Cartas del tiempo viejo. La verdadera noticia (vii)

Queridísimos: Estoy tentado de dar un pasavolante a todas las noticias que nos circundan, digo más que nos atosigan, nos oprimen y nos estrangulan, como una jibia que se lo engullera todo.

Las corrupciones llegan agavilladas en mazos distintos y distantes. ¿Merece la pena su enumeración y comentario? Pues no lo sé, porque ya el Sanchez se hizo trampas al solitario y de paso nos volvió a engañar a todos, con aquella carta, como de un poeta recién casado, con las debidas licencias de Juan Ramon Jimenez, si bien al Sanchez le faltó la elegancia del poeta de Moguer, el viaje desde Cádiz y desde luego el premio Nobel.

El problema de poner negro sobre blanco de manera reiterada las tropelías, tunanterías y sinsorgadas de la banda gubernamental, es que se corre el riesgo de provocar hastío, aburrimiento, tedio, cansancio, fatiga y, en último extremo, melancolía.

Ya sabemos que esto último es consecuencia de los empeños imposibles.

Es natural que el personal esté hasta más arriba del gorro de lo que está ocurriendo; a mí me ocurre lo mismo y la pluma se estremece al relatar tantísima calamidad.

¿Seguiremos zarandeando el rescoldo de la conciencia de los currinches, trujimanes, tunantes y expoliadores que pululan por el empedrado de este negro tiempo viejo?

No sé si esto tendrá eficacia. Lo digo porque no creo que ni los expoliadores, ni los tunantes, ni los trujamanes, ni los currinches que hace tiempo salieron del hormiguero, tengan lo que muy civilmente llamamos conciencia. Lo decían ya troyanos antes de ser invadidos por los aqueos en aquella, larga, cantada, sorprendente guerra de Troya; “la conciencia es una tempestad dentro de un cráneo”. Pedir el nacimiento de una tempestad en las intimidades profundas de los Bolaños, Monteros, Urtazunes, Yolis y toda estas gentes malintencionadas y malévolas, podría generar ondas de melancolías por lo que de empeño imposible tiene.

Además, si empezamos a hurgar en la corteza de este más de mayo, veremos que podemos quebrar el prestigio de las bienandanzas que el mes soler traen. En efecto, hazte buena fama y échate a dormir. Este es, quizás, el caso de este mayo que vive de buenas famas pasadas, pero que nos tiene ateridos de malas nuevas como gozquecillos.

Por eso, porque soy un incondicional del mes de mayo, no tengo más remedio que pasar por alto, aunque sea en estas líneas de esta semana, todo el agrio tufo que desprende los sudores que nos vienen desde la Cámara Baja (denominada así con todo merecimiento), verdadera taberna de mezquindades que no da para más.

El tiempo viejo, lo tengo dicho desde la primera carta, actúa a semejanza de un viejo alfanje que todo lo taladra y todo lo perfora. Por eso, a lo mejor, en estos días es bueno dejar que se horade la ya agrietada cueva donde se refugian el Sánchez y sus cuates. La situación que vivimos, extraída del mejor y peor Valle- Inclán, es el retablo de la farsa, exponente del peor patio de monipodio, abigarrado transitar por el nuevo puerto de arrebatacapas.

El relato -¡otra vez esa palabra, de tan manido uso por la pijoprogresia!–, el relato digo, de las tropelías recientes perpetradas por la horda nos conduciría al puerto de los tópicos al que nunca se debe llegar. Por otro lado, pienso que han sido derribados ya demasiados tópicos y me imagino que la lucha inflexible y despiadada contra el tópico de hogaño no es, en el fondo, otra cosa que un tópico más.

Entonces, amiguitos, llegados a este ribazo ¿cuál es la noticia? Sin preámbulos; la noticia no es otra que un maestro, maestro de la fineza, de la escultura y de la gracia, el excelentísimo señor don Francisco Romero López, en el mundo del arte de torear ‘Curro’ Romero, a los 90 años, ha dibujado, felizmente como en aquella corrida de la Cruz Roja, de aquel día de la Ascensión de 1966, la mejor vuelta al ruedo después de torear con el capote, ahora en un quirófano de un hospital de Sevilla, que lleva el nombre de la Madre de Dios. El Señor me permitió estar allí- ¡ que lejanos aquellos 16 años!- y ahora me deja trompetear mi ufanía al enterarme del triunfo de un ramito de romero sobre el dolor y la enfermedad.

Os informo de los días más bizarros conmemorados recientemente:

Martes 28 de mayo; Día Internacional del juego; Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres; Día Internacional de la Hamburguesa; Día Mundial del Hambre; Día Mundial del Perro sin raza.

Miércoles 29 de mayo; Día Mundial de la Salud Digestiva; Día Mundial de la Nutria.

Jueves 30 de mayo; Día Internacional de la Papa; Día Marítimo Europeo.

Viernes 31 de mayo; Día Mundial sin Tabaco; Día Mundial del Loro; Día Internacional del, Tripulante de Cabina.

Sábado 1 de junio; Día Mundial de los Arrecifes; Día Mundial de la leche; Día Mundial del Parkour.

P. D.

a) Por mi padre (q. e. p. d. ) que la ex alcaldesa de Puertollano sigue siendo ministra (¡de Vivienda!).

b) La señora ministra de Defensa, señora Robles Fernández (doña Margarita), ha declarado, tan tranquila, que la ofensiva israelí en Gaza es “un auténtico genocidio”. (El País 25 de mayo 2024). Verdaderamente, las Fuerzas Armadas no merecen tener, políticamente al frente a este personaje.

c) Bergoglio ha formado un gran carajal, principalmente entre la clerigalla progresista, al afirmar que “ya hay demasiado mariconeo en los seminarios”. Al final, lo de siempre, pedir perdón, arrepentirse de la incontinencia verbal y nueva melé pontificia.

No sé cuánto tiempo llevo recomendando el saco de Roma (de feliz recordación), y nadie me hace caso. Ellos verán.

Que no le falte agua al elefante.