El Carrillo / Pilar Álvarez: “Recibimos lo que enviamos, obtenemos lo que damos y lo que vemos en los demás es lo que existe en nosotros”

Pilar Álvarez Abad (16 de diciembre de 1974) Pilar es la autora del libro ‘Los pasillos de la vida’. No obstante, cuando en esta entrevista le toca hablar sobre su profesión indica que trabaja como técnico de Laboratorio Clínico en el Hospital Comarcal. “Desde siempre he tenido claro mi vocación sanitaria. No la cambiaría por nada”, asegura. Es hija única y está casada desde hace 20 años con Enrique Roldán Jiménez. “Nuestro hijo Kike, de 17 años, es la alegría de la casa y no paso ni un día sin charlar un rato con mis padres, Piki y Cholo”, apunta.

En cuanto a su filosofía de vida: “Creo que la vida funciona como un eco. Recibimos lo que enviamos, obtenemos lo que damos y lo que vemos en los demás es lo que existe en nosotros. La positividad y la empatía son fundamentales”.

–¿Cómo se describiría a nivel personal?

–Soy una mujer sencilla, amante del hogar, la vida tranquila y la familia. No me gustan mucho las fiestas ni los lugares con demasiada gente. Tiendo mucho a la introspección, tengo un gran mundo interior.

–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?

–Unos jeans azul oscuro.

–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?

–Nunca salgo de casa sin unos pendientes de perlas y mi anillo de pedida.

–Expresión melillense que más use o que le llame la atención.

–No suelo utilizar mucho estas expresiones, pero si hay alguna que me llama la atención es “dar un rule”.

–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.

–Pasear por La Avenida. Siempre encuentro entre sus edificios algún detalle nuevo que me había pasado desapercibido.

–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?

– ‘Notre Dame de Paris’, de Víctor Hugo es mi favorito. Hace unos días terminé ‘El Latido de la Tierra’, de Luz Gabás. Me gusta mucho la literatura clásica de terror y me encantan las novelas de Kate Morton y Lucinda Riley.

–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?

–Me gustan ambas cosas. Una de mis series preferidas es ‘Downton Abbey’, y no me resisto a un bol de palomitas disfrutando de ‘Lo que el viento se llevó’.

–Mi tiempo libre lo dedico a...

–Disfrutar de mi familia, leer y practicar algo de ejercicio. De un tiempo a esta parte me he aficionado a la meditación; me aporta mucha calma. Por supuesto, la música me acompaña en todas estas actividades. No sé vivir sin ella.

–Un recuerdo de la infancia.

–Me he criado en un ambiente de muchísimo cariño. Mis abuelos maternos eran nuestros vecinos de portal y mis abuelos paternos vivían frente a nuestra casa. Pero si tengo que escoger un recuerdo, me quedo con los teatrillos con los que me entretenía mi abuelo cuando por cuestiones de salud no podía ir al colegio.

–Un juguete.

–Mi oso rojo de peluche.

–Su fiesta favorita.

–La Navidad.

–¿Cocina? ¿Se le da bien?

–Sí. Me gusta la cocina, pero la tradicional. No soy de muchas innovaciones.

–No puede resistirse a un plato de...

–Callos, paella, cocido, migas.

–¿Qué tarea del hogar no soporta?

–Me gustan las tareas domésticas. Me relaja mucho cuidar de mi hogar.

–¿Personaje histórico que le llame la atención?

–Jesús de Nazaret.

–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?

–Al Londres de finales del siglo XIX.

–¿Viajaría al futuro?

–No. Creo que me llevaría un desengaño. Prefiero permanecer ignorante.

–¿Es supersticioso?

–No.

–¿Se arrepiente de algo?

–No especialmente. Es verdad que cuando miramos al pasado pensamos que deberíamos haber hecho determinadas cosas de otro modo, pero también eran otros tiempos, otra época. Actuamos como creemos que es lo correcto en un momento preciso.

–¿Cuál es su principal miedo?

–La soledad.

–Algo que deteste de usted mismo.

–Soy demasiado perfeccionista y eso me genera mucha presión.

–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.

–Cualquier rincón de Galicia.

–Si le tocara la lotería…

–Me considero afortunada ya que la “lotería” me tocó hace año y medio, cuando me detectaron un cáncer de mama que todavía no había dado la cara y pudimos cogerlo a tiempo.

–Un chiste.

–Oye Manolo, te invito a una fiesta de 15 años.

-Bueno, pero yo a los tres meses me vuelvo.