EL viceconsejero de Turismo, Javier Mateo, anunció ayer que el próximo 13 de octubre hará escala en nuestro puerto el crucero más grande de todos los que han atracado en Melilla.
En el buque Balmoral, de la compañía Fred Olsen, viajan 1.800 turistas británicos que visitarán nuestra ciudad desde casi las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde. Cerca de 10 horas para conquistar sus paladares en bares y restaurantes, para enseñarles los encantos de rincones únicos en el norte de África y, cómo no, para que los melillenses muestren su cara más amable.
Los turistas no vuelven sólo a un sitio porque éste tenga la mejor arquitectura o el mejor vino o la mejor gastronomía. También regresan por su gente.
El próximo 13 de octubre tenemos que mostrar nuestro perfil bueno, el de una ciudad en la que conviven cuatro culturas con una naturalidad envidiable.
También es importante que la Policía Nacional, la Local y la Guardia Civil pongan de su parte para evitar que maleantes y ladroncillos de pacotilla nos vayan a dejar con las vergüenzas al aire o que vuelva a darse el caso de que un polizón consiga subir al buque e intente viajar de extranjis.
La única pega, si es que se le puede poner alguna a la visita del crucero más grande que ha atracado en Melilla es que la escala del barco de la compañía Fred Olsen tendrá lugar en una semana con un festivo (el Día de la Hispanidad) en medio y muchos funcionarios probablemente harán las maletas para cogerse un megapuente.
Si esto ocurre, la ciudad se verá vacía y no podrá mostrar su verdadero encanto con decenas de deportistas desde primera hora, niños jugando en los parques al atardecer y terrazas llenas de tapas.
Estamos donde estamos y todos sabemos lo difícil que es venir a Melilla, pero los números empiezan a demostrar que la mala fama que la valla ha dado a esta ciudad ha despertado la curiosidad de turistas que se quedan boquiabiertos cuando comprueban que aquí hay más que alambre en la frontera.
Agosto batió todos nuestros récords históricos desde que existen las estadísticas. Seguimos a distancia de la media nacional, pero es innegable que hemos mejorado muchísimo, que la Viceconsejería de Turismo está haciendo un gran trabajo y que si cuaja la alianza con Málaga, lo mejor está por venir.
Ahora sólo queda dejar maravillados a los 1.800 turistas del Balmoral el próximo 13 de octubre. Tampoco es tan difícil.