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Desde primera hora de la mañana de ayer se respiraba el ambiente de la Africana en el Hotel Melilla Puerto
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Un mini taller y un puesto de avituallamiento les permitió prepararse para la carrera
Desde primera hora de la mañana de ayer se respiraba el ambiente de la Africana en el Hotel Melilla Puerto. Cientos de corredores y ciclistas se concentraron en el hall para prepararse mentalmente para una de las competiciones más populares del territorio nacional.
Cada participante desarrollaba sus propias rutinas, aunque muchos seguían unos pasos sencillos que, según contaron, les ayudaría a maximizar el potencial de la carreras. José Antonio Sánchez, de Granada, optó, por ejemplo, por un desayuno cargado de proteínas: huevos revueltos. Pepa de Málaga prefirió no experimentar y tomar unas tostadas. “No quiero cambiar los hábitos porque corro el riesgo de que algún alimento me siente mal”, explicó.
Puesto de avituallamiento
El hotel montó un puesto de avituallamiento en el que los deportistas podían encontrar bebidas, frutos secos, barritas energéticas o fruta para las reservas de glucosa. Un ‘mini taller’ con todo tipo de herramientas permitió a los ciclistas la puesta a punto de sus bicicletas. Muchos comprobaron la presión de los neumáticos para disfrutar de una carrera sin incidentes.
Pasadas las 10:00 horas, abandonaron el hotel para dirigirse al puesto de salida en la plaza de las Culturas. Todos estaban ansiosos por mostrar los frutos de su motivación, constancia y actitud.