“El problema es que nunca sabemos cuántos alumnos vamos a tener”. Así justificó ayer el director provincial de Educación, José Manuel Calzado, que Melilla vuelva a arrancar el curso con una ratio elevada. El máximo representante del Ministerio de Educación en nuestra ciudad indicó que en mayo del año pasado la cifra de estudiantes se había reducido y no esperaban que volviera a incrementarse. Aseguró que se está trabajando para que el próximo curso haya soluciones, pero no aclaró si para éste, que sólo lleva un día lectivo, se podrá adoptar alguna medida.
El máximo responsable de Educación en nuestra ciudad indicó que en Melilla no dejan de empadronarse nuevas familias, a lo que hay que unir la llegada de alumnos extranjeros. “El año pasado llegamos a inscribir a 1.600 estudiantes inmigrantes, pero al final de curso sólo había 9. Es difícil saber cuántos niños va a haber en los centros”, señaló el director provincial que dijo también, a título personal, que considera que Melilla no puede estar constantemente construyendo infraestructuras para atender a una población que es muy superior a la censada en la ciudad. “Esto lo digo como ciudadano, no cómo director provincial”, aclaró Calzado, al tiempo que consideró que se trata de un asunto que es necesario analizar con detenimiento.
El nuevo colegio
El nuevo colegio de Gabriel de Morales aún tardará tres o cuatro años, según afirmó el propio Calzado, y antes, dijo el director provincial, es necesario buscar soluciones para que no haya una ocupación excesiva en las aulas. “Tenemos que sentarnos a buscar una solución”, dijo Calzado. Sin embargo, desde el sindicato SATE consideran que septiembre no es el momento de buscar remedios, sino de tenerlos ya sobre la mesa. A la pregunta sobre por qué no se ha encontrado esa alternativa antes, Calzado se limitó a decir en declaraciones a El Faro que es difícil prever cuántos estudiantes va a haber en las aulas y que “lo que quiere es que para el próximo año haya soluciones”. “Es un tema en el que tienen que trabajar muchas administraciones, no sólo Educación”, apostilló.
Las opciones son varias. El desdoblamiento de las clases es una, pero supondría que habría estudiantes en clase de 16:00 a 21:00 horas. Otra alternativa es la instalación de aulas prefabricadas, algo que el director provincial reconoció que han puesto sobre la mesa los sindicatos, pero que no han solicitado oficialmente. “Que hagan una petición oficial”, animó el director provincial, que recordó que en otras autonomías la colocación de este tipo de infraestructuras ha suscitado polémica precisamente por parte de las asociaciones sindicales. Esto tiene además otro problema del que advierte Calzado: “Vale, ponemos aulas prefabricadas, ¿pero dónde? ¿y qué niños va a esas clases?”, apostilló.
El director provincial de Educación se refirió también a otra opción: ocupar espacios que se queden libres. Las aulas en las actualmente están los alumnos que serán trasladados al Mercado Central son uno de esos espacios, pero para eso primero tendrá que estar concluido este centro, cuya obra aún no ha sido recepcionada.
Docentes por aula
Calzado reconoce, por tanto, que existe el problema. Es más, cuando se refiere a los docentes que son necesarios, lo saca a colación. El director provincial apunta que cuando se habla de que hacen falta más docentes para igualarse a la media nacional, en el caso de Melilla, no puede hablarse del número de profesores por alumno, sino por clase. “Hay tantas aulas y tantos profesores por aula. Ahí está el cupo. Porque para qué queremos más docentes si no hay clases suficientes”, apuntó. Eso sí, el director provincial aseguró que está dispuesto a sentarse con los sindicatos para analizar cuánto haría falta aumentar la plantilla.
La ciudad contará este curso con 1.310 profesores para unos 19.700 estudiantes de todos los niveles. El director provincial de Educación aseguró que el curso se inició con tranquilidad y con menos asistencia a clase de la habitual por el Aid El Kebir. Por delante quedan 9 meses en los que probablemente se seguirá hablando de esa supuesta falta de docentes y de la escasez de infraestructuras para dar una atención adecuada a todos los alumnos, en una ciudad que tiene uno de los índices de fracaso escolar más elevados del país.
El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, aseguró ayer que la obra del Mercado Central sigue pendiente de recepcionarse y dijo que Intervención, Ministerio de Educación y Conservatorio están trabajando en ello. Calzado explicó que si el edificio no está listo para cuando se inicien las clases, el traslado de los alumnos de uno a otro centro se hará algo más tarde. En cualquier caso, el director provincial se mostró convencido de que por muy lento que sea el proceso de recepción, las instalaciones estarán listas para este primer trimestre y antes de Navidad, los estudiantes podrán estar dando clase en este nuevo espacio. Después de mucho tiempo de espera, los alumnos del Conservatorio por fin podrán este año estrenar estas instalaciones.
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