Nacho Mirambell (28 de marzo de 1988) Es maestro y músico. En cuanto a su filosofía de vida asegura que le gusta disfrutar de los momentos, de las personas y de la música en directo. “Tanto arriba, con mi banda Dharma, como abajo del escenario. Soy partidario de que si piensas en positivo, tu vida también será positiva”.
–¿Cómo se describiría a nivel personal?
–Una persona dinámica con muchas ganas de vivir.
–¿Qué prenda de ropa no falta en su armario?
–Camisas de cuadros.
–¿Le gusta llevar alguna joya? ¿Tiene algún significado especial?
–No suelo llevas joyas como tal. Sí llevo pulseras que me han ido regalando y las voy cambiando según la ocasión.
–Expresión melillense que más use o que le llame la atención
–¡Vale dinni!
–Un rincón de Melilla del que nunca se aburre de visitar.
–Aguadú.
–Su libro favorito. ¿Cuándo leyó el último?
–Elegir libro favorito es complicado. Quizás ‘El último catón’ de Matilde Asensi. Ahora estoy leyendo ‘Un mundo feliz’ de Aldous Huxley.
–¿Películas o series? ¿Alguna favorita?
–Ambas. Depende del momento y la compañía. Si tuviese que elegir una película, sería ‘Breaveheart’.
–Mi tiempo libre lo dedico a...
–Un gran porcentaje a la música. Tocar, componer, ensayar y escuchar. Me gusta mucho leer, el teatro, el cine e invertir tiempo en las personas que quiero.
–Un recuerdo de la infancia.
–Los veranos con mi familia de Valencia.
–Un juguete.
–Recuerdo que le tenía gran apego a una espada de la serie de Hércules.
–Su fiesta favorita.
–Cualquiera que implique reunir a gente allegada y pasarlo bien.
–¿Cocina? ¿Se le da bien?
–Sí. Y es algo que he heredado de mi padre. Él es un gran cocinero. Yo le robo las recetas y si me va oliendo familiar, es que vamos por buen camino.
–No puede resistirse a un plato de...
–Chuletón a la brasa con un buen vino.
–¿Qué tarea del hogar no soporta?
–Tender la ropa.
–¿Personaje histórico que le llame la atención?
–Cualquiera que haya marcado un antes y un después en la historia, sobre todo, por conocer su forma de pensar y los motivos que les llevaron a actuar de esa manera; siempre, claro, dentro de su contexto sociocultural.
–Si pudiera viajar al pasado, ¿a qué época le gustaría ir?
–Iría a Grecia. A la Atenas de Sócrates.
–¿Viajaría al futuro?
–No. No me gustan los Spoilers.
–¿Es supersticioso?
–En absoluto.
–¿Se arrepiente de algo?
–No. No especialmente.
–¿Cuál es su principal miedo?
–Ver sufrir a las personas que me importan.
–Algo que deteste de usted mismo.
–Soy excesivamente perfeccionista en ocasiones.
–Un lugar de ensueño para ir de vacaciones.
–Cualquier paraje rural que implique naturaleza y nada más.
–Si le tocara la lotería…
–Ayudaría, viajaría y disfrutaría. En ese orden.
–Un chiste.
–Hola, Buenas. Le llamo por la cortadora de césped.
-Oye, pues qué bien se escucha, ¿No?