Las autoridades pusieron ayer la primera piedra de uno de los proyectos más esperados por los melillenses: el carril bici. Este camino facilitará calmar el tráfico del Paseo Marítimo y además, ahorrar agua. No es broma. Bajo ese carril se instalará una tubería que permitirá llevar agua desde la depuradora hasta el centro de la ciudad. Son unos 3.000 metros cúbicos que se destinarán al riego de parques y jardines y que ya no se tendrán que sacar del agua que se desala.
El consejero de Medio Ambiente explicó que en realidad este proyecto llevará a cabo tres obras en una: la instalación de una tubería de aguas residuales desde el río de Oro hasta la depuradora de La Hípica, otra que irá desde dichas instalaciones hasta el centro de bombeo de Los Cárabos para el agua de uso terciario y el carril bici.
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, estuvo en este acto de inicio de los trabajos. Indicó que hay varias características positivas que se desprenden de esta iniciativa de Medio Ambiente, como el ahorro de agua de la desaladora o que se pacifique el tráfico en el Paseo Marítimo al retirar uno de los carriles para coches. Asimismo, comentó que se avanzan en los planes de movilidad sostenible que tiene marcado el Gobierno.
Imbroda destacó que habrá menos emisiones de dióxido de carbono, pues se reducirá el tráfico en este paseo de la ciudad.
Además, mostró su satisfacción porque Melilla contará con un carril bici de tres kilómetros desde La Hípica hasta las Torres del V Centenario. Tendrá dos direcciones y cuatro metros de ancho para facilitar el paso de las bicis.
En cuanto al aparcamiento, el presidente de la Ciudad indicó que no va a afectar, pues se mantendrá el estacionamiento en batería como está actualmente.
Imbroda argumentó que se trata de una obra importante. Recordó que salió a licitación por dos millones de euros, pero se ha adjudicado por 1,45 millones de euros. El plazo de ejecución es de ocho meses, por lo que se prevé su finalización en agosto. Asimismo, apuntó que esta obra generará empleo.
La obra
El consejero de Medio Ambiente comentó que esta obra no sólo es una de las más destacadas desde el punto de vista económico, sino también de las más complejas porque se va a realizar en un lugar muy transitado por los melillenses, como es el Paseo Marítimo, por lo que se ocasionarán muchas molestias.
El primer trabajo incluido en el proyecto es la instalación de una tubería de la estación de bombeo del río de Oro a la depuradora para el traslado de las aguas residuales. El tubo actual tiene roturas y el nuevo que se va a instalar es de acero, por lo que se solucionarán las filtraciones en la playa. Recordó que esa tubería está en funcionamiento las 24 horas del día los 365 días del año y es preciso un cambio.
La segunda obra es la tubería que se instalará desde la depuradora hasta la zona norte. En ella irá el agua tratada para poder regar el Parque Hernández, el parque Lobera y todos los jardines de esta área de la ciudad.
Con esta actuación se van a conseguir 3.000 metros cúbicos de agua depurada para regar que ya no tendrán que salir de la desaladora, por lo que habrá un ahorro y más agua potable a disposición de los melillenses.
La última parte de este proyecto es el carril bici, indicó Quevedo, que aseveró que no puede ser más barata su construcción. Explicó que una vez que se cubra la zanja abierta para la instalación de las tuberías, se procederá a pintar el carril para bicicletas y a poner los separadores. Ésa es la inversión que se hará en esta actuación, ya que el asfalto es necesario reformarlo tras la intervención para poner los nuevos tubos.
El carril bici será exclusivo la mayor parte del recorrido, a excepción del tramo de las casetas de la Hípica, donde no hay espacio para coches y estos vehículos de dos ruedas. También apuntó que el proyecto inicial es que el carril bici llegue hasta las Torres del V Centenario, aunque esperan poder alargarlo hasta la plaza de España. Asimismo, la reducción a una sola carretera para los coches permitirá que el tráfico se calme y dará más seguridad no sólo a las bicis, sino también a los muchos peatones que andan por esta zona de la ciudad, aseveró Quevedo.
Por último, indicó que para el 9 de enero habrá una reunión para planificar las fases de la obra de forma que no influya en los eventos deportivos o el uso de las playas.
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