El director provincial de Educación explica que los menores están integrados en los colegios e institutos de la ciudad l Hay “aulas para inmigrantes” en los centros para enseñarles castellano.
El Servicio Jesuita a Migrantes y el Servicio Jesuita a Refugiados alertan en su informe sobre inmigración de que es preciso que los 415 menores que hay en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) estén escolarizados en los centros de la ciudad. Resaltan que los menores que no sean trasladados a la península deben tener una plaza en los colegios e institutos de Melilla. El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, respondió ayer a esta congregación resaltando que todos los niños del CETI ya están escolarizados.
Calzado explicó a El Faro que los menores que están acogidos en este centro se han integrado en los diferentes colegios e institutos de Melilla. Esta escolarización se produce poco a poco, indica el director provincial, “conforme van entrando en la ciudad”, añade.
El CETI es el encargado de enviar la documentación del menor a la Dirección Provincial para que ésta busque un aula para escolarizar a estos menores extranjeros. Calzado asegura que por ley, deben estar en un colegio y por ello, se les ofrece un centro educativo como al resto de niños en edad escolar de la ciudad.
Aulas para inmigrantes
La mayoría de los menores que están acogidos en el CETI no sabe hablar ni escribir en castellano. Ésta es la primera dificultad que encuentra la Administración a la hora de escolarizar a estos niños. No se les puede incorporar a un curso sólo por la edad que tienen porque no entenderían nada de lo que se está impartiendo por parte del profesor. Por ello, en diferentes centros están instaladas las “aulas para inmigrantes”, destaca Calzado. En estas clases especiales, los niños extranjeros aprenden español con el objetivo de que en un futuro puedan incorporarse al curso que le tocaría estudiar según su edad.
El director provincial de Educación señala que cuando los menores inmigrantes aprenden algo de castellano y se van manejando con el idioma, pasan de este aula específica a una clase con otros niños de su edad. En muchas ocasiones, la Administración también debe tener en cuenta si el menor ha ido a clases antes de llegar a Melilla, pues eso también marca el nivel conocimientos que tiene sobre las asignaturas y determina si se puede quedar en el curso que le corresponde por su edad o hay que incorporarle a otras clases donde el nivel es más bajo.
Los niños de Purísima
El director provincial de Educación asegura que no sólo los niños acogidos en el CETI tienen su plaza en los colegios, sino también los menores de La Purísima o del Centro Asistencial. Todos están escolarizados, resalta Calzado. Aunque en el caso específico de la Purísima hay un grupo de alumnos que recibe clases en el mismo centro.
Cuatro profesores del Ministerio son los encargados de desplazarse hasta la Purísima para impartir allí las lecciones. Hace unos años estos chicos recibían clases en el Enrique Nieto, pero ahora son los maestros los que van a este centro de acogida para que los jóvenes continúen con en el sistema educativo.
Las plazas para estos menores
Calzado indica que el número de plazas que hay reservadas para estos menores extranjeros varía de una semana a otra. Explica que, en el caso de los niños del CETI, se dan de baja del centro escolar cuando los padres son trasladados a la península. Se da el caso de que la plaza que deja libre un menor inmigrante se cubre con otro en pocos días debido la entrada de familias en la ciudad a través de la frontera con Marruecos.
El director provincial de Educación señala que los menores inmigrantes no se quedan durante mucho tiempo en Melilla y eso se refleja en las entradas y salidas de los centros educativos que acogen a estos niños para que continúen con su formación.
Conclusiones sin preguntar
Por otro lado, Calzado critica que “los jesuitas hablen sobre la escolarización de los menores acogidos en el CETI sin preguntar antes a la Dirección Provincial de Educación”. Asegura que esta congregación ha llegado a una serie de conclusiones en su estudio sin tener la información sobre qué hace la Administración cuando un niño en edad escolar llega a este centro. “Lo normal sería que antes de hacer declaraciones sobre un tema, se pida información a la Dirección Provincial o a otra entidad responsable para conocer la realidad”, resalta.
Los jesuitas hacen la advertencia de que los 415 menores del CETI deben estar escolarizados en un informe sobre la situación de la frontera sur hispano-marroquí. El Servicio Jesuita a Migrantes y el Servicio Jesuita a Refugiados realizaron dos viajes a Melilla y Nador, acompañados por la Delegación Diocesana de Migraciones de Tánger, para conocer la realidad de la inmigración en la zona. En este documento, además de resaltar la importancia de encontrar un centro educativo para los menores del CETI, los jesuitas constatan la “sobreocupación” de estas instalaciones. También alerta sobre el tráfico de personas que llevan a cabo mafias, que amenazan a los inmigrantes, y la especial vulnerabilidad de las mujeres.
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