Atravesar una alambrada, saltar un muro de tres metros, deslizarse sobre una pequeña charca o subir una cuerda.
No es la descripción de un entrenamiento militar, sino de la prueba 'brutal race', a la que se enfrentaron ayer por la tarde los participantes de la Gran Movida en la playa de Los Cárabos.
De cada grupo participaban cuatro miembros, que debían realizar la carrera de obstáculos de forma simultánea. Hasta que no llegase el último a la meta, los organizadores no paraban el cronómetro. De este modo, según los responsables, se pretende hacer hincapié en el "trabajo en grupo".
Dureza
La dureza del recorrido se hacía visible en las expresiones de sufrimiento de los competidores. Una de las partes más difíciles de la carrera era el ejercicio de agarre. Los jóvenes debían colgarse de una cuerda y quedar suspendidos en el aire. Para avanzar estaba prohibido poner los pies en el suelo, únicamente podían ayudarse de su impulso para progresar.
Fue precisamente este obstáculo el que dejó lesiones leves a los participantes. Muchos sufrieron quemaduras en sus manos por la fricción con la cuerda.
A pesar de las duras exigencias de la carrera, los participantes reunieron toda su energía para hacer frente a los retos planteados. Todos eran conscientes de que esta era una de las últimas pruebas de la Gran Movida ya que hoy es el último día.
Una buena puntuación les podría acercar un poco más a la gran final para hacerse con el premio dotado en 3.000 euros.
'Angry birds' en La Hípica
No sólo en la 'brutal race' quedó la Gran Movida. Ayer por la mañana el conocido juego para móviles, 'angry birds' saltó del mundo virtual al físico.
Los participantes tuvieron que disfrazarse de estos pájaros enfadados y simular el conocido juego virtual. Levantaron varias construcciones con cajas de cartón para derribarlas posteriormente. Fueron cuatro los jóvenes de cada grupo los que debían competir en la prueba.
Dos se encargaban de construir, uno en destruir y otro en guiar a aquel que debía derribar las construcciones, ya que su atuendo le tapaba los ojos.
Prueba sorpresa
Como prueba sorpresa los 100 jóvenes que este año participan en la Gran Movida tuvieron que reunir, ayer, a las 12:30 horas 2 mujeres embarazadas de más de cinco meses, 2 personas de la tercera edad, 2 niños, 2 comerciantes, 2 personas de mediana edad, 2 políticos, 2 personas originales de china (deben acreditarlo con documentación), 2 personas originales de Inglaterra y dos políticos. El presidente de la ciudad, Juan José Imborda, la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, y el consejero de Festejos, Paco Díaz, fueron algunos de los representantes públicos que colaboraron con los jóvenes en el reto.
La última prueba del día finalizó pasadas las 23:30 horas. Desde las 18:30 horas los participantes trabajaron en la recreación de una hoguera de San Juan. Los jóvenes podían elegir entre aquellas figuras que se habían quemado en las noches de San Juan de Melilla, entre los años 2010 y 2016.
Muchos optaron por construir con diversos materiales reciclados como cajas de cartón, papel de periódico y goma espuma la figura que lució en la playa de Los Cárabos en 2014: el faro de Melilla La Vieja.
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