Fuentes internas de la empresa dicen que se ha tomado esta decisión mientras se investiga si los incidentes son casos aislados. La medida fue solicitada por la plantilla.
La plantilla de Correos celebró ayer una concentración a las puertas de la oficina principal de la empresa, situada en el barrio de el Industrial, en señal de solidaridad con el compañero que fue “brutalmente atacado” el pasado miércoles mientras trabajaba en La Cañada de Hidum, cuando fue asaltado por dos encapuchados con la intención de robarle los paquetes que transportaba.
Como publicó El Faro en su edición de ayer, los trabajadores habían solicitado a Correos que se tomaran “medidas especiales” en La Cañada y que se extremara la seguridad. Además, presentaron a la empresa una petición para dejar de repartir en esta barriada a partir de las 18:00 horas, cuando comienza a anochecer, para evitar más incidentes.
Fuentes internas de la empresa postal afirmaron ayer a El Faro que Correos ha aceptado la petición de la plantilla, por lo que no se prestará servicio en La Cañada cuando comience a oscurecer, produciéndose el reparto en horario de mañana. Asimismo, señalaron que “si se repiten los incidentes, la dirección se plantea cancelar de manera temporal el servicio en este barrio”.
En lo referente a la concentración de ayer, a las 9:00 horas, unos 30 empleados de Correos se situaron en la entrada de la sede para la lectura de un manifiesto en apoyo al trabajador agredido, que actualmente se encuentra de baja. Además de tildar de “incomprensible y brutal” el asalto, agradecieron a los vecinos de la Cañada de Hidum la ayuda que le prestaron al cartero, pues con su intervención lograron que los ladrones huyeran sin conseguir su objetivo de abrir el cajetín de la motocicleta.
“Aunque los hechos han sucedido en una zona que se podría denominar como conflictiva, tenemos que decir que fue el primer incidente de esta índole que tiene lugar, no sólo en este barrio, sino en toda Melilla”, subrayaron en el manifiesto. “Muchos de los que aquí nos encontramos hemos trabajado por dicha zona y nunca nos ha pasado algo igual. Es más, la hospitalidad y la humanidad que los vecinos han mostrado a los trabajadores de Correos ha sido siempre exquisita”, añadieron.
Un hecho aislado
Asimismo, consideraron que el del miércoles fue “un caso aislado” y reclamaron a las autoridades que tomen cartas en el asunto para reforzar la seguridad, algo que redundaría tanto en beneficio de los trabajadores como de los propios vecinos de La Cañada.
“Este es un pequeño gesto de apoyo para nuestro compañero, al cual le deseamos una pronta recuperación y decirle que siempre puede contar con sus compañeros y, por supuesto, con sus representantes sindicales de CCOO”, añadieron.
“Sería una lástima que por culpa de cuatro indeseables no pudiéramos dar un servicio de calidad a los melillenses”, afirmaron ayer los trabajadores. “Lo único que pretendemos es evitar que algún día pueda ocurrir una desgracia”, concluyeron.
La decisión de la empresa aún no ha sido comunicada a la plantilla, ni a CCOO, sindicato con mayor representación en Correos en la ciudad autónoma, según precisaron las fuentes consultadas por este periódico.
La petición planteada por los trabajadores tenía como objetivo evitar más incidentes y dar margen de tiempo para esclarece si el ataque del miércoles fue un hecho puntual. Durante la concentración de ayer, varios empleados de la empresa aseguraron sentirse “preocupados” por la situación.
Así pues, La Cañada se quedará sin reparto cuando caiga el sol, algo que en principio no perjudicará la entrega de cartas y paquetes, ya que está tendrá lugar por la mañana y por la tarde antes de que oscurezca.
Un robo más en La Cañada y un intento en el centro
El del miércoles no ha sido el único incidente que ha tenido lugar en el barrio en los últimos días. Según informaron ayer mismo los trabajadores de la empresa, el jueves por la tarde un compañero fue amenazado “por varios menores” con palos, momento que aprovechó uno de ellos para acercarse por su espalda y hurtarle el paquete que llevaba entre las manos.
El sindicato teme que estos ataques se conviertan “en un efecto llamada” y definieron el barrio de La Cañada como “zona roja”. Para CCOO, los asaltos resultan “incomprensibles” e insistieron en que es necesario reforzar las medidas de seguridad.
Al margen de lo ocurrido en La Cañada, el miércoles, el mismo día en que el primer trabajador fue agredido, también se produjo un intento de robo de paquetes en el centro de la ciudad, aunque sin emplear violencia.
Todos estos incidentes ya han sido denunciados en la Jefatura Superior de Policía Nacional.
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