El objetivo de Delegación es fomentar estas medidas entre el millar de embarcaciones matriculadas en la ciudad, tanto de ocio como para la practica de deportes acuáticos.
Melilla se sumó en la jornada de ayer a la campaña de seguridad para la náutica de recreo del año 2010, pues el máximo dirigente de Capitanía Marítima, José Miguel Tasende, presentó ante los medios de comunicación las guías que se distribuirán este verano entre embarcaciones destinadas a actividades de ocio y deporte, de las cuales existen en la actualidad un millar en la ciudad.
El objetivo de dicha iniciativa es concienciar a los tripulantes de las más de 220.000 naves de recreo que cada año surcan las aguas españolas, pues es una cifra que va en continuo aumento, en especial durante los meses de verano.
Así, Tasende detalló que las guías, una dedicada a la práctica de náutica de recreo y la segunda a actividades acuáticas más variadas, son “de gran utilidad y fácil consulta”, pues además de consejos de seguridad, también contienen comentarios sobre aspectos administrativos y de equipamiento que hay que cubrir antes de hacerse a la mar.
“Muchas emergencias podrían evitarse con un buen mantenimiento de equipos y embarcaciones”, añadió el capitán marítimo, “la previsión de realizar las comprobaciones de seguridad antes de partir y analizar detalladamente los contenidos de la Campaña de Seguridad de este año, son el mejor sistema de prevención”.
Y es que en Melilla, pese a que las embarcaciones existentes superan por poco el millar de unidades - 827 barcos y 194 motos acuáticas - durante el pasado año sólo se realizaron media decena de intervenciones en alta mar, la mayor parte de ellas relacionadas con el remolque de embarcaciones, aunque también hubo que sofocar un incendio en una nave atracada en el Puerto Deportivo Noray a finales de febrero.
No obstante, con esta iniciativa se pretende reducir este tipo de incidentes, ya que en la fachada mediterránea, que incluye a las autonomías de Andalucía, Melilla y Ceuta, se dan el 16 por ciento de emergencias en alta mar. La parte alta de la tabla la ocupan Cataluña y Baleares, con un 27 y un 21,6 por ciento de incidentes respectivamente.
Aguas tranquilas
Según se desprende de lo comentado por Tasende, las emergencias no suelen darse con asiduidad en aguas melillenses, pues la mayor parte de las actuaciones en la costa local tuvieron que ver con la localización de manchas de residuos u otros tipos de contaminantes. Además, el año pasado se realizaron varias salidas para controlar la llegada de medusas, algunas de ellas “muy peligrosas”, ya que se acercaron “en gran número” a la costa melillense y se hizo necesario vigilar su población.
Por otro lado, durante la Semana Náutica que cada verano se celebra en la ciudad, los servicios de salvamento salieron a acompañar a las embarcaciones que participan en las regatas. “No es su función, pero siempre es positivo habilitar una escolta por si ocurre algo en alta mar”, matizó el capitán marítimo.
Normalmente, las causas más frecuentes de incidentes en las aguas españolas se deben a embarcaciones que quedan a la deriva, vías de agua o ausencia de noticias de las naves. “Pese a los esfuerzos de concienciación del Ministerio de Fomento, algunos de estos casos se producen por causas tan sencillas como falta de combustible”, apuntó Tasende.
No obstante, reseñó que en Melilla, por norma general, se cumplían las normas básicas de seguridad, algo que quedaba bien demostrado en vista del bajo número de sucesos.
Integración en Europa
Tal medida se enmarca en el Plan Nacional de Salvamento (PNS) redactado para el periodo comprendido entre los años 2010 y 2018. En este sentido, Tasende subrayó que la iniciativa va en consonancia con la Política Marítima de la Unión Europea, que entrará en vigor dentro de ocho años.
Por ello, en el PNS se han reforzado puntos como la prevención, la intensificación de las inspecciones o la concienciación de los profesionales y usuarios del mar, además de fomentar “una cultura de seguridad”.
“Durante el 2009, la mitad de emergencias se dieron en embarcaciones de recreo”, remarcó, “las aguas de Melilla son tranquilas en este sentido, pero también nos sumaremos a esta campaña para reducir los incidentes a cero”.
Así pues, no le restó más que animar a los melillenses a recoger ambas guías en las instalaciones de Capitanía Marítima o en algún centro de salvamento. Además, recordó que se pueden descargar de Internet desde la página web ‘www.salvamentomaritimo.es’ y que, además de los manuales, existe un formato más práctico y reducido en forma de ‘check list’ adhesivo para pegar en las embarcaciones.
Menos matriculaciones
A preguntas de los periodistas, matizó que el número de matriculaciones de naves había sufrido una particular variación en Melilla durante el último año, ya que el número de embarcaciones se ha establecido en 827, un descenso “probablemente provocado por la crisis”. Sin embargo, se da el caso contrario en las motos acuáticas, de las cuales hay unas 194 registradas a día de hoy en la ciudad. Aunque no ofreció datos ni porcentajes concretos sobre este crecimiento en a nivel local, apuntó que el incremento en el último año de estos vehículos fue notable.