“Las batidas pueden que hayan provocado el intento desesperado de saltar la valla”, aseveró Palazón, quien recordó que lo normal, sobre todo cuando llega el buen tiempo, es que las entradas se produzcan por vía marítima, no a través de la frontera, donde hay más sistemas de seguridad.