En casa del herrero, cuchillo de palo

LAS comunidades autónomas vieron el cielo abierto cuando el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció un fondo extraordinario no reembolsable de 16.000 millones para compensar el gasto extraordinario en la lucha contra la Covid-19.

Los disgustos han llegado cuando las autonomías tuvieron acceso a la letra pequeña de la medida. Como era de esperar, lo que más ha escocido en todas partes son los criterios de reparto del dinero. En la Comunidad Valenciana, donde Compromís gobierna en coalición con PSOE, los de Mónica Oltra han salido a afearle al Ejecutivo central que no contemple el criterio de población ni la infrafinanciación sino los estragos que ha hecho la pandemia. O sea, comunidades como Madrid recibirán más dinero que la Junta de Andalucía. El Gobierno de Sánchez penaliza así la buena gestión en materia de contención del avance del coronavirus.

Pero como siempre se puede estar peor, Melilla, para sorpresa de la consejera de Hacienda, Dunia Almansouri, se queda fuera del reparto de dos de las tres partidas en las que se troceará el fondo no reembolsable de los 16.000 millones. El motivo esgrimido para taparnos la boca es que nuestra ciudad no tiene transferidas las competencias sanitarias por lo que en Madrid entienden que no nos corresponde un pellizco algo superior al 0,5% del dinero a repartir entre todos los españoles.

Pues bien, en Valencia el presidente Ximo Puig, quizás porque es público y notorio que no es sanchista, se ha alineado con Compromís para afear al Gobierno central que penalice a su comunidad en el reparto del dinero. En Melilla, ese reclamo lo ha hecho Dunia Almansouri más sola que la una. Entendemos que la lealtad de algunos a su partido prima sobre la lealtad a los melillenses. El movimiento, como todos sabéis, se demuestra andando.

"Entendemos que la lealtad de algunos a su partido prima sobre la lealtad a los melillenses”

Las competencias sanitarias en Melilla es cierto que son del Ingesa. Como también es cierto que tenemos una Consejería de Salud Pública que depende de la Ciudad y que ha tenido gastos extraordinarios motivados por la crisis de la Covid.

En más de una ocasión nos hemos quejado porque la atención privilegiada que deberíamos tener por depender directamente del Ministerio se traduce en unas Urgencias congestionadas o incluso con etapas con cucarachas en la cocina del Comarcal. Ni siquiera podemos decir que, precisamente por depender del Ministerio de Sanidad, hemos tenido acceso antes que otras comunidades a EPIs; tests o material de protección para nuestros médicos y personal sanitario. Todo lo contrario. La Ciudad ha tenido que hacer sus compras y ahora el Gobierno de Sánchez se desentiende.

Pues bien, resulta que la más que cuestionable calidad de la sanidad pública en esta ciudad es la justificación que esgrime el Gobierno central para dejarnos fuera del reparto de la mayor parte del fondo no reembolsable de 16.000 millones que destinará a las comunidades autónomas.

Para Melilla habrá entre 2,5 y 5 millones de euros. Poco dinero, comparado con la línea de crédito de 55 millones que el Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha destinado al rescate de la naviera Armas, según ha publicado El Confidencial.

Ojo, no estamos en contra de que el Estado garantice la continuidad de una compañía que hoy por hoy mantiene las conexiones en las islas y también en Melilla, teniendo en cuenta la compra de Trasmediterránea. Sin embargo, cuesta entender la penalización de la que somos objeto.

El problema está, en realidad, en que nos marginan a la hora de repartir un dinero extra no reembolsable. Quienes creyeron que gobernar con el PSOE en Melilla nos aseguraría un trato de favor en Madrid, tiene aquí el mejor ejemplo de que en casa del herrero, cuchillo de palo.

No es la primera vez que Coalición por Melilla afea en público la actuación del PSOE con quien comparte Gobierno. A nadie extrañaría que CpM recrimine primero la falta de colaboración; luego la filtración del momentazo Aberchán-en-helicóptero y ahora que nos dejen fuera del reparto. Suma y sigue.

La gente, en general, le da dos años de margen a los Ejecutivos de coalición. Tal y como está el patio, me da a mí que vamos a llegar a esa meta a duras penas. Y eso hoy es un problema enorme. Lo último que necesita esta ciudad es una crisis de Gobierno o una moción de censura en Madrid. España necesita estabilidad, pero en política, como en la vida, lo que no te mata, te hace más fuerte. Yo no veo complicidad dentro del tripartito. Si Melilla sale perjudicada en el reparto de fondos, en esa foto del descontento tenían que estar todos los miembros del Gobierno para vender la imagen de la unidad. ¿Cuántas veces los hemos visto a todos juntos? Esto cada vez se parece más a un peliculón de Hollywood, en el que las estrellas pactan de antemano no aparecer juntas en el mismo plano.

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